En 2023, invierte en ti mismo como invertirías en bolsa

¿Quieres que suba el precio de tus acciones en 2023? Los mismos principios que utilizan los inversores para crear riqueza pueden aplicarse para enriquecerse de otras formas. Del mismo modo que compramos acciones y bonos para generar crecimiento financiero, podemos construir una cartera para invertir nuestro tiempo y dinero ahora de forma que dé sus frutos en los meses y años venideros.

Invertir en nosotros mismos, o lo que los economistas llaman nuestro capital humano, puede ser una forma más productiva de enmarcar los esfuerzos para mejorar nuestras vidas. Diane Ring, decana interina y profesora de Derecho en el Boston College, ya ha investigado los nuevos avances en las inversiones en capital humano y la economía colaborativa. Señala tres grandes categorías de crecimiento que pueden alimentarse invirtiendo en nosotros mismos: profesional, personal y en salud.

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"Todas estas categorías están conectadas", afirma. "Imagínatelo como si quisieras obtener distintos tipos de beneficios. Todos son ligeramente diferentes, pero buscan la estabilidad, con el objetivo de jubilarnos de una forma que tenga sentido para nosotros mismos y nuestros planes".

Puedes utilizar las mismas ideas que guían tus objetivos de finanzas personales para invertir en tu carrera profesional, tu bienestar y tu felicidad. Si te centras en estas tres categorías, podrás avanzar en tus objetivos para 2023.

Establece un horizonte a largo plazo

Invertir en tu éxito a largo plazo va más allá de acciones puntuales como apuntarte a un gimnasio o llenar tu armario de ropa profesional. Estos objetivos para el futuro requieren gestión y atención para obtener recompensas más adelante, igual que la gestión de tu cartera de acciones.

"Invertir significa, en esencia, plantar una semilla y obtener beneficios más adelante", afirma Megan McCoy, profesora adjunta de Planificación Financiera personal en la Universidad Estatal de Kansas. "Tiene que conllevar un camino".

Para ello, la profesora McCoy sostiene que lo mejor es imaginarte la inversión como un largo camino con múltiples peldaños. Cada escalón te ayuda a visualizarte un paso más cerca del objetivo final. Estos mismos pasos también ofrecen oportunidades para hacer un seguimiento del progreso propio y plantearse las grandes preguntas sobre el rendimiento de la inversión.

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"Todo el mundo está tan sobrecargado de trabajo que creo que nos limitamos a sobrevivir en lugar de preguntarnos: '¿Qué me estimula intelectualmente? ¿Cuál es mi propósito? ¿Cuál es mi pasión? ¿Para qué hago todo esto?", afirma McCoy. "Hay que dedicar tiempo a desarrollar estos mapas internos".

No te olvides de diversificar

La profesora Ring explica que, al igual que no querrías invertir en exceso en una sola acción, tampoco querrías dedicar demasiada energía a un solo objetivo en detrimento de tus otros intereses.

Divide tu tiempo y atención a partes iguales entre tu carrera profesional, la inversión financiera, la inversión personal y la inversión en salud. Invertir demasiado en uno de ellos puede debilitar los otros, del mismo modo que invertir demasiado dinero en una sola empresa o sector puede perjudicar a tu cartera de acciones en general.

Al invertir en nosotros mismos, tenemos que protegernos para no quemarnos demasiado pronto, afirma Ring. "Si nos esforzamos tanto en el aspecto financiero, por ejemplo, aceptando un segundo trabajo para los fines de semana, hay que preguntarse si eso supone una carga para el aspecto personal y la salud. Eso podría afectar a tu capacidad para rendir en el trabajo", advierte.

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Págate dividendos

Según Katy Milkman, profesora de Operaciones, Información y Decisiones de la Universidad de Pensilvania, las investigaciones demuestran que tenemos mucho más éxito a la hora de conseguir un objetivo cuando se incluyen recompensas y otros incentivos por el camino.

En un estudio de 2021, la profesora Milkman y su colega Angela Duckworth, profesora que codirige la iniciativa Behavior Change for Good de la Universidad de Pensilvania, analizaron cómo los programas de incentivos afectaban a la asistencia al gimnasio. En uno de los resultados, los asistentes al gimnasio que se perdían una sesión de ejercicio recibían un incentivo extra —puntos de bonificación que podían convertir en dinero— si volvían después de haber faltado. En comparación con un grupo de control con placebo, este programa de incentivos aumentó las visitas al gimnasio en un 27%.

Las recompensas ayudan a convertir un objetivo a largo plazo —como empezar una nueva afición para enriquecer los años de jubilación o considerar más detenidamente cómo se utilizan las horas de trabajo— en una serie de objetivos a corto plazo.

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El profesor Milkman llama a esta estrategia "agrupación de tentaciones". Combinar ciertas tareas con una recompensa puede hacer que dejen de parecer un fastidio, afirma. "Si las combinas con algo que te resulte muy divertido, algo como 'solo puedo abrir mi cava favorito cuando prepare comida casera para mi familia' o 'solo puedo darme un atracón de mi programa de televisión favorito cuando estoy en el gimnasio', tendrás más éxito".

Esta estrategia también nos permite replantear estas aspiraciones como cosas divertidas, en lugar de tareas financieras o agobiantes. Traer amigos, unirse a un grupo o encontrar una forma de hacer más social un compromiso a largo plazo ayuda a más personas a cumplir su objetivo hasta el final, afirma Milkman. Incluso después de haber dado varios pasos, puede que compartir tus progresos con los demás y desempeñar el papel de "proporcionador de asesoramiento" te haga avanzar en tus propios objetivos.

"Cuando aconsejamos a otras personas sobre algo que nosotros también queremos conseguir, también vemos mejores resultados en nosotros mismos", explica. Así que dar consejos ayuda a quien los proporciona.

*Contenido con licencia de The Wall Street Journal