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Javier Botín consigue luz verde al gimnasio en el Palacio de Villagonzalo, sede de JB Capital
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CONSIGUE UN 10% MÁS DE EDIFICABILIDAD

Javier Botín consigue luz verde al gimnasio en el Palacio de Villagonzalo, sede de JB Capital

Javier Botín, fundador del banco de inversión JB Capital, podrá aumentar en un 10% la edificabilidad del histórico Palacio de los Condes de Villagonzalo

Foto: Palacio de los Condes de Villagonzalo.
Palacio de los Condes de Villagonzalo.
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Francisco Javier Botín Sanz de Sautuola O'Shea, fundador del banco de inversión JB Capital e hijo del fallecido Emilio Botín, podrá aumentar en un 10% la edificabilidad del histórico Palacio de los Condes de Villagonzalo —también conocido como Palacio del Marqués de Ustáiz—, actual sede de la compañía. Y podrá utilizar dicha edificabilidad para instalar un comedor o un office, un gimnasio y una cocina para los empleados, dotaciones, todas ellas, con las que se pretende "complementar el confort de los usuarios" del edificio.

La comisión de Urbanismo de este miércoles daba luz verde a la aprobación definitiva del plan especial para la parcela situada en la calle San Mateo, número 25, donde se ubica dicho palacete, una aprobación que deberá ser ratificada en el próximo pleno del Ayuntamiento de Madrid.

El plan especial ha sido promovido por Inversiones Peña Cabarga, propietaria del inmueble y una sociedad administrada por Javier Botín. Un plan que comenzó a tramitar en 2015, con el objetivo de aumentar la edificabilidad de este icónico edificio en unos 500 metros cuadrados —hasta un total de 5.057 metros—, aproximadamente, ubicados en el sótano del edificio, para acoger determinadas instalaciones que permitan "mejorar la adaptabilidad y funcionalidad del edificio".

El objetivo es aumentar la edificabilidad en unos 500 metros en el sótano del edificio

Actualmente, dicho sótano se encuentra dividido en dos núcleos, Serrano Anguita y San Mateo, que no pueden comunicarse entre sí, de tal manera que la ampliación permitiría la comunicación entre ambos, lo que daría mayor flexibilidad a los usuarios del edificio, es decir, a los empleados de JB Capital, según la documentación consultada por El Confidencial.

En dicho sótano ampliado se prevé realizar un comedor de mayores dimensiones —unos 90 metros cuadrados— y "un office dotado de cafeteras, nevera, lavavajillas, fregadero, vending, microondas y menaje, para uso privado de los trabajadores, también almacenes y armarios, para suplir la demanda existente de almacenaje". Pero también se contempla un gimnasio privado —de unos 80 metros cuadrados—, también para los trabajadores, "dotado de aseos y vestuarios tanto femenino como masculino". Eso sí, la parcela donde se ubica el edificio cuenta con un jardín protegido, por lo que especifica que la ejecución de la edificabilidad bajo rasante no puede realizarse en el suelo ocupado por el jardín.

En dicha documentación se recoge asimismo que el coste de ejecución apenas llega a los 350.000 euros, inversión que será asumida íntegramente por el propietario del edificio, y es que se da la circunstancia de que el sótano del edificio ya se encuentra completamente excavado, por lo que las obras únicamente consistirían en adecuar los espacios para implantación de los usos y actividades previstos, aprovechando la edificabilidad remanente de la edificación.

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Foto: EC.

Asimismo, se prevé un montacargas que conecte la planta baja con el sótano, "con el fin de poder trasladar con mayor facilidad el mobiliario y emplatados, al momento que puedan realizarse conferencias, charlas y/o eventos en las salas de uso polivalente de la planta baja", además de desplazar la cocina existente para tener una de mayor tamaño "de uso similar al doméstico", recuperando la bóveda de ladrillo de la estancia de la actual cocina, que eran las antiguas carboneras del palacio.

Adquirido a Juan Antonio Roca

Según la documentación consultada, los primeros datos sobre el edificio datan del año 1748. "Se trata de una casa madrileña del siglo XVIII y estilo Neoclásico, propiedad en sus orígenes del marqués de Ustáriz. Originariamente, estaba compuesta por viviendas descritas como cuarto bajo, principal y segundo; cocheras y sobre las mismas cuartos de criados, granero y pajar. El resto de la parcela estaba destinado a jardín, huerta y caballerizas. El conjunto de la edificación presentaba forma de U".

Según recoge la Guía del COAM, "es uno de los escasos palacios del siglo XVIII que se mantienen todavía en pie. La finca perteneció a Casimiro de Ustáriz Suárez de Loreda, marqués de Ustáriz, secretario de Estado y Guerra, por venta judicial en 1748 de los bienes de la testamentaría de la duquesa de Serra, para el pago de sus acreedores. El marqués murió en 1751 y de sus sucesores pasó a los condes de Villagonzalo, quienes también construyeron el palacio de enfrente".

En torno a 1759, el palacio pasó a manos de la familia Maldonado Boil de la Escala y Rodríguez de las Varillas, condes de Villagonzalo, y en 1878 fue reformado y una de las cocheras derribada con el objetivo de ampliar el palacio. Ya en pleno siglo XX, en concreto en 1997, con la aprobación del Plan General de Ordenación Urbana de Madrid, fue catalogado con un grado de protección singular —al igual que su jardín—, aunque no se encuentra declarado Bien de Interés Cultural (BIC) ni existe expediente incoado en este sentido.

placeholder Palacio de los Condes de Villagonzalo, antes de la reforma. (MVN Arquitectos)
Palacio de los Condes de Villagonzalo, antes de la reforma. (MVN Arquitectos)

Inversiones Peña Cabarga —entre cuyos accionistas figuran Inversiones Zulu, también de Javier Botín, y la propia JB Capital Markets— adquirió este singular edificio decimonónico en 2014 por unos 19 millones de euros a Juan Antonio Roca, testaferro encarcelado por la operación Malaya, y en agosto de 2020, una vez reformado, el Ayuntamiento de Madrid concedió la licencia de primera ocupación y funcionamiento del edificio. La compañía y el consistorio firmaron asimismo un convenio de colaboración por el que la firma de Javier Botín se comprometía a costear y ejecutar la reurbanización del entorno.

Fue entonces, después del verano de 2020, cuando JB Capital dejó el complejo financiero de Azca para trasladar su sede a este palacio, en el popular distrito de Chueca, en la calle San Mateo 25.

En 2010, antes de que Javier Botín se hiciera con el edificio, arrancó el primer proyecto para la rehabilitación integral del palacio, si bien no llegó a concluirse y quedó en el aire hasta que en 2016 el financiero reanudó las obras para continuar con la rehabilitación tanto del edificio del palacio como del jardín, con el objetivo de albergar un edificio de oficinas y una vivienda.

Aquellas obras concluyeron en 2020 y fue entonces cuando JB Capital trasladó allí su sede: 11.538 metros cuadrados de oficinas, 90 plazas de aparcamiento y una vivienda de casi 500 metros distribuida en dos plantas.

Francisco Javier Botín Sanz de Sautuola O'Shea, fundador del banco de inversión JB Capital e hijo del fallecido Emilio Botín, podrá aumentar en un 10% la edificabilidad del histórico Palacio de los Condes de Villagonzalo —también conocido como Palacio del Marqués de Ustáiz—, actual sede de la compañía. Y podrá utilizar dicha edificabilidad para instalar un comedor o un office, un gimnasio y una cocina para los empleados, dotaciones, todas ellas, con las que se pretende "complementar el confort de los usuarios" del edificio.

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