Radical SR10, un 'juguete' británico para circuito con motor EcoBoost cortesía de Ford

Radical, una compañía británica dedicada a la construcción y venta de vehículos de carreras fundada en 1997, acaba de fabricar la unidad número 50 de su SR10, lo que convierte a esta rabiosas máquina en el modelo con las ventas más rápidas de su historia. Este pequeño coche de competición ha sido diseñado y producido en el cuartel general de Radical, en la localidad británica de Peterborough, y recurre a un motor suministrado por Ford, aunque puesto a punto por Radical Performance Engines (RPE). Se trata de un EcoBoost turboalimentado de 2,3 litros y cuatro cilindros, aunque el turbocompresor de serie se ha sustituido por uno personalizado por Garrett, modificación a la que se suma un exclusivo sistema de escape y muchas otras piezas específicas, así como un mapa motor desarrollado en exclusiva para este modelo.

Una vez se ha completado todo este trabajo sobre el 2.3 EcoBoost, el propulsor toma su sitio en el chasis. El SR10 rinde unos impresionantes 430 CV de potencia y 515 Nm de par máximo, cifras brutales para un coche que tiene un peso de solo 725 kilos… Con semejantes cifras sobre la mesa (la relación peso/potencia es nada menos que de 586 caballos mecánicos por tonelada), este ligero vehículo se permite el lujo de pasar de 0 a 100 km/h en 2,4 segundos, alcanzando los 289 km/h como velocidad máxima. Y todo ello sin parabrisas delantero, lo que debe acentuar aún más las sensaciones al volante.

La fiabilidad como punto fuerte

Y no solo ha sido desarrollado para que sea potente y eficaz, sino que además Radical ha pensado en el bolsillo de los clientes, porque han diseñado todo para que sea lo más duradero posible. La idea de la marca es que cada vez que llevemos nuestro coche al circuito no nos acabe costando una fortuna en piezas, recambios y elementos que se desgastan o rompen demasiado temprano. Así, el SR10 dispone de una transmisión de seis velocidades derivada de los GT3 y con la firma de Hewland. Todo parece bien pensado y enfocado a la competición, hasta el punto de que Radical, por medio del cuadro de instrumentación digital que monta en el SR10, permite al piloto y a sus ingenieros y mecánicos leer de manera precisa toda la telemetría, e incluso ver en vídeo lo que está sucediendo en todo momento, por lo que estamos ante un ‘juguete’ de lo más completo.

Ahora, con la empresa británica trabajando a tope para entregar coches, el 2021 se antoja como año clave, pues en 2022, coincidiendo con su 25 aniversario, la compañía espera tener un buen puñado de unidades vendidas, ya que además los exporta a numerosos lugares del mundo, habiendo entegado ya más de 2.500 vehículos a lo largo de las dos últimas décadas.