Vuelve la nieve y el hielo: los 10 consejos de conducción contra los coletazos del invierno

No conviene confiarse con el invierno, que oficialmente dura hasta el 21 de marzo y aún puede darnos sorpresas a los conductores. Un ejemplo lo tenemos en este fin de semana, en el que un frente activo cruzará la península y se esperan lluvias, fuerte viento, recrudecimiento del frio y nieve en zonas de montaña, pero no solo en ellas. Entrará desde el noroeste, según advierte la Aemet, y será más persistente en Galicia, Asturias y Pirineos, aunque la masa de aire frío irá cruzando el país entre sábado y domingo, lo que provocará un descenso térmico y la bajada de la cota de nieve, previéndose importantes nevadas en algunos puntos, como la cordillera Cantábrica o Pirineos, donde podrían acumularse espesores de entre 20 y 30 centímetros. Avisados estamos.

Las heladas y las precipitaciones intensas en forma de nieve son dos condiciones meteorológicas muy peligrosas a la hora de conducir. Para lidiar al volante con estos factores, propios del invierno, la Fundación de la Confederación Nacional de Autoescuelas (FCNAE) ha advertido de los riesgos que supone circular en estos escenarios. Pero si tenemos que ponernos al volante por zonas especialmente expuestas al temporal, deberíamos repasar si contamos en el vehículo con las 10 cosas que conviene llevar en el coche en invierno. Y la FCNAE nos recuerda los 10 consejos a tener en cuenta para conducir sobre nieve o hielo. Los repasamos.

Desde un inicio, la FCNAE aconseja conducir solamente en los trayectos que sean estrictamente necesarios, siempre y cuando se haga tras conocer el parte meteorológico de la AEMET y los avisos de la DGT sobre el estado de las carreteras cercanas. De hecho, si se conduce sobre nieve o hielo, además del peligro que conlleva, nos enfrentaremos a factores de riesgo, como el pavimento deslizante, una visibilidad reducida o la probabilidad de encontrarnos con carreteras cortadas.

Es importante saber que la forma de conducir difiere sobre nieve o sobre hielo. Por ello, como segundo consejo, al conducir sobre nieve hay que circular por las roderas que haya dejado otro vehículo, cuando haya suficiente nieve en la calzada. Y, en caso de poca nieve, circular fuera de las roderas, pero paralelamente a su trazado. Además, los conductores deberán circular a poca velocidad y mantenerla, siempre que se pueda, evitando acelerar y frenar en lo posible. Si fuera necesario reducir la velocidad por algún motivo, siempre es mejor realizar deceleraciones suaves, simplemente levantando el pie del acelerador. En cambio, si necesitamos reducir mucho la velocidad, es mejor utilizar el freno, que actúa sobre las cuatro ruedas, que efectuar una retención brusca del motor, que solo frena dos ruedas. Además, los sistemas ABS actuales están muy perfeccionados, de modo que frenar con fuerza, si lo necesitamos, es muy aconsejable.

En cambio, y como tercer consejo, si la conducción es sobre hielo el conductor debe saber que es prácticamente imposible manejar el vehículo con seguridad. Si el hielo aparece poco a poco sobre el pavimento, la dirección del vehículo estará excesivamente blanda. Al iniciar la marcha sobre una placa de hielo, se intentará arrancar con marchas largas, aceleraciones muy suaves, intentando no tocar el freno y girando la dirección con suavidad. En resumen, la conducción debe ser muy suave.

Rascador, cadenas, neumáticos de invierno...

A continuación, se aconseja llevar siempre un rascador en el vehículo y contar con unas cadenas en el maletero. En el caso del rascador, su función no solo es la de limpiar el parabrisas por completo, sino también las ventanillas y la luna trasera, para garantizar así la mejor visibilidad posible. Además, si el parabrisas está congelado, bajo ningún concepto se debe descongelar rociando agua caliente sobre el mismo, porque podría llegar a fracturarse. Y también es importante viajar con un cargador para el dispositivo móvil, agua, algo de comida, suficiente ropa de abrigo y una manta, ante la posibilidad de vernos temporalmente inmovilizados. Por ejemplo, por culpa de un atasco o un vehículo que bloquee la calzada.

Otro consejo de la FCNAE es montar neumáticos de invierno, si las temperaturas son inferiores a los siete grados centígrados, para asegurar un mayor agarre sobre suelo deslizante, y así evitar que las gomas pierdan sus propiedades de adherencia. Y si estamos al volante, se aconseja reducir la velocidad considerablemente, ya que la falta de adherencia del neumático al firme puede hacer que, a tan solo 20 km/h, el vehículo se salga de la vía en una curva con hielo. De hecho, la fundación de las autoescuelas explica que cuando se conduce sobre nieve o hielo es difícil mantener la trayectoria del vehículo, incluso a bajas velocidades, y especialmente sobre hielo. Por ello, el conductor debe ejecutar las maniobras de manera progresiva y sin brusquedades, ya sea con la dirección, los frenos o el acelerador.

También es muy importante aumentar la distancia de seguridad ante tales condiciones meteorológicas. Sobre hielo, el vehículo puede llegar a necesitar hasta 10 veces más espacio para detenerse. Y otro consejo a tener en cuenta, como recuerda la FCNAE, es que para poner cadenas, hay que saber hacerlo. Para ello, lo mejor es que empleemos guantes y practiquemos antes de salir a circular. E, importante también, las cadenas se sitúan en el eje motriz.

En caso de nevada, es obligatorio encender, al menos, la luz de cruce. Además, sí el vehículo dispone de luz antiniebla delantera, se aconseja encenderla también. En esta situación está prohibido usar la luz antiniebla trasera, ya que solo en el caso de fuertes nevadas es obligatorio activarla. Se desconectará cuando exista riesgo de deslumbramiento, como en vías urbanas o al circular dentro de retenciones de tráfico.