La obligada evolución de la especie Mini, el último que tendrá depósito de gasolina

La marca británica Mini supo reinventarse a principios del siglo XXI con el nuevo Mini diseñado por el genial Frank Stephensson, y con ello se creó el Mini moderno, con un estilo similar en algunos aspectos. Pero incorporaba un cambio profundo en su filosofía: pasó de ser el coche pequeño y barato a convertirse en el vehículo pequeño, bien equipado y divertido de conducir, pero menos barato.

Con el paso del tiempo, el mercado pasó a enfocarse hacia el mundo del vehículo todocamino, coches más altos, con mayor altura libre al suelo y con una postura de conducción también más elevada. Y en algunos casos, también con tracción a las cuatro ruedas para permitir evolucionar de forma segura por caminos y pistas forestales. Y con ello llegó el Mini Countryman.

Ahora, el mercado evoluciona hacia la electrificación y nuevamente Mini se apunta a la evolución de las necesidades de los clientes. Y para ello ha lanzado este primer modelo, el Countryman SE, que ofrece un sistema híbrido enchufable que permite hacer hasta 42 kilómetros en modo solo eléctrico. Esta es la evolución de la especie que tendrá su continuación en el año 2019, cuando la marca lance al mercado su primer modelo cien por cien eléctrico. En este caso, será ya un modelo de enfoque eminentemente urbano y también más pequeño.

Esta versión híbrida enchufable que hemos probado esta semana es por ello la menos parecida al concepto del clásico Mini, pero mantiene algunos detalles propios de su evolución. Sus dimensiones son bastante más grandes, ahora cuenta con cuatro puertas amplias, con un habitáculo en el que viajan a gusto cinco personas y con un generoso maletero.

Esto hace que sea un poco menos Mini, sin duda, pero también consigue que sea un coche mucho más útil para el día a día, para hacer un viaje, para usar como un coche de enfoque familiar. Pero, ojo, el hecho de ser la versión híbrida hace que su maletero sea 42 litros más pequeño que el del Countryman de gasolina o diésel. Esto se debe al mayor tamaño de las baterías. Y el otro cambio importante, por la misma razón, es que el asiento trasero está posicionado tres centímetros más alto. Pese a ello, la habitabilidad de las plazas traseras es buena, tanto en espacio para piernas como en anchura e incluso en la cota de altura.

Su toque sobre la carretera también es diferente al del clásico Mini, el de un coche deportivo similar a un kart, con las suspensiones muy duras, la dirección muy rápida y con el asiento muy pegado al suelo. En este caso, el coche es más alto, lo que quita en parte ese toque de un kart, y también porque su tracción a las cuatro ruedas cambia en parte ese estilo de conducción tan característico de los Mini originales y de los nuevos Mini del siglo XXI.

En este modelo se ha combinado un motor de gasolina ya empleado en otros modelos de la marca, un eficiente tres cilindros de 136 caballos, junto a un motor eléctrico de otros 88 caballos. El primero de los motores mueve las ruedas delanteras, mientras que el segundo acciona las traseras. Con ello, podemos tener en un mismo coche tres tipos de vehículo: un tracción delantera con motor de gasolina o un vehículo de propulsión movido solo por electricidad; a estas dos posibilidades se suma una tercera que aporta la tracción total en un vehículo híbrido al funcionar juntos los dos motores. Y todo ello con una potencia combinada de 224 caballos.

El nuevo Mini enchufable dispone de tres modos de utilización que se pueden seleccionar desde el selector eDrive. Por un lado, tenemos el modo Auto eDrive con el que haremos una conducción exclusivamente eléctrica hasta 80 km/h, con el arranque adicional del motor de combustión a mayor velocidad, cuando se busca una aceleración especialmente potente o cuando la carga de la batería sea inferior al 7%.

En el modo de utilización Max eDrive, se hace una conducción exclusivamente eléctrica hasta alcanzar los 125 km/h, siempre que se conduzca con suavidad, porque de lo contrario se pondrá en marcha el motor de combustión. Y lógicamente, cuando se agotan las baterías, se vuelve a conectar el motor térmico.

Hay algunos datos muy importantes que no quiero dejar de contarles. Por un lado, que la autonomía en modo solo eléctrico es de 42 kilómetros según el valor homologado, mientras que sus baterías tardan en recargarse unas dos horas y media en un 'wallbox' de 10 A. Y un aspecto interesante: con respecto al Countryman normal, esta versión lleva un depósito más pequeño de gasolina o diésel, de 36 litros, lo que reduce su autonomía cuando no usamos la electricidad.

En cuanto a su precio, es de 37.500 euros, un precio sin duda caro, porque es una tecnología innovadora y porque debe llevar dos motores y un equipo de baterías mucho más grande que en un coche normal, lo que encarece su precio. Pero este modelo se podrá incluir en el plan que el Gobierno prepara para fomentar el coche alternativo menos contaminante.

Ficha técnica

• Motor gasolina: tres cilindros en línea.
• Potencia máxima: 136 CV a 4.000 rpm.
• Motor eléctrico: 88 CV.
• Potencia combinada: 224 CV.
• Par máximo: 345 Nm.
• Cilindrada: 1.499 cc.
• Combustible: gasolina.
• Velocidad máxima: 198 km/h.
• Aceleración de 0 a 100 km/h, 6,8 segundos.
• Tracción: 4x4.
• Consumo homologado en ciclo mixto: 2,1 litros.
• Dimensiones (longitud/anchura/altura), 4,30 x 1,82 x 1,56.
• Capacidad maletero: 405 litros.
• Peso en vacío: 1.735 kg.
• Precio: 37.500 euros.