Es noticia
Puedes tener un Ferrari por 25.000 dólares... pero será más pequeño de lo que imaginas
  1. Mercados
  2. The Wall Street Journal

Puedes tener un Ferrari por 25.000 dólares... pero será más pequeño de lo que imaginas

Con apenas 30 centímetros, los coches de amarre o 'minicoches' alcanzan velocidades estratosféricas y precios solo al alcance de los grandes coleccionistas

Foto: Juguetes de Ferrari en el 'Ferrari Racing Days'. (Getty/Gamma-Rapho/Antonio Ribeiro)
Juguetes de Ferrari en el 'Ferrari Racing Days'. (Getty/Gamma-Rapho/Antonio Ribeiro)
EC EXCLUSIVO Artículo solo para suscriptores

¿Le gustaría hacerse con un Ferrari en excelente estado por 25.000 dólares, o quizá con un Bugatti por un poco más?

No, no son robados, pero son un poco pequeños: miden entre 30 y 40 centímetros de largo, suelen tener un motor de un cilindro que les permite alcanzar los 160 kilómetros por hora. Bienvenido al mundo del coleccionismo de coches de amarre, también conocidos como minicoches, que empezó en serio después de la Segunda Guerra Mundial.

Es un mercado esotérico, sin duda, fuera del radar del coleccionista de arte convencional, por así decirlo, pero la gente que compra estos minicoches lo hace por las mismas razones por las que uno compra un cuadro hermoso: amor por la obra y el arte del diseño automovilístico. Y estos coleccionistas no son menos entusiastas de sus coches artesanales, que solían correr pero que (con los precios que obtienen ahora) suelen estar cubiertos por un vidrio en algún lugar destacado de la casa.

placeholder MovoSprint 52 Tipo Competition. (Finarte)
MovoSprint 52 Tipo Competition. (Finarte)

Dependiendo del coche, los precios oscilan entre los 5.000 y los 25.000 dólares, y probablemente más para los más raros. Uno de ellos es el "MovoSprint 52 Tipo Competition" de 1953, basado en el Ferrari Tipo 500, campeón de 1952, conducido por Alberto Ascari, uno de los pilotos italianos más famosos. Y la grave escasez en el nicho de mercado es un buen augurio para los precios futuros.

Hay un número limitado de ejemplares disponibles, y los que hay suelen venir con documentación, explica Nicholas Brawer, que no solo posee y dirige una galería boutique en Madison Avenue llena de coches de este tipo, así como prismáticos militares históricos y arte aeronáutico, sino que también conoce una cantidad asombrosa de antecedentes sobre muchos coches. Brawer es afable y apasionado de los coches, y es el pegamento que mantiene unido este mercado internacional, según varios coleccionistas.

Foto: Ferrari SF90 XX Spider.

"Los coches disponibles son cada vez más raros en gran parte porque un gran coleccionista, Eric Zausner, murió este año y dejó un gran número de coches al Museo Henry Ford y al Museo Speedway Motors de la Velocidad Americana", dice Brawer.

Al principio, estos coches estaban pensados para que el "conductor" corriera alrededor de una pista en torno a un punto central, con el modelo atado y dando vueltas alrededor del conductor. Pero son difíciles de controlar y a menudo se estrellan. No es una buena manera de tratar un objeto de colección, así que ahora se exhiben, sobre todo, igual que un Warhol. Los coches de la posguerra eran capaces de alcanzar los 160 km/h, pero los más nuevos pueden llegar a los 320 km/h como sus hermanos de tamaño natural.

Foto: Fernando Alonso, a su llegada al Gran Premio de F1 de Arabia Saudí. (Reuters)

Todos los coches de la galería de Brawer, por ejemplo, están en perfectas condiciones y se tratan con guante blanco. "Todo es cuestión de estado y procedencia", afirma. "Son el equivalente a los Old Timers, los días de los jugadores veteranos del estadio de los Yankees. No son juguetes, sino coches de carreras, aunque la mayoría de los coleccionistas no corren con ellos".

Elan Padeh, un promotor inmobiliario de 50 años, cuenta que cuando pasaba por la galería hace unos cuatro años, su novia se dio cuenta de lo interesado que estaba en los coches. Ella le compró uno por su cumpleaños y ahora tiene 50 minicoches que se agolpan en las esquinas de su piso. Ella está enfadada, pero solo un poco, dice él. "Me recuerdan a cuando mi padre me llevaba a las tiendas de carreras", rememora Padeh, que también colecciona arte. Son objetos de belleza "hechos a mano", "un arte perdido", y añade que no busca vender.

Foto: Fábrica de Volkswagen en Dresde, Alemania. (Getty/Sean Gallup)
TE PUEDE INTERESAR
Los fabricantes de coches invierten en minas para asegurarse minerales para baterías
The Wall Street Journal. Amrith Ramkumar

Cada coche es único, fabricado a mano por un "genio devorador de puros" de los talleres mecánicos de Italia, Estados Unidos y otros países, según Brawer. Como cualquier objeto de arte, un minicoche Brawer viene acompañado de un catálogo de 10 a 100 páginas. En él se describe el coche con todo lujo de detalles, con extractos de periódicos, historia, fotos antiguas y modernas, procedencia, especificaciones técnicas del motor y la carrocería y diagramas para los aficionados a los retoques.

Otro coleccionista, Steven Parker, de 66 años, oficial retirado del Ejército de EEUU y ahora ingeniero superior del Departamento de Defensa, cuenta que siempre le han entusiasmado las máquinas, especialmente los coches. Ha acumulado cuatro coches desde que empezó a coleccionarlos el año pasado.

Foto: Es una reproducción al 75% de su tamaño del Type 35 original, pensado para niños y "niños grandes".

Parker se describe a sí mismo como "un obseso de lo correcto", y le encanta que estos coches tengan una procedencia. También le gusta desmontarlos, limpiarlos, engrasarlos y volverlos a montar. Como a Padeh, a Parker le encantan los detalles y el diseño.

El ingeniero mecánico John Lorenz, de 81 años y académico jubilado, afirma ser un fanático de las carreras de coches desde la infancia, cuando su padre le compró un coche de carreras cuando solo tenía 10 años. Empezó a coleccionarlos en 1991, cuando empezó a buscarlos en las subastas de granjas del Midwest estadounidense, "y a partir de ahí todo fue cuesta abajo", bromea. Ha llegado a tener 500 coches en su colección.

*Contenido con licencia de "Barron's"

¿Le gustaría hacerse con un Ferrari en excelente estado por 25.000 dólares, o quizá con un Bugatti por un poco más?

Industria automóvil Lujo
El redactor recomienda