Javier Botín inyecta otro millón de euros en el Palacio de Villagonzalo, sede de JB Capital

Francisco Javier Botín Sanz de Sautuola O'Shea, fundador de JB Capital Markets e hijo del fallecido Emilio Botín, ha realizado una nueva inyección de fondos, de un millón de euros, en Inversiones Peña Cabarga, la sociedad tenedora del Palacio de los Condes de Villagonzalo, ubicado en pleno centro de Madrid y, tras su remodelación en 2020, sede de su banco de inversión

En esta ocasión, Javier Botín ha aportado el millón de euros a través de una ampliación de capital realizada el pasado 8 de agosto, según consta en el Registro Mercantil, lo que dispara el capital resultante suscrito por el hermano de Ana Botín en los tres millones de euros en Inversiones Peña Cabarga, participada en un 90% por Inversiones Zulu SL y en un 10% por JB Capital.

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E. Sanz

Una aportación de fondos que se realiza tras los números rojos que arrastra la empresa, que cuenta con el Palacio de los Condes de Villagonzalo como único activo. Además, el montante coincide exactamente con un préstamo que suscribió con su matriz, Inversiones Zulu SL, por lo que los fondos podrían haber sido aportados para dicho pago, aunque desde la sociedad han descartado realizar cualquier tipo de comentario a El Confidencial.

El millón de euros se inyecta en una sociedad que tiene valorado el inmueble en casi 41,5 millones y que comenzó a explotar el Palacio de los Condes de Villagonzalo en el tercer trimestre de 2020, mediante su uso por Inversiones Peña Cabarga y por JB Capital tras un contrato de arrendamiento. Una actividad que le ha reportado unos ingresos de 1,85 millones de euros en 2021, último ejercicio presentado, aunque sus gastos, al ser superiores, provocaron que perdiera más de 390.000 euros.

Unos números rojos que se sitúan próximos a los 3,5 millones desde su constitución y que Javier Botín, consejero también en Banco Santander, confía en dejar atrás, puesto que la sociedad ya ha comenzado a generar flujos de caja operativos positivos. Así, en opinión del administrador y atendiendo al plan de negocio, generará resultados positivos en el corto o medio plazo. No obstante, la sociedad presenta un fondo de maniobra negativo temporal, aunque "cuenta con recursos propios y liquidez suficientes y con el apoyo financiero de sus socios", como reconocía en su última memoria abreviada. Una ampliación de capital que es una clara muestra de ello.

No obstante, esta aportación de fondos es la más pequeña que ha realizado Javier Botín en los últimos años. Por ejemplo, el 20 de julio de 2018 se aprobó una aportación dineraria no reintegrable, con carácter de irrevocable, de cuatro millones de euros; en 2019 se realizaron dos por cinco y 26,89 millones, si bien esta última aportación atendió parcialmente la misma mediante la compensación de un préstamo, y en 2020 hubo otra aportación de dos millones de euros.

El Palacio del Marqués de Ustáriz, como también se conoce, fue comprado por Javier Botín en 2014 por unos 19 millones de euros a Juan Antonio Roca, testaferro que fue encarcelado por la operación Malaya, y en agosto de 2020, una vez reformado, el Ayuntamiento de Madrid concedió la licencia de primera ocupación y funcionamiento del edificio. Se trata de uno de los escasos palacios del siglo XVIII todavía en pie y tiene 11.538 metros cuadrados de oficinas, 90 plazas de aparcamiento y una vivienda de casi 500 metros distribuida en dos plantas.