La reciente llegada de Juno a Júpiter, durante el verano de 2016, ha añadido una nueva sonda a la lista de naves que estudias los confines del sistema solar. Gracias a estos pequeños prodigios de la ciencia y la tecnología tenemos imágenes detalladas de muchos rincones de nuestro vecindario que jamás podremos ver con nuestros ojos.
Por si fuera poco, muchos de ellos guardan similitud con formas que podríamos encontrar en la Tierra. Cuando la sonda New Horizons sobrevoló Plutón en verano de 2015 nos devolvió imagenes de un planeta enano formado por grandes cordilleras montañosas a las que se sucedían enormes llanuras.
Y aunque Júpiter y Saturno sean gigantes de gas, sus peculiares formas también nos pueden recordar a nuestro viejo planeta. Todo, gracias a las naves que las agencias espaciales de Estados Unidos o Europa han enviado al espacio durante los últimos años.