Amnistía parcial de la DGT para los multados por la cámara 'foto-rojo' en un pueblo segoviano

A mediados de septiembre, cientos de conductores, muchos de ellos vecinos del municipio de El Espinar, empezaron a recibir en sus hogares notificaciones de sanciones enviadas por la Dirección General de Tráfico, y en las que se les comunicaba una multa de 200 euros y la pérdida de cuatro puntos por haberse saltado en rojo un semáforo en la N-603, a su paso por la localidad de San Rafael. Infracciones nada recientes la mayoría de las veces, pues muchas de ellas correspondían a los meses de mayo y junio, de manera que, en algunos casos, el goteo de multas continuó durante días, pues los conductores afectados no habían sido conscientes durante todo el verano de que sus fotos se iban acumulando en la base de datos de la DGT.

El caso extremo, difundido semanas atrás a través de varios programas de televisión, fue el de Vanesa López, que recibió en menos de una semana 17 sanciones en su buzón: un día cinco, seis más al día siguiente, otras seis el tercer día... Acogiéndose al pronto pago, que permite dejar la sanción económica en la mitad a cambio de renunciar al recurso de la sanción, 1.700 euros, aunque para los puntos no hay descuento y a esta espinariega le reclamaban ya nada menos que 68. O sea, pérdida absoluta de puntos del carné.

Sin embargo, Tráfico reconoce ahora que se ha producido una "disfunción" en el proceso de comunicación de las denuncias, lo que ha llevado a este organismo dependiente del Ministerio del Interior a tomar una decisión que algunos, usando un término hoy tan de moda, califican de "amnistía". Aunque sería más correcto hablar de "amnistía parcial", pues la DGT anulará todas las multas, excepto la primera de cada conductor. Volviendo al ejemplo de Vanesa, deberán devolverla 1.600 de los 1.700 euros ya abonados, y solo perderá cuatro puntos de su carné de conducir.

No obstante, muchos afectados siguen mostrando su descontento, al mantener que la activación de la cámara semafórica, a la que en la zona se refieren como 'foto-rojo', se hizo sin la debida información previa. "A traición", nos explica, claramente enojado, uno de los vecinos de San Rafael multados, que se acerca a nosotros cuando fotografiamos la zona. "Llevábamos años reclamando que se pusiera un radar en la travesía de la N-VI, que es la que tiene una circulación intensa y más peligrosa, y resulta que Tráfico pone la cámara en la N-603, sin avisarlo, y en un tramo sin mayor peligro", continúa.

Cámara sin aparente sentido

En efecto, muchos habitantes de San Rafael llevan años reclamando una variante que evite el constante tráfico rodado por el centro de la localidad, cuya avenida principal, la N-VI, concentra la mayor parte de los comercios, bares, restaurantes y hostales del pueblo, y cuenta con varios semáforos, y hasta un paso peatonal subterráneo, para cruzar con seguridad una calle frecuentada por camiones de gran tonelaje. Y, sin embargo, la DGT no ha instalado allí su 'foto-rojo', sino en la N-603, que parte desde la N-VI en dirección a la capital segoviana justo desde el mismo centro de San Rafael. A diferencia de la N-VI, donde los vehículos estacionados se acumulan a un lado y otro de la vía y las situaciones de riesgo son frecuentes, ese arranque de la N-603 en dirección a Segovia es una avenida amplia, casi completamente recta y sin vehículos aparcados a los lados, con una visibilidad muy superior y, sobre todo, con mucha menos actividad peatonal por la menor presencia de comercios o negocios de hostelería.

Nada más desviarnos de la N-VI hacia la N-603, limitada a 40 km/h en su arranque, la sensación de seguridad aumenta, y en pocos metros alcanzamos el primer paso de peatones, regulado por semáforo. Solo 150 metros después, siempre en sentido a Segovia, aparece un segundo paso de peatones con semáforo, mientras que el tercer paso de peatones, también con semáforo, no está hasta otros 510 metros después, a tiro de piedra ya de la estación de autobuses de San Rafael. Pero, curiosamente, la cámara de control de semáforo de la DGT no está en ninguno de esos tres pasos de peatones indicados, sino justo en la mitad de ese largo tramo de medio kilómetro sin paso de peatones, donde existe un semáforo cuya luz ambar parpadea continuamente, salvo cuando cambia repentinamente a rojo. En teoría, el cambio de ambar a rojo se produce cuando un radar previo detecta que los vehículos en dirección a Segovia superan el límite de 40 km/h, aunque unos minutos en la acera cercana nos desvelan que el funcionamiento es algo más aleatorio, pues no se activa la luz roja con coches que circulan a alta velocidad y sí lo hace con otros que circulan lentamente.

Como es lógico, y como reza el código de circulación, los conductores deberían detenerse en todos los casos ante una luz roja en el semáforo, aunque no exista paso de peatones alguno en ese punto, y quizás por eso hayan sido muchos vecinos de San Rafael y su entorno (El Espinar, Los Ángeles de San Rafael, Estación de El Espinar o Gudillos) los más afectados por las sanciones: ellos saben que hay un semáforo con paso de peatones 250 metros antes y otro 250 después, pero también son conscientes de que ese semáforo intermedio, origen de cientos de sanciones, no cuenta con zona de cruce peatonal, lo que posiblemente llevó a muchos, por familiaridad con la zona, a no obedecer esa luz roja. Conducta indebida, sin duda, aunque cuesta comprender el motivo de situar la cámara de control, o 'foto-rojo', justo en el único semáforo del pueblo por donde nadie cruza... porque no hay paso de peatones. Los vecinos se preguntan por qué no instalaron la cámara en el paso que hay 250 metros antes, o en el situado frente a la estación de autobuses 250 metros después, pues por ambos suele cruzar la gente, y defienden que "han ido a ponerlo donde mejor pueden pillar a traición". Si el motivo era sancionar a los vehículos más rápidos, quizás un radar de velocidad señalizado hubiese sido una medida mas justa y efectiva en favor de la seguridad.

Curiosamente, además, un panel digital muestra la velocidad real a la que circulan los vehículos por ese tramo inicial de la N-603, pero justo en el sentido contrario al controlado por la cámara, de manera que los conductores que circulan en sentido Segovia no son alertados de que su velocidad supera los 40 km/h, lo que les prepararía para el cambio de ambar parpadeante a rojo fijo en el semáforo. De hecho, no existe aviso alguno sobre la presencia del 'foto-rojo', que, según cuentan en la localidad, también ha llegado a fotografiar, al menos en una ocasión, al alcalde de El Espinar, Javier Figueredo, quien en repetidas ocasiones ha rechazado cualquier responsabilidad en torno a la nueva cámara de vigilancia, competencia de Tráfico.

En todo caso, también hay algún vecino que lleva la lógica hasta el extremo y, de forma retórica, nos pregunta: si ya hay un semáforo que puede ponerse en rojo y nos han colocado una cámara que lo controla para multar al que no lo respeta, ¿por qué no pintan un paso de peatones en el suelo para que, al menos, podamos cruzar por ese punto? Y razón no le falta. Aunque tampoco a la última persona que se aproxima cuando ya abandonamos la zona: "mi hijo trabaja en un polígono de Segovia y pasa cuatro a veces al día por esta avenida, y si es verdad que la cámara funciona desde primavera, habrá pasado bajo ella cientos de veces; pero no le han puesto ninguna multa porque siempre se ha parado con la luz roja". Otra forma, sin duda, de evitar sanciones.