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A Solaria se le atraganta 2024 y se pone al frente de las dudas sobre las renovables
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Pierde un 21% de su valor en el año

A Solaria se le atraganta 2024 y se pone al frente de las dudas sobre las renovables

La compañía fotovoltaica ha protagonizado un inicio de año para olvidar, con 12 sesiones de 13 en rojo y un recorte acumulado superior al 21%

Foto: Paneles solares. (Europa Press/Eduardo Parra)
Paneles solares. (Europa Press/Eduardo Parra)
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Mientras Grifols acapara la mayor parte de los focos en este arranque de año, otra compañía del Ibex viene protagonizando un estreno de ejercicio para olvidar. Este jueves, Solaria cerró con un recorte del 0,95%, un tropiezo que no tendría más historia si no fuera porque representa su decimosegunda jornada en rojo en las 13 sesiones que han transcurrido en el ejercicio (Grifols, sin ir más lejos, suma cuatro sesiones en positivo en el año, por una de Solaria). Desde que se inició 2024, el valor de sus acciones se ha hundido un 21,4%, retrocediendo a sus niveles más bajos desde el pasado noviembre.

El gráfico de Solaria ofrece claras pistas de los problemas que lastran su cotización. Si hace unos meses el grupo dirigido por Enrique Díaz-Tejeiro se erigía en uno de los más favorecidos por la expectativa de un viraje en la dinámica de los tipos de interés (en los tres últimos meses de 2023 llegó a remontar más de un 40%), la creciente sensación de que las bajadas de tipos podrían llegar más tarde de lo que se venía asumiendo en los últimos meses ha provocado un ajuste brusco de las expectativas.

Este movimiento no ha sido, ni mucho menos, exclusivo de Solaria. Un repaso a los valores de la bolsa española en el inicio de ejercicio muestra compañías como Soltec, Acciona Energía (a pesar de recuperar este jueves un 2,6%) o Grenergy entre las que acumulan un peor desempeño, mientras que los índices europeos de energías renovables también registran caídas de hasta doble dígito.

La situación de tipos de interés más altos que se ha configurado en Europa en los últimos ejercicios ha representado un escollo contundente para el sector de las energías limpias, necesitado de ejecutar un intenso volumen de inversiones que resultan menos atractivas en estas condiciones.

Foto: EC.

Pero Solaria no parece estar en una situación especialmente preocupante en este sentido. Especialmente después de acordar el pasado septiembre con el BEI un importante acuerdo de financiación para sus proyectos.

"En un contexto de tasas de interés elevadas, una parte de los más de 43.000 MW que obtuvieron la declaración de impacto ambiental (RDL 23/2020) el pasado mes de enero tendrá dificultades a la hora de acceder a financiación o será descartada por una rentabilidad inferior a sus costes de capital, lo que derivará en una menor capacidad renovable conectada de la prevista y pondrá en valor los activos finalmente conectados a la red", indicaba en un informe reciente Eduardo Imedio, analista de Renta 4. Este apuntaba, sin embargo, que "Solaria, gracias al acuerdo con el BEI y una estricta disciplina financiera, con la que ha logrado financiar la construcción de más de 3 GW sin utilizar recursos propios más allá de la propia generación de caja de la compañía, parte en una posición de ventaja para la construcción de su cartera de proyectos, lo que reforzará su posición competitiva en el medio plazo".

Goldman calcula que el coste de la deuda de Solaria es inferior a la media del sector

Goldman Sachs calculaba en un informe reciente que la compañía con sede en la calle Princesa de Madrid enfrentará en 2024 unas necesidades de financiación de 321 millones de euros (59 millones por refinanciación y 262 por el flujo libre de caja negativo), que, en el momento de la elaboración de la nota, representaba el equivalente al 14% de la capitalización de Solaria (con cifras actuales, un 17,5%), lo que se situaba ligeramente por encima de la media de sus competidores, pero con un coste actual de su deuda sensiblemente inferior (un 3,1% frente a un 4,2%).

Lo cierto, en cualquier caso, es que los problemas que encara la industria de las renovables van más allá de la simple volatilidad en la expectativa de los tipos de interés. Como observa Sonia Ruiz de Garibay, analista de Mirabaud Securities, el sector se ha enfrentado en las últimas semanas a una amplia serie de contratiempos, entre los que se podrían incluir los persistentes retrasos en la autorización de proyectos que afectan al negocio en España; los efectos de la crisis del mar Rojo, que amenazan con provocar un incremento en los costes de importación de componentes clave, o la evolución de las materias primas. Este último sí puede ser visto como un elemento clave para las cuentas de Solaria (y de Acciona Energía) en el corto plazo.

"El precio del gas ha comenzado el año con descensos, a pesar de registrar unas semanas de fuerte frío en Europa y de los ataques en el mar Rojo. El precio del gas TTF ha caído por debajo de 30 EUR/MWh, mínimos desde el mes de julio. Por el sistema marginalista del mercado eléctrico, el precio del gas fija en la mayoría de días el precio de la electricidad en el mercado mayorista", explica Eduardo Imedio.

El impacto del gas

Desde Goldman Sachs, resaltaban recientemente que Solaria se encontraría, junto a Acciona Energía y la finlandesa Fortum, entre las firmas del sector más expuestas (en su caso, por falta de coberturas) al impacto de las fluctuaciones de los precios a las que puede conducir la caída del gas. Así, el banco estadounidense ajustaba sus previsiones de beneficios de la compañía de Díaz-Tejeiro en 2024 en un 5,8% y en un 3% en 2025.

Considerando todas estas cuestiones, el fuerte castigo acumulado por Solaria en el arranque de 2024 puede leerse como un simple ajuste de expectativas en un valor que, no se puede perder de vista, suma unos retornos en el último lustro muy superiores a sus competidores y hasta siete veces por encima de la media del Ibex 35.

De hecho, en diciembre y pese a mantener una visión positiva sobre el negocio, Renta 4 decidió retirar el consejo de compra que tenía sobre la compañía al considerar que sus buenas perspectivas ya estaban suficientemente reflejadas en su valoración. Y una decisión similar adoptó JB Capital en los primeros compases de 2024.

Foto: Carles Puigdemont pasa junto al presidente, Pedro Sánchez, y el ministro de Exteriores, José Manuel Albares. (EFE/Ronald Wittek)

Pero cabe señalar que esta no es la tónica dominante, ya que, según los registros de Bloomberg, el 60% de las firmas que cubren el valor aconseja comprar sus títulos. Entre ellas, se encuentra Bestinver Securities, que este mismo jueves ha reiterado su visión favorable, tras elevar el precio objetivo que le otorga a un rango entre 19 y 20 euros, lo que implica un potencial de al menos el 30%.

"Tras la reciente debilidad del mercado, el precio de las acciones de Solaria implica un escenario demasiado pesimista, que supone que la compañía alcance una capacidad instalada de 3,3 GW en 2025. Esto se compara con la situación de la compañía de 3,1 GW en operación y en construcción. El mercado prácticamente no paga por los proyectos en cartera", indica Daniel Rodríguez, analista de la firma.

El precio de las acciones de Solaria implica un escenario pesimista, que supone que alcance una capacidad instalada de 3,3 GW en 2025

El propio Imedio, de Renta 4, considera que las caídas recientes podrían justificar un cambio en su visión cauta sobre Solaria y el resto del sector. "Pensamos que de continuar las caídas con las que ha arrancado el año, se podría generar una oportunidad de volver a tomar exposición a renovables. Nuestras perspectivas de fondo para el sector continúan siendo muy positivas, con una Europa que además de tener como objetivos la descarbonización y electrificación de la economía, necesita ganar en independencia energética para reducir su exposición a la evolución del precio del gas", explica el analista, que ve que “las energías fotovoltaica y eólica (excluyendo la offshore) han reanudado su tendencia de reducción en costes, y las vemos como las alternativas más competitivas”.

Unas fortalezas que, en todo caso, a Solaria le están luciendo poco en 2024. Quizá, como apunta Ruiz de Garibay, haya que esperar a la próxima presentación de resultados, prevista para el 29 de febrero, para que la compañía pueda exponer ante los inversores suficientes argumentos como para vencer sus recelos.

Mientras tanto, tendrá que apelar a los descuentos acumulados con las caídas recientes para tratar de taponar un declive que solo el colapso de Grifols ha logrado eclipsar.

Mientras Grifols acapara la mayor parte de los focos en este arranque de año, otra compañía del Ibex viene protagonizando un estreno de ejercicio para olvidar. Este jueves, Solaria cerró con un recorte del 0,95%, un tropiezo que no tendría más historia si no fuera porque representa su decimosegunda jornada en rojo en las 13 sesiones que han transcurrido en el ejercicio (Grifols, sin ir más lejos, suma cuatro sesiones en positivo en el año, por una de Solaria). Desde que se inició 2024, el valor de sus acciones se ha hundido un 21,4%, retrocediendo a sus niveles más bajos desde el pasado noviembre.

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