Así es el Mercedes-AMG SL más potente de todos los tiempos: 816 CV y 317 km/h de velocidad punta

Mercedes-AMG acaba de presentar el SL más prestacional y rápido de toda la historia. Denominado SL 63 S E Performance, el roadster equipa una tecnología híbrida enchufable con cifras de infarto: 816 CV de potencia, hasta 1.420 Nm de par motor, un cero a 100 km/h en 2,9 segundos y una velocidad máxima de 317 km/h. Para ello, el motor V8 biturbo de 4.0 litros en el eje delantero se combina con un motor eléctrico síncrono de 150 kW (204 CV) con un cambio de dos velocidades de conmutación eléctrica y un diferencial mecánico de deslizamiento limitado en el eje trasero. Además, el modelo cuenta con características técnicas para sacar el máximo partido a toda esta potencia como estabilización antivuelco, tracción total (4MATIC+), dirección en el eje trasero y sistema de frenos cerámicos compuestos de alto rendimiento.

La batería ligera también está situada en la parte trasera, encima del eje trasero. Un diseño compacto que, según Mercedes-AMG ofrece numerosas ventajas. Además, el motor eléctrico actúa directamente sobre el eje trasero y, por tanto, puede convertir su potencia más directamente en propulsión. O lo que es lo mismo, proporciona un impulso extra al arrancar, acelerar o adelantar. Y a medida que aumenta el deslizamiento sobre el eje trasero, la fuerza motriz del motor eléctrico se transfiere a las ruedas delanteras según sea necesario. En cuanto al desarrollo del sistema de almacenamiento de energía de iones de litio, Mercedes-AMG asegura que se inspira en las tecnologías probadas en el equipo de Fórmula 1. La batería ofrece una capacidad de 6,1 kWh y la carga con corriente alterna se puede realizar a través de un cargador de 3,7 kW. No obstante, la autonomía eléctrica de esta versión tope de gama es de 13 kilómetros.

Mercedes-AMG ha destacado que la base de la batería AMG de 400 voltios es la refrigeración directa. Es decir, un refrigerante fluye alrededor de las 560 celdas y las enfría individualmente. Si el dispositivo de almacenamiento de energía se enfría o se calienta demasiado, pierde temporalmente una potencia apreciable o debe reducirse para no sufrir daños si la temperatura es demasiado alta. Por tanto, la marca alemana afirma en un comunicado que "un control uniforme de la temperatura de la batería influye decisivamente en su rendimiento, vida útil y seguridad".

Ocho modos de conducción

El Mercedes-AMG SL 63 S E Performance equipa ocho programas de conducción: Electric, Battery Hold, Comfort, Smoothness, Sport, Sport+, RACE e Individual. Todos ellos abarcan diferentes rangos de conducción, desde más eficientes a más dinámicos. De hecho, estos programas modifican parámetros como la respuesta del propulsor y la transmisión, el comportamiento de la dirección, la amortiguación del chasis o el sonido. Para intercambiarlos, hay que hacerlo desde el botón AMG destinado a ello, la pantalla central de la consola central o en el botón AMG del volante.

Además, el modelo puede arrancarse silenciosamente en el modo Silent Mode en el programa de conducción Confort cuando se conecta el motor eléctrico. Para ello aparece el icono Ready en el cuadro de instrumentos, que indica que el vehículo está listo para circular. Además, en el habitáculo se escucha un potente y sonoro sonido de arranque típico de AMG como respuesta acústica de la disponibilidad de la conducción, que se emite a través de los altavoces del vehículo. El siguiente paso es simplemente pisar ligeramente el pedal del acelerador para que el roadster se ponga en marcha.

Y si hay ocho modos de conducción, también hay cuatro tipos de regeneración. El conductor puede seleccionarlos mediante el botón derecho del volante. Esto se aplica a todos los programas de conducción excepto a Smoothness. En el nivel más alto de regeneración es posible la conducción a un solo pedal, en el que se pueden recuperar más de 100 kW de potencia a la batería. Además, el vehículo no se acelera en bajadas pronunciadas, pues el sistema funciona como un freno motor.

Diferencias visuales

El modelo superior de la serie SL tiene el rasgo más indentificativo en la parte trasera. Estas novedades o diferencias son la tapa de carga integrada y el nombre del modelo resaltado en rojo. También hay embellecedores trapezoidales dobles en los tubos de escape ranurados en el exterior y en el lateral aparece el distintivo E Performance. De serie, equipa llantas de aleación AMG multirradio de 20 pulgadas optimizadas aerodinámicamente y pintadas en negro mate con acabado de alto brillo. Las dimensiones de los neumáticos en el eje delantero son de 265/40 y en el trasero de 295/35.

Además, al igual que en el resto de versiones, hay disponible diferentes opciones de personalización dentro del programa Manufaktur de la marca. Por ejemplo, el color Orange Flame Magno, nuevo y exclusivo para esta versión. Al igual que pueden equiparse numerosos paquetes de diseño o llantas de aleación ligera y forjadas de 20 y 21 pulgadas en diversas variantes de color. En el interior, Mercedes-AMG destaca las amplias opciones de personalización que se pueden equipar en el roadster. Cuenta con asientos deportivos AMG de ajuste eléctrico con tres programas de masaje y puede equiparse el paquete Energizing Plus, que combina funciones para los asientos y ambientes luminosos. Además, hay diferentes tapicerías disponibles.

Otra novedad de esta versión del SL es que se ha afinado la aerodinámica activa adaptada a la tecnología híbrida. Para ello, se ha equipado un elemento aerodinámico activo en los bajos de la carrocería delante del motor, que contribuye a equilibrar el comportamiento del coche. Es un elemento de serie, está hecho de carbono y ha sido desarrollado por AMG. Reacciona a los diferentes programas de conducción y se extiende automáticamente hacia abajo unos 40 milímetros a partir de una velocidad de 80 km/h.

Otro componente activo es el alerón trasero extensible integrado en la tapa del maletero. Cambia de posición en función de las condiciones de conducción. Además, el equipo de aerodinámica de AMG ha adaptado el software de control del modelo a las mayores prestaciones y se han modificado numerosos parámetros. De este modo, influye en el cálculo de la velocidad de marcha, la aceleración longitudinal y lateral y la velocidad de la dirección. A partir de velocidades de 80 km/h, el alerón adopta cinco nuevas posiciones angulares para optimizar la estabilidad de marcha o reducir la resistencia al aire.

Mejoras técnicas

Mercedes-AMG ha equipado de serie múltiples elementos para optimizar la dinámica del modelo. Uno de ellos es el tren de rodaje AMG Active Ride Control con estabilización semiactiva del balanceo. Los amortiguadores, regulables en rebote y compresión, disponen también de elementos hidráulicos semiactivos interconectados, que sustituyen a la barra estabilizadora de torsión convencional. Esta tecnología permite reducir los movimientos de balanceo de la carrocería y ofrecer una amplia gama de programas de conducción. Otro elemento de serie es la dirección activa del eje trasero. En función de la velocidad, las ruedas traseras giran en sentido contrario (hasta 100 km/h), o en el mismo sentido (a más de 100 km/h), que las delanteras. Por tanto, "el sistema permite un comportamiento de conducción ágil y estable a la vez", explica el fabricante.

Además, se ha equipado esta versión híbrida con un equipo de frenos cerámicos de alto rendimiento AMG de material compuesto, con pinzas fijas de seis pistones de color bronce delante y pinzas flotantes de un pistón detrás. Si se comparan con los frenos de modelos AMG con motor de combustión sin electrificación, son de mayor tamaño: los discos de freno carbonocerámicos en el eje delantero miden 420 x 40 milímetros y en el eje trasero 380 x 32 milímetros.