El BCE ejecuta una desinversión mensual récord en deuda pública española
El banco central redujo la tenencia de bonos españoles en 5.220 millones en agosto, el mayor recorte de inversión en un mes de la historia. El BCE está reduciendo su balance
El Banco Central Europeo (BCE) no solo ha subido tipos para combatir la inflación, también está drenando de liquidez la economía con la reducción de su balance. La autoridad monetaria está sacando del mercado miles de millones de demanda de bonos todos los meses. En agosto, realizó una desinversión récord en deuda española.
La autoridad monetaria redujo el balance en 15.000 millones mensuales entre marzo y junio y, después, dio una vuelta de tuerca más, al dejar de adquirir los vencimientos del programa APP, que es con el que históricamente ha comprado bonos, con excepción del paquete especial que sacó durante la pandemia (PEPP), de 1,7 billones.
El objetivo del BCE, con ello, es drenar de liquidez la economía y contribuir, también por esta vía, a un endurecimiento de las condiciones de financiación que contribuya a un menor dinamismo de la actividad económica. Es decir, que se reduzca la demanda y con este enfriamiento, aun a riesgo de recesión, se reduzcan las expectativas de inflación.
Pero esto se traduce en que los Estados pierden a su principal inversor. El BCE acumula el 32% de la deuda emitida por el Tesoro español, pero este porcentaje va a ir reduciéndose. En agosto, la disminución de la tenencia de deuda española, tanto pública, principalmente, como privada, alcanzó niveles récord. El descenso fue de 5.220 millones, según datos del Banco de España, hasta los 616.463 millones.
El banco central fue el principal comprador de deuda española durante la pandemia, y permitió que las primas de riesgo se mantuvieran a raya. Después de un titubeo inicial en marzo de 2020, cuando la presidenta del BCE, Christine Lagarde, llegó a decir que evitar la fragmentación financiera no era un objetivo —palabras que fueron matizadas por el propio BCE—, la institución se puso como meta, precisamente, evitar este riesgo. Y sigue en ello.
La tenencia máxima de deuda española por parte del BCE en el balance fue en septiembre del año pasado, 628.174 millones, un 87% más que en febrero de 2020, antes del confinamiento. Desde entonces hasta julio, la cifra ha ido oscilando en torno a una senda descendente que acumuló una reducción de 5.246 millones, muy inferior al descenso general de deuda en el balance ante la flexibilidad que maneja la institución con los vencimientos del PEPP para evitar la fragmentación financiera. En este periodo, el volumen total de bonos en el balance del BCE se redujo en 105.704 millones.
Pero en agosto, ya con la reducción de balance sin reinvertir los vencimientos del APP, la reducción ha continuado y ha sido récord mensual tanto para la reducción de bonos en general como para los españoles en particular. En el primero caso, hay una bajada de 34.044 millones, hasta los 4,815 billones. Y, en el segundo, de 5.220 millones, hasta los 616.463 millones.
En agosto la reducción ha continuado y ha sido récord mensual para la reducción de bonos en general y para los españoles en particular
Las estadísticas del supervisor español aglutinan tanto deuda pública (la parte más importante) como deuda corporativa, que incrementó su peso con el PEPP. Si se tiene en cuenta solo deuda pública a través del programa APP (que es con el que reduce balance, sin contar con el PEPP, donde sí reinvierte vencimientos), el BCE tenía en agosto un volumen de deuda pública española, según datos del propio banco central en este caso, de 309.841 millones, frente a los 316.322 millones de diciembre. La autoridad monetaria contaba, en total, con 2,65 billones de bonos soberanos, tras un descenso de 16.598 millones.
Principal tenedor de deuda
El Tesoro español debe diversificar los compradores de deuda con los tipos de interés de referencia ya en el 4,5%, tras la subida de la semana pasada del BCE, que en año y medio los ha llevado a un paso del máximo histórico desde el 0%. Con el aumento de tipos, los bonos son más atractivos para inversores institucionales como fondos o aseguradoras, así como las letras para los particulares.
Pero esta demanda no sustituye el potencial comprador del BCE. La prima de riesgo se ha instalado por encima de los 100 puntos básicos, y el bono español a 10 años cotiza con una rentabilidad del 3,8%, lo que supone el nivel más alto desde 2014, año en que reculó desde el pico alcanzado en la crisis de deuda, por encima del 6%.
En este contexto, el coste medio de la deuda en circulación ha pasado del 2%, cota que superó en julio y que mantuvo en agosto, según datos del Tesoro. Ha venido incrementándose desde el mínimo del 1,541% de marzo de 2022. El organismo que dirige Carlos Cuerpo trató de alargar la vida media de la deuda aprovechando los niveles históricamente bajos de los tipos de interés, pero eso no evita que se disparara el coste de financiación este año.
El Banco Central Europeo (BCE) no solo ha subido tipos para combatir la inflación, también está drenando de liquidez la economía con la reducción de su balance. La autoridad monetaria está sacando del mercado miles de millones de demanda de bonos todos los meses. En agosto, realizó una desinversión récord en deuda española.