La extraña petición de Iberdrola a Enaire y la desaparición de los 'jets' del Ibex de los radares

A finales de julio, cuando los directivos estaban pensando en cogerse las vacaciones tras el 23-J, Enaire, el ente público que gestiona el tráfico aéreo en España, recibió una petición de información que desató el nerviosismo. Fue sobre el 20 de julio cuando Juan Emilio Sánchez Blanco, un directivo del área de Seguridad Corporativa de Iberdrola, pidió a la entidad dueña de Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA) el listado de todos los vuelos que había realizado el jet privado que la compañía energética alquila a Gestair para uso principalmente de su presidente, Ignacio Sánchez Galán.

Según se desprende de correos electrónicos internos, la solicitud se hizo a través del buzón de información general de Enaire, una vía que al parecer no era la correcta para facilitar esos datos tan sensibles. Sobre todo, según esos mails, no se podía verificar la identidad real del solicitante, que en Iberdrola se encarga de toda la infraestructura de movilidad en los viajes del presidente. Es decir, coches, aviones, guardaespaldas..., lo habitual en el primer ejecutivo de una empresa del tamaño de Iberdrola, la segunda con más capitalización del Ibex y la segunda más grande del mundo de las energías renovables.

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Ruth Ugalde

Por ello, Ignacio Ramón Entrena, jefe de los servicios jurídicos de la compañía pública, recomendó no facilitar la citada información e invitar al directivo de Iberdrola "a cursar su solicitad a través del portal habilitado al efecto https://transparencia.gob.es/". Elena Sanz-Guillén, la secretaria general del consejo de administración de Enaire, fue informada rápidamente, así como a Xavier Benavent, director general de operaciones; a José Luis Meler, director de navegación área; a Laura Garcés, subdirectora de la citada división, y a Estíbaliz Salazar, responsable de Relaciones Institucionales. Es decir, una buena parte del equipo directivo de la sociedad estatal fue puesta en alerta ante dicha petición, que preocupó por la extrañeza y por el momento, a unos días del mes de agosto.

El listado detalla todos los vuelos de la aeronave que Iberdrola alquila a Gestair para los desplazamientos de su presidente, tanto los de medio y largo radio como Madrid, Bilbao, Santiago de Compostela y, especialmente, Salamanca, el aeropuerto civil y militar más próximo a una de las fincas donde Galán suele pasar muchos de sus fines de semana. Unos vuelos, desvelados por El Confidencial el pasado 3 de mayo, que provocaron gran inquietud en la cúpula de la eléctrica, preocupada por la filtración de unos datos sensibles y que enfrentaban a la compañía a una contradicción: su mensaje de estar liderando el despliegue de energía renovable para combatir el cambio climático y el uso intensivo de uno de los medios de transporte más contaminantes para trayectos donde hay alternativas sencillas por carretera o tren.

Hasta el punto ha llegado la preocupación que el jet privado, cuya estela era seguida por las organizaciones medioambientales, ha desaparecido de las webs abiertas de seguimientos de vuelos. El Bombardier Global 6000 para 18 personas era usado por Iberdrola tanto para desplazamientos lejanos al otro lado del Atlántico, dados los intereses de la compañía en EEUU, Brasil o México, como para viajes de menos de 30 minutos. Estas plataformas de seguimiento de vuelos permitieron a sus usuarios obtener los vuelos de Elon Musk —algunos de nueve minutos— o del primer ministro de Reino Unido, cuya difusión provocaron una gran crisis reputacional por su corta dirección.

La de Iberdrola no ha sido la única aeronave que ha desaparecido de los radares de acceso público

Algunas fuentes indican que José Miguel Gordillo, el coronel de la Guardia Civil, fichado por Iberdrola como jefe global de seguridad hace poco más de un año, ha sido el que ha forzado el borrado de la cola del avión presidencial. Otras fuentes sostienen que la decisión ha sido de los servicios de seguridad del Estado, al aparecer, en la información publicada por El Confidencial, las numerosas veces que el jet aterrizaba en el aeropuerto de Matacán (Salamanca), de uso también militar. Desde la compañía, en cuya memoria anual la palabra clima y sus derivados aparecen 70 veces, 88 veces sostenibilidad, y 25 "transparencia", no han respondido a la llamada de este medio para conocer su versión y el motivo por el que su directivo ha solicitado a Enaire el uso del avión privado, cuyos datos están en manos de Gestair, al que le alquila la aeronave.

Uno de los últimos viajes de Galán ha sido a Nueva York para asistir a la cumbre del clima, organizada por Naciones Unidas, al ser Iberdrola una de las primeras empresas del mundo en presentar el Plan de Transición al Clima, que detalla "la hoja de ruta y las acciones para combatir el cambio climático", según un comunicado realizado por la compañía el pasado 20 de septiembre.

La de Iberdrola no ha sido la única aeronave que ha desaparecido de los radares de acceso público. Telefónica ha hecho lo mismo con el avión, en este caso en propiedad, que emplea su presidente, José María Álvarez Pallete, para sus viajes corporativos. Como el que hizo a principios de septiembre a Riad para reunirse con los responsables de Saudi Telecom Company, su nuevo accionista sorpresa, o los últimos a Bruselas y Nueva York de hace poco más de una semana. Un jet que se le había quedado viejo y que la operadora ha vendido por unos 35 millones, dinero que ha invertido en comprar otro más moderno y menos contaminante, un Gulfstream 650, por casi 70 millones.