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Los medicamentos para adelgazar apuntan al mayor pelotazo de la historia farmacéutica
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OZEMPIC Y MOUNJARO

Los medicamentos para adelgazar apuntan al mayor pelotazo de la historia farmacéutica

Ozempic, Mounjaro y otros medicamentos similares podrían ser la base de una de las mayores categorías de fármacos de todos los tiempos. He aquí por qué

Foto: Foto: EC Diseño.
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A medida que estalla el revuelo en las redes sociales en torno a fármacos como Ozempic y Mounjaro, los testimonios de los pacientes se centran no solo en el espectacular efecto que tienen en sus cinturas, sino también en lo rápido que muchos parecen volver a engordar si dejan de tomar las inyecciones.

Puede que esto no sea lo ideal para los pacientes, pero para Wall Street es más una ventaja que un inconveniente. Nada entusiasma más a los inversores que un producto cuyo mercado objetivo es masivo —más del 40% de los adultos estadounidenses son obesos— y que, además, debe tomarse indefinidamente.

Para encontrar un verdadero paralelismo con la bonanza actual, probablemente haya que remontarse a la revolución de los medicamentos contra el colesterol que comenzó en la década de 1990. Las estatinas, como Lipitor y Crestor, crearon una nueva categoría de medicamentos y generaron miles de millones de dólares para sus fabricantes porque el mercado era enorme —más de un tercio de los adultos estadounidenses cumplen los requisitos— y millones de personas las han tomado durante décadas. Desde entonces han pasado a ser genéricos, pero durante su apogeo, Lipitor, de Pfizer, se convirtió en el medicamento más vendido de todos los tiempos, con unas ventas anuales máximas de 13.000 millones de dólares.

Desde entonces, otros superventas como Humira, de AbbVie, para las enfermedades inflamatorias, y Keytruda, de Merck, contra el cáncer, han eclipsado a Lipitor en términos de ingresos anuales, pero estos fármacos exigen precios mucho más altos a un grupo más reducido de pacientes. Ahora, los analistas de Wall Street, incluido Barclays, predicen que estos nuevos medicamentos contra la obesidad podrían superar los 100.000 millones de dólares en ventas anuales, lo que los convertiría en una de las mayores clases de fármacos de todos los tiempos. Esto tendrá enormes repercusiones no solo para los inversores y los pacientes, sino también para los presupuestos sanitarios.

El analista Evan Seigerman, de BMO Capital Markets, cree que Mounjaro, de Eli Lilly, superará los 50.000 millones de dólares de ventas anuales. (Actualmente, Mounjaro solo está aprobado para la diabetes, pero Eli Lilly está buscando la aprobación de la Food and Drug Administration para la obesidad también). Para contextualizar, Humira alcanzó un máximo de unos 21.000 millones de dólares antes de enfrentarse a imitadores más baratos este año. Keytruda, actualmente el fármaco más vendido del mundo, debería alcanzar unos 30.000 millones de dólares en ventas anuales antes de perder la protección de la patente a finales de esta década. "Nunca ha habido nada seguro y eficaz para tratar la obesidad", afirma Seigerman.

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El entusiasmo viene impulsado por los datos realmente impresionantes de estos medicamentos, conocidos como GLP-1. Tanto Mounjaro como Wegovy, que comparte el mismo principio activo que el medicamento para la diabetes Ozempic de Novo Nordisk, pueden inducir a los pacientes a perder más del 15% de su peso corporal. Aunque en general los expertos los consideran seguros, aún no se conocen del todo los efectos a largo plazo de su administración, pero estos altos índices de pérdida de peso significan que, por primera vez, las personas obesas disponen de una alternativa médica seria a la cirugía bariátrica.

Pero como estos fármacos imitan una hormona que producimos para indicar a nuestro cuerpo que estamos saciados, dejar de tomar las inyecciones semanales puede suponer volver a engordar. La Dra. Devika Umashanker, directora médica del departamento de medicina de la obesidad del Hartford Healthcare Medical Group de Connecticut, afirma que un número significativo de pacientes recuperan peso cuando dejan de tomar el fármaco, sobre todo si no han hecho cambios reales en su dieta y su rutina de ejercicio. La Dra. Priya Jaisinghani, endocrinóloga y experta en medicina de la obesidad de la NYU Langone Health, advierte a sus pacientes que dejar el fármaco es un poco como dejar de ir al gimnasio después de haber seguido una rutina de ejercicio tres veces por semana. "Naturalmente, existe la posibilidad de volver a engordar si se deja de hacer lo que ha llevado a la pérdida de peso", afirma. Ambos médicos insisten en que es posible dejar de tomar los medicamentos y evitar el rebote, pero para ello es necesario comprometerse de por vida a modificar el estilo de vida y la dieta.

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La oportunidad comercial ha generado enormes ganancias en las acciones de Eli Lilly y Novo Nordisk, las dos empresas que lideran el proceso. El valor bursátil de Eli Lilly superó el miércoles los 400.000 millones de dólares, un umbral del que ninguna empresa farmacéutica puede presumir. Esta semana, Novo Nordisk comunicó que retendría temporalmente en EEUU algunas dosis iniciales de menor potencia de Wegovy, en un esfuerzo por salvaguardar el suministro a los pacientes actuales en medio de una demanda creciente.

Mientras tanto, las empresas, las aseguradoras y el gobierno están calculando los posibles costes. En una reciente conferencia sobre resultados, Andrew Witty, Consejero Delegado de UnitedHealth Group, señaló que las aseguradoras "tienen que tener muy claro qué pacientes se benefician realmente de estos medicamentos". Los pacientes también. Dado que estos medicamentos cuestan más de 10.000 dólares al año, los copagos prohibitivos para algunos harán difícil que muchos de ellos sigan tomándolos indefinidamente. El precio podría alimentar la desigualdad de acceso al tratamiento de una enfermedad muy prevalente entre las personas con rentas más bajas.

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Medicare sigue sin cubrir los medicamentos contra la obesidad, pero un reciente artículo del New England Journal of Medicine advertía de que, en el hipotético caso de que todos los beneficiarios de Medicare con obesidad utilizaran Wegovy, el coste superaría todo el presupuesto de la Parte D de Medicare. Y si solo el 10% de las personas obesas con Medicare lo tomaran al precio neto anual de unos 13.600 dólares, le costaría a Medicare casi 27.000 millones de dólares al año, según el estudio. A menos que el precio de lista de Wegovy se redujera en más de un 40%, el coste total del medicamento eclipsaría los beneficios que supondría para el sistema sanitario estadounidense la reducción de los niveles de obesidad, según un informe del Instituto de Revisión Clínica y Económica.

"Si se gasta todo el dinero en perder peso, no va a haber dinero para hacer otras cosas en sanidad", afirma el Dr. David Rind, jefe médico del ICER. La atención que fármacos como el Ozempic están suscitando en las redes sociales, impulsada por testimonios de ciudadanos de a pie y de famosos, demuestra lo popular que se está haciendo esta nueva clase de medicamentos. A Wall Street se le está abriendo el apetito.

*Contenido con licencia de The Wall Street Journal.

A medida que estalla el revuelo en las redes sociales en torno a fármacos como Ozempic y Mounjaro, los testimonios de los pacientes se centran no solo en el espectacular efecto que tienen en sus cinturas, sino también en lo rápido que muchos parecen volver a engordar si dejan de tomar las inyecciones.

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