La impaciencia pasa factura a los inversores jóvenes: dos de cada tres pierden dinero

"Empecé invirtiendo 100 euros en ethereums y bitcoins cuando había bajado el precio. Luego subió un poco y ganó 20 euros. Más tarde, invertí 300 euros, pero con la caída que dio, me quedé con alrededor de 150 euros. Después lo hice en Coinbase [una plataforma de negociación de criptoactivos]. Iba metiendo unos 50 euros al mes cuando veía que bajaban de precio (esperando un alza a futuro). Decidí sacar todo lo que quedaba porque solo descendía… y para perder más dinero, mejor no continuar". Como el caso de Álvaro Martínez, de 26 años, muchos jóvenes se aventuran a invertir. Sin embargo, a la mayoría no les va como les hubiese gustado.

Los últimos datos, según un informe realizado por el bróker XTB ¿Cómo invierten los jóvenes españoles?, señalan que dos cada tres jóvenes han perdido dinero invirtiendo, y los expertos coinciden en el problema principal: la impaciencia. Los nativos digitales están acostumbrados a conseguirlo todo rápido y al momento. Se vuelven impacientes, y eso perjudica a sus inversiones.

Según Joaquín Robles, analista de XTB, están afectados por "la cultura de la inmediatez", que les hace asumir mayores riesgos con el objetivo de obtener unos buenos resultados rápidamente. Alberto Granados, sales manager de Invesco, comenta que "la búsqueda de resultados está más orientada a la inmediatez y, por tanto, buscan productos de más riesgo que puedan permitirles llegar a los mismos cuanto antes".

La mejor medicina contra la inmediatez es para los expertos una: la paciencia. "Muchas veces, cuando invertimos, pensamos que los resultados vendrán rápidamente y, sin embargo, es todo lo contrario. Debemos siempre tener una visión a largo plazo para poder dar tiempo a la empresa en que invertimos a que nuestra tesis de inversión y su modelo de negocio, en el cual creemos, salgan adelante", dice Granados.

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El 66,6% pierde dinero y es fácil achacarlo al desconocimiento de los jóvenes en la materia, a que invierten sin saber lo que hacen. Pero Robles asegura que no. Los inversores jóvenes, expone, tiene "un estatus económico y cultural alto y son conscientes del riesgo que conlleva invertir". La falta de educación financiera no es el problema. La mitad de los inversores noveles declara tener un nivel medio de conocimientos financieros y, si bien un escaso 3% dice ser experto en bolsa, cabe señalar que nueve de cada 10 jóvenes inversores están dispuestos a formarse para reforzar sus conocimientos financieros.

No obstante, deben tener prudencia sobre dónde recaban la información para invertir. La fuente a la que se accede para informarse es fundamental. En este contexto, los brókeres son su canal principal, con un 52,8%, y los medios de comunicación, el segundo, con un 52,1%. Tras ellos, las redes sociales son la tercera fuente (36,4%).

"El verdadero ejercicio que deben realizar los jóvenes es el de aprender a filtrar la información sobre inversión y contrastarla"

Informarse vía redes no tendría por qué ser preocupante, excepto si se elige mal y no se contrasta. "Es normal que las redes sociales sean una de las principales fuentes de información de los jóvenes, ya que es uno de los sitios donde más tiempo pasan a lo largo del día. El verdadero ejercicio que deben realizar es el de aprender a filtrar la información y contrastarla", argumenta Robles.

De acuerdo con el estudio, al 32,5% de los jóvenes le surge la idea de invertir a raíz de las redes sociales. Entre los que se informan a través de las redes, casi el 60% lo hace por YouTube y más de la mitad vía Instagram. Además, el 27,8% confiesa que fue un influencer el que le animó a invertir o, como los llaman en Invesco, los finfluencers.

"El principal problema, en comparación con los otros, es que estos pueden llegar a provocar grandes pérdidas en los ahorros de sus seguidores", expresa Granados. Ante esto, el experto se dirige a los reguladores para que tomen cartas en el asunto con el fin de que "se prohíban este tipo de prácticas ante la creciente dependencia de los medios sociales en el contexto de la toma de decisiones financieras por parte de particulares".

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Consejos a la hora de invertir

Para empezar, hay que invertir por un buen motivo. Un mínimo 0,9% invierte por la oportunidad de ganar dinero. El 57,6% toma la decisión de invertir por comentarios de sus amigos, conocidos y familia. "Es importante el no seguir modas a la hora de invertir", comenta Granados.

Una vez decides invertir, el primer paso, aclara Robles, es definir una estrategia. "Será necesario determinar qué dinero desea invertir y con qué frecuencia". Es decir, realizar una evaluación sobre tu perfil de riesgo y concretar qué cantidad de dinero estás dispuesto a perder. Posteriormente, se tratará de buscar los activos que más te puedan ayudar a alcanzar las metas.

"Conocer el activo en el que va a realizar su inversión y cuales son las particularidades que pueden afectar a su precio"

Además, hay que conocer y entender dónde se pone el dinero: invertir en compañías o sectores que entendamos cómo funcionan, tanto sus negocios como la regulación que les aplica, así como todas aquellas variables externas que pueden beneficiar/perjudicar a la compañía (inflación, tipos de interés, ciclo económico…). Robles explica que hay que "conocer el activo en el que se va a realizar su inversión y cuáles son las particularidades que pueden afectar a su precio. Es recomendable hacer uso de medios y plataformas de inversión contrastadas o de profesionales que le puedan guiar en estos primeros pasos".

Por último, al ser joven, mejor acompañarte de alguien que haya invertido antes. En temas de inversión, intentar siempre ir de la mano de un profesional que oriente durante este proceso y que ayude a conseguir los objetivos, indica Granados, "estar debidamente informados de lo que sucede en los mercados financieros y aprender de los mejores".

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Un ejemplo de ello es Miguel Puga, de 23 años, que invierte aconsejado por su padre, economista de profesión. Miguel, junto a su pareja, ambos de la misma edad, invierte en empresas biotech y farmacéuticas pequeñas, además de también en criptomonedas, que son las favoritas entre los inversores de temprana edad, según el informe.

"Las criptos creemos que tienen futuro. En el corto plazo puedes ir haciendo compraventa, y a largo plazo va a ser rentable. Si yo meto 1.000 euros, dentro de 10 años podríamos recuperar la inversión. Lo hacemos porque consideramos que tiene poco riesgo", expone el joven.

Invertir es adentrarse en un mundo complejo. Hay que informarse bien, contrastar información, asesorarte si puedes de algún experto, conocer el mercado, formarse y ser paciente. Así se alcanza el éxito en lo que Granados denomina "el arte de invertir".