Probamos el nuevo Abarth F595, un 'juguete' para desear que no acaben las curvas

En 1949 se fundaba Abarth & Co., compañía no solo centrada en ofrecer coches, sino que también desarrollaba elementos especiales como sistemas de escape, lo que les labró una gran reputación. El primer modelo lanzado fue el 204 A Roadster, y en 1950 ya lograban su primera victoria oficial en competición. Así, desde los inicios, su fundador Carlo Abarth buscó unos pilares claros sobre los que asentar la marca, y que se tradujeran en ese punto diferencial del que ahora goza la firma de Stellantis: coches manejables, potentes, con alto rendimiento y que fueran 'pequeños y malvados', como él mismo decía.

Ahora, la firma del escorpión, que renació en 2008 tomando como base coches de Fiat, presenta el nuevo F595, un modelo cuyo nombre hace referencia a los modelos de la Fórmula Italia, campeonato que dio sus primeros pasos hace ya medio siglo de la mano de Carlo Abarth. Y la nueva versión arranca en nuestro país desde los 20.200 euros, precio en el que ya se incluye el descuento de campaña.

Potencia, diversión y control

El Abarth F595 recurre a la tecnología de la Fórmula 4, especialidad de circuito para la que la marca desarrolla motores de altas prestaciones. De esta forma, el modelo se ha pensado para los amantes del motor más jóvenes, pues gracias a su motor de gasolina T-Jet 1.4 con 165 CV de potencia, basado en el propulsor que montan los monoplazas Tatuus, aporta una dinámica y unas emociones que se sienten de una manera especial al tratarse de un coche tan compacto. Esta mecánica, sobrealimentada con un turbocompresor Garrett, aporta 230 Nm de par ya desde las 2.500 rpm, mientras que la elevada cifra de potencia máxima se traduce en una velocidad máxima de 218 km/h y en unas reacciones que son uno de sus puntos fuertes: en quinta recupera de 80 a 120 km/h en 7,8 segundos, mientras que la aceleración de 0 a 100 km/h se resuelve en 7,3 segundos, o en 7,4 si equipa transmisión automática. Y es que de serie equipa una caja manual de cinco relaciones, aunque podemos optar a un cambio automático, de cinco marchas también.

Sin embargo, este nuevo Abarth F595, que se sitúa por encima del 595 ya existente pero por debajo de los 595 Turismo, 595 Competizione o 595 Essessse, y también por debajo de las dos versiones 695, no tiene en la potencia bruta su punto más destacado, sino en un paquete completo pensado para la diversión al volante. Así, la suspensión trasera Koni cuenta con tecnología de amortiguación de frecuencia selectiva, para mejorar el rendimiento y garantizar un agarre mayor en carretera, además de mejorar la maniobrabilidad y la estabilidad. Y gracias al selector 'modo Scorpion' en el salpicadero, actúa en el suministro de par máximo, la calibración de la dirección asistida y la respuesta del motor al pedal del acelerador, haciendo que todo se convierta en una tarea más sensible. Para detener todo esto, Abarth apuesta por unos discos ventilados delanteros de 284 milímetros y en discos traseros de 240.

Estéticamente, este nuevo F595 incorpora detalles como el nuevo escape 'Record Monza Sovrapposto', con terminales verticales, que aporta un rugido típicamente Abarth. Otro detalle a tener en cuenta es el nuevo color Azul Rally en las carcasas de los retrovisores y los labios delantero y trasero, que resalta sobre los colores de pintura ofrecidos para esta versión: Blanco Race, Gris Campovolo, Gris Track, Negro Scorpion, Gris Record y Gris Tarmac; además de unas llantas exclusivas de 17 pulgadas en negro mate o los logos 'F595'.

El interior también respira deportividad, con un volante en piel y los asientos deportivos Abarth (opcionalmente se ofrecen los de la marca Sabelt). Y el nuevo modelo italiano cuenta con sistema Uconnect HD con pantalla de 7 pulgadas, equipada con Apple CarPlay y Android Auto.

Nosotros ya hemos tenido la oportunidad de conducirlo en un entorno privilegiado para verificar sus virtudes: el circuito del Jarama. Han sido solo cuatro vueltas al trazado madrileño, pero suficientes kilómetros para comprobar, de manera segura, cómo puedes pasártelo con un 'juguete' como este. Y es que las sensaciones que transmite cuando te pones al volante son de total conexión con el asfalto, pues no necesitas una potencia descomunal para pasar un muy buen rato a bordo de este Abarth F595. La palanca del cambio manual debería tener quizás unos recorridos más cortos, porque su manejo no transmite tanto la deportividad como el resto del coche, pero al fin y al cabo estamos ante un modelo que no es tan radical como un 695 Esseesse, por ejemplo, por lo que de cara a un uso cotidiano sí resulta más cómodo.

Como puntos más destacados, además de la sensación de deportividad del conjunto, hablaríamos de sus asientos y su sonido. Respecto a lo primero, es cierto que no son los ideales para hacerte un largo viaje, pero quien busca este coche sabe que no es ese su fin; y para lo que ha sido concebido el F595, estos asientos deportivos dan mucho más 'realismo' a esa sensación de ir montado sobre algo con más caballos de los que realmente trae: 165. Como pega, diríamos que la posición de la banqueta es muy plana, pues justo recuerda a eso, a una banqueta. Un problema que se acentúa cuando añadimos que el volante no se regula en profundidad. En cuanto al sonido, poco que decir, pues es un elemento que se fusiona con las sensaciones y que las acentúa, ya que pocos modelos suenan tan 'interesantes' como los Abarth: los oyes pasar y te giras esperando que venga algo más grande de lo que finalmente aparece, que, como quería el fundador de la marca, es un coche 'pequeño y malvado'.