Prohibición de los coches de combustión en 2035: las 10 cosas que debemos saber
Conviene conocer la letra pequeña sobre la prohibición de vender coches de gasolina o diésel en la UE desde 2035, que también se llevará por delante vehículos que hoy consideramos de cero emisiones, y, sin embargo, no afectará a ciertas marcas
Días atrás, la Eurocámara ratificaba el acuerdo que prohíbe la venta de coches de combustión en todo el territorio de la Unión Europea a partir de 2035, y aunque ya parece todo explicado al respecto, todavía hay muchas dudas en torno a una medida que, por más definitiva que se anuncie, aún tiene que superar algún paso para su aplicación, empezando por su aprobación por parte de todos los estados miembros de la UE, una unanimidad que hoy no parece asegurada.
1. ¿Definitiva o 'casi' definitiva?
El primer punto que conviene aclarar es que la prohibición de los motores de combustión a partir de 2035 no es realmente definitiva, aunque la medida propuesta haya ido sumando sucesivos respaldos, como el de la Eurocámara hace unos días, cuando recibió 340 votos a favor y 279 en contra, además de 21 abstenciones. Pero ahora debe ser aprobada por unanimidad en el Consejo Europeo, es decir, por los presidentes de los 27 países que componen la UE, y eso podría no ser tan sencillo porque al menos un miembro, Italia, ya ha manifestado que no votará a favor antes de negociar.
2. ¿Qué tipos de vehículos?
Otro punto importante es saber a qué tipos de vehículos afectaría esa prohibición del 1 de enero de 2035. Porque la medida se centra en los turismos y vehículos comerciales ligeros (furgonetas), pero no afecta a los vehículos industriales, autobuses, autocares o vehículos agrícolas y de construcción. Y como se ha encargado de recordar en nuestro país la patronal del sector de las dos ruedas, Anesdor, tampoco están incluidos en la prohibición las motos y vehículos ligeros (categoría L), de modo que a partir de esa fecha se podrían seguir comercializando motocicletas, ciclomotores, triciclos y cuadriciclos (quads y microcoches) con motor de combustión.
3. Solo los vehículos nuevos
La prohibición de venta de coches y furgonetas con motor de combustión en 2035 se refiere solo a nuevas matriculaciones, de modo que se impedirá la comercialización de vehículos nuevos, pero no la de vehículos usados o previamente matriculados. Es decir, tanto los profesionales del sector como los particulares podrán seguir comprando o vendiendo turismos o furgonetas con motor de combustión a partir del 1 de enero de 2035, si esos automóviles han sido matriculados antes de esa fecha.
4. Los cero emisiones prohibidos
Curiosamente, hay un tipo de vehículo que hoy se clasifica como de cero emisiones cuya matriculación estará prohibida a partir de enero de 2035: los híbridos enchufables o PHEV. Y es que su condición de cero emisiones tiene que ver con la etiqueta medioambiental que reciben en países como el nuestro, donde la DGT los equipara a los eléctricos, pero no con su realidad técnica, pues los híbridos enchufables homologan bajas emisiones de CO₂, pero no cero emisiones. Porque sus mecánicas cuentan siempre con un motor de combustión que sirve de base al sistema híbrido, y lo que quiere prohibir precisamente la Unión Europea es cualquier tipo de motor de combustión en un turismo o furgoneta, tenga el papel que tenga en su funcionamiento. Por eso la prohibición afecta a todos los tipos de mecánica híbrida, y también a los motores de combustión que pueden funcionar con algún gas, como GLP (gas licuado del petróleo) o GNC (gas natural comprimido).
5. Los de combustión permitidos
La prohibición es clara: no se podrán vender turismos o furgonetas nuevas equipados con algún motor de combustión desde el 1 de enero de 2035. Pero hasta en eso hay letra pequeña, porque algunos sí se podrán seguir vendiendo. Y todo dependerá del fabricante y del número de unidades que vendan en la UE cada año, Porque si el número de coches vendidos por la marca está entre 1.000 y 10.000 unidades, que es el caso de constructores como Ferrari, Lamborghini o Rolls-Royce, se les concede una prórroga de un año, de manera que la prohibición les afectaría desde el 1 de enero de 2036. Pero si no alcanzan las 1.000 unidades, al estilo de marcas tan minoritarias como Lotus, Pagani o Morgan, la medida de la UE no va con ellos, y podrán seguir vendiendo sin restricción alguna. Como mínimo, curioso.
6. ¿Qué eléctricos se autorizan?
A partir del 1 de enero de 2035, y salvo las excepciones antes comentadas, los únicos turismos y furgonetas que podrán venderse serán los que realmente homologuen cero emisiones. Y eso, por ahora, limita la autorización a los vehículos eléctricos puros. Pero estos no tienen que ser necesariamente eléctricos de batería (BEV), sino que también pueden ser eléctricos que obtengan su energía de una pila de hidrógeno (conocida como pila de combustible), los llamados FCEV (fuel cell electric vehicles).
7. Combustión sin emisiones
Sin embargo, la Unión Europea quiere dejar la puerta abierta a tecnologías de propulsión que garanticen emisiones neutras de carbono, y ahí entrarían los e-fuels o combustibles sintéticos, que se producen mediante un método que consume CO₂ de la atmósfera, una eliminación de ese gas de efecto invernadero que compensa por completo la emisión del motor al quemar ese carburante. Es decir, los coches que utilicen un combustible sintético sí contaminarán, aunque mucho menos que si quemaran un combustible procedente de hidrocarburos y generando menos cantidad de CO₂ de la que se necesitó para fabricar ese carburante.
8. En 2035 no se prohíbe el uso
Lo que se quiere prohibir en la UE desde enero de 2035 es la venta de vehículos nuevos con motor de combustión, pero no su uso. Es decir, que hasta el 31 de diciembre de 2034, si todo se desarrolla como está previsto, podríamos comprar uno de esos turismos o furgonetas que luego dejarán de comercializarse, y seguir utilizándolo legalmente durante muchos años. Pero todo apunta a que, más adelante, también se pondrá un plazo a esa posibilidad; es decir, una fecha a partir de la cual ya no podríamos circular en un vehículo contaminante o que no sea neutro en carbono. Y aunque nada se ha aprobado definitivamente al respecto, ya hay un año que suena bastante: 2050. Sin embargo, parece que todo dependerá finalmente de cómo funcione la Europa de la electromovilidad.
9. Uso legal, pero restringido
El hecho de que a partir del 1 de enero de 2035 los ciudadanos de la UE podamos seguir circulando con vehículos contaminantes no significa que esa utilización vaya a ser fácil, cómoda y totalmente libre. Si ya en 2023 nuestra movilidad en coche o furgoneta depende de la zona, de la etiqueta medioambiental que luzcamos en el parabrisas o del ayuntamiento donde ese automóvil está domiciliado, es fácil pronosticar que esas trabas se intensificarán con el paso del tiempo, y que los desplazamientos de los vehículos contaminantes podrían restringirse de uno u otro modo como fórmula de presión al usuario a medida que pase el tiempo. ¿Cómo? Mayores impuestos, pago de peajes superiores a los de los vehículos sin emisiones, prohibición de moverse por determinadas áreas... Imposible saberlo hoy.
10. Pasos intermedios hasta 2035
Sin embargo, la prohibición no se ha planteado como una fecha alejada en la que todo se aplicará de golpe, sino como un proceso progresivo en el que el sector del automóvil deberá ir demostrando que reduce paulatinamente las emisiones de los coches que vende. En ese sentido, se anunció en su día que los fabricantes deberían reducir sus emisiones medias un 37,5% entre 2021 y 2030, pero la Unión Europea ha endurecido sus objetivos y exigirá en 2030 emisiones medias un 55% inferiores a las de 2021.
Si actualmente los fabricantes deben pagar severas multas cuando pasan de 95 gramos de CO₂ por kilómetro recorrido (95 euros por cada gramo de más, y multiplicado por el número de coches vendidos), a partir de 2030 se multará con ese mismo sistema a los que superen de media los 42,75 gramos de CO₂ por kilómetro, lo que conducirá a una masiva reducción de los turismos y furgonetas con motor de combustión unos cinco años antes de 2035. Una solución sería aumentar entre 2030 y 2035 la oferta de híbridos enchufables para reducir las emisiones medias, pero esa posibilidad se enfrenta a dos problemas: el primero, que esa tecnología quedará prohibida desde enero de 2035 y los fabricantes podrían dejar de invertir en ella; y el segundo, que la UE también quiere revisar los métodos de homologación de consumos y emisiones a partir de 2025, lo que podría perjudicar de forma especial a los híbridos enchufables, a los que se acusa con frecuencia de tener consumos y emisiones reales muy alejados de las cifras oficiales.
Días atrás, la Eurocámara ratificaba el acuerdo que prohíbe la venta de coches de combustión en todo el territorio de la Unión Europea a partir de 2035, y aunque ya parece todo explicado al respecto, todavía hay muchas dudas en torno a una medida que, por más definitiva que se anuncie, aún tiene que superar algún paso para su aplicación, empezando por su aprobación por parte de todos los estados miembros de la UE, una unanimidad que hoy no parece asegurada.