La demanda de fármacos contra la obesidad supera a la oferta

Se espera que Mounjaro, el exitoso medicamento de Eli Lilly contra la diabetes, reciba la aprobación de la Administración Estadounidense de Alimentos y Medicamentos (FDA) como tratamiento contra la obesidad antes de finales de año, lo que provocaría un aumento de la demanda. Otra cuestión es si habrá suficiente cantidad del medicamento.

Tanto Lilly como su competidora, la danesa Novo Nordisk, que fabrica Ozempic y su fármaco hermano, Wegovy, están luchando por satisfacer la vertiginosa demanda de sus medicamentos. No existe una solución rápida, dada la complejidad que supone aumentar la capacidad de fabricación de las inyecciones. Ambas empresas invierten miles de millones de dólares al año para ponerse al día.

El jueves, las compañías anunciaron un crecimiento impresionante de sus carteras de productos para la diabetes y la obesidad. Las ventas de Wegovy, el medicamento de Novo contra la obesidad, se dispararon un 734%, hasta 1.370 millones de dólares, mientras que las de Ozempic, que también se utiliza para adelgazar, aumentaron un 56%, hasta 3.400 millones de dólares. Por su parte, Mounjaro, que también se prescribe para tratar la obesidad, registró unas ventas de 1.400 millones de dólares para Lilly. Ambos valores subieron en las operaciones matinales del jueves.

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Doug Langa, director de operaciones en Norteamérica de Novo, declaró durante la conferencia sobre resultados de la empresa que esta seguirá restringiendo el acceso a Wegovy para garantizar que los pacientes actuales puedan continuar accediendo al fármaco. La empresa añadió que sus perspectivas de ventas reflejan "continuas restricciones periódicas de suministro y notificaciones de escasez de medicamentos relacionadas en varios productos y zonas geográficas".

Lilly se enfrenta a sus propias limitaciones. Incluso sin un visto bueno oficial sobre la obesidad, la empresa afirmó que en el trimestre experimentó retrasos intermitentes en el cumplimiento de los pedidos de "ciertas dosis de Mounjaro, dada la importante demanda, lo que afectó al volumen". La empresa ha estado aumentando la capacidad de sus nuevas instalaciones cerca de Durham (Carolina del Norte) y está construyendo una segunda fábrica en el estado.

La dirección de Lilly declaró el jueves que está trabajando intensamente, tanto internamente como con terceros, para aumentar su capacidad. También espera aprender de los errores de Novo Nordisk. La firma danesa fracasó en el lanzamiento de Wegovy, lo que provocó repetidos desabastecimientos que le hicieron perder un tiempo valioso para situarse a la cabeza del lucrativo mercado de los medicamentos contra la obesidad.

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"Las limitaciones de suministro de GLP-1 de Novo siguen siendo un problema, que frena el crecimiento a medida que la empresa resta prioridad a las dosis iniciales de Wegovy para mantener a los pacientes existentes", escribió Evan Seigerman, analista de BMO Capital Markets. "Esto deja espacio para la tirzepatida de Lilly (principio activo de Mounjaro), cuya aprobación en obesidad se espera para finales de año".

Mantener el ritmo de la demanda exige inversiones en fábricas que tardan años en construirse. Los analistas de Morgan Stanley pronosticaron recientemente que el mercado mundial contra la obesidad tendría un valor de 77.000 millones de dólares en 2030. Mounjaro, Ozempic y Wegovy son inyectables, y su fabricación es compleja. Algunos medicamentos orales actualmente en fase de ensayo clínico, como el orforglipron de Lilly, son moléculas más pequeñas, más sencillas de producir. Según los analistas, es posible que las limitaciones de suministro solo se solucionen realmente cuando salgan al mercado los fármacos orales.

Es un problema, pero, por ahora, se espera que el suministro sea el factor determinante del crecimiento de ambas empresas.

*Contenido con licencia de The Wall Street Journal