La oficina de la ONU en Bangladesh cifró este jueves en 501.800 el número de miembros de la minoría musulmana rohingyá llegados al país en el último mes tras huir de la ola de violencia de Birmania (Myanmar), casi 22.000 más que los registrados hace dos días. El Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados alertó esta semana de que la situación de los rohingyás instalados en territorio bangladeshí es "desesperada" y puede empeorar de no llegar más ayuda humanitaria a los asentamientos. Las muertes se elevan a 127, tras el hallazgo el jueves de catorce cadáveres, todos de mujeres y niños, en la costa bangladeshí.
El inicio del éxodo de los rohingyás comenzó el pasado 25 de agosto, cuando se produjo un ataque por parte de un grupo insurgente de esta minoría musulmana contra puestos policiales y militares birmanos. En respuesta, el Ejército birmano lanzó una campaña militar que ha sido tildada por el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos como "limpieza étnica de manual".