Kawasaki ZX-4R, ZX-4RR y ZX-6R, o el regreso de las motos superdeportivas

Las motos deportivas dominaron el mercado en los años 90 del pasado siglo, pero en los últimos tiempos las tendencias han cambiado, especialmente a raíz de la crisis económica de 2008, cuando la industria apostó por modelos más racionales y asequibles, y más baratos de fabricar. Ahora las deportivas de los 90 tienen su homónimo actual en las maxitrail, cada vez más potentes y capaces, más polivalentes, y dotadas de una tecnología de primera línea, en muchos casos heredada del desarrollo realizado en competición. También las exigentes regulaciones sobre emisiones, y la presión normativa en materia de circulación, han terminado convirtiendo a las motos deportivas en un segmento de nicho en la industria motociclista.

Sin embargo, Kawasaki ha dado un giro a este planteamiento y ha decidido volver a apostar por las motos deportivas. Es una apuesta arriesgada pero, en cierto modo, tiene su lógica. La marca de Akashi es el único fabricante de Japón que no ha renovado su catálogo trail en baja y media cilindrada, como han hecho sus rivales nipones y la creciente competencia que llega de China. Por el contrario, como decimos, ha elegido renovar sus superdeportivas de baja y media cilindrada.

Para empezar, lanza las nuevas ZX-4R y ZX-4RR, unas deportivas ligeras de 400 cc, cilindrada muy de moda en Japón en la década de los 90 por cuestión de reglamentación interna, y que se mantenía en el mercado como un modelo con el que surtir a la categoría SSP300 del Mundial de Superbike.

Sin embargo, la moto que ofrece ahora Kawasaki no es una variación sobre el modelo precedente, un bicilíndrico más o menos capaz, sino una moto completamente nueva y más dotada en todos los sentidos, porque cuenta con un motor de cuatro cilindros en línea de carrera corta, que alcanza los 77 CV de potencia a 14.500 rpm. Es un motor puntiagudo y deportivo que alcanza su cota máxima de par motor, 39 Nm, a 13.000 rpm. Según Kawasaki, la potencia se maneja con soltura entre las 10.000 y las 15.000 rpm.

No se han escatimado medios para conseguir semejante rendimiento. Tiene árboles de levas forjados, válvulas de admisión y escape de gran tamaño con muelles triples y ángulo muy cerrado, cámaras de combustión mecanizadas, pistones con faldas recubiertas de molibdeno para mejorar su deslizamiento, bielas carburadas, cilindros fundidos a presión, cigüeñal con poca masa de inercia… Nada que envidiar a los modelos deportivos más importantes del mercado.

El bastidor es su única concesión a la sobriedad, con un chasis tubular de acero, y basculante también de acero fundido con forma de banana para hacer sitio a la salida del escape. Su geometría es deportiva, con cotas radicales (23,5 grados y 97 milímetros), una corta distancia entre ejes (1.400 mm) y un peso mínimo, con todos los depósitos llenos, de sólo 189 kilos, que lógicamente potenciará el carácter deportivo de esta moto.

Tiene doble disco delantero de 290 mm con pinzas monobloque de cuatro pistones de anclaje radial, y un disco trasero de 220 mm. Las suspensiones son Showa, con una horquilla de 37 mm y 120 mm de recorrido, regulable en precarga en el caso de la ZX-4RR, que también es multirregulable en el caso de la suspensión trasera, que además tiene 124 mm de recorrido, 10 más que en la ZX-4R.

Igualmente, llega muy equipada en el plano tecnológico. Tiene pantalla TFT de 4,3 pulgadas, cronómetro en modo circuito, conectividad, GPS y registro de datos de conducción. Obviamente, el público objetivo de este modelo es la gente joven o cualquier usuario, en general, que desee un modelo deportivo sin las complicaciones o los compromisos de las motos de gran cilindrada. La opción más básica, la ZX-4R, estará a la venta con un PVP de 9.450 euros, mientras que la ZX-4RR costará 10.150 euros.

Kawasaki ZX-6R

La firma verde se ha mantenido en el Mundial de Supersport con un modelo desfasado para el uso comercial, y que sólo tiene sentido en la competición. De hecho, hace años que ninguno de los fabricantes japoneses, eternos dominadores de la categoría desde los años 90, presenta un modelo nuevo, y ninguno de ellos lograría superar las exigencias de la normativa Euro 5. Habida cuenta de lo reducido que ha quedado su segmento ante la nueva orientación del mercado, no tenía sentido para estos fabricantes acometer los costes de desarrollo que supone la transformación de un modelo para cumplir los requisitos normativos, pero…

...pero Kawasaki ha decidido dar el paso y hacer lo necesario para que su ZX-6R vuelva a ser una moto comercial. Mantiene su configuración de cuatro cilindros en línea de 636 cc, con una potencia de 124 CV a 14.500 rpm, y dispone de una renovada electrónica y las modificaciones necesarias para cumplir con la Euro 5. Tiene acelerador electrónico, cuatro modos de conducción, control de tracción regulable en tres niveles, asistente de cambio que opera en ambos sentidos y embrague con control de par en las reducciones.

Exteriormente se ha renovado la carrocería y la iluminación, que es por ópticas LED híbridas monofoco, pero también cambian las suspensiones, con una horquilla multirregulable, así como el amortiguador, que tiene depósito de gas separado. Los discos de freno delanteros de 310 mm ya no son lobulados y cuenta con pinzas monobloque de cuatro pistones con anclaje radial, y bomba radial. El sistema ABS se ha actualizado para mejorar su rendimiento en conducción deportiva.

Incluso una deportiva como la ZX-6R no puede sustraerse a la cuestión de la conectividad, ya que permite emplear el teléfono móvil para registrar datos, o usarlo como GPS. La ZX-6R 2024 estará a la venta con un PVP de 13.150 euros.