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La banca asume una escalada en la ofensiva del Gobierno ante la explosión de beneficios
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SE DISPARAN LOS MÁRGENES CON EL EURÍBOR

La banca asume una escalada en la ofensiva del Gobierno ante la explosión de beneficios

Las entidades han mejorado sus números en el primer trimestre. Bankinter ha sido la primera, con un aumento del 63% de los márgenes. Creen que habrá más presión pública

Foto: Ana Botín, presidenta de Santander. (Reuters/Violeta Santos Moura)
Ana Botín, presidenta de Santander. (Reuters/Violeta Santos Moura)
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Los bancos han dado por perdido evitar ser uno de los focos de ataques del Gobierno. Las entidades creen que el nuevo impuesto, que la mayoría ha impugnado, no será la última arremetida del Ejecutivo antes de que acabe la legislatura, especialmente tras la explosión de beneficios que van a mostrar estas dos semanas en los resultados del primer trimestre.

Bankinter dio el pistoletazo de salida a las presentaciones de resultados trimestrales el jueves, con un incremento del beneficio del 20% pese a la imputación del nuevo impuesto, e incrementó un 63% su margen de intereses. El resto de los bancos cotizados desfilará a partir de este martes: Santander, BBVA y Sabadell lo harán el jueves, Unicaja el viernes y CaixaBank el viernes siguiente, 5 de mayo.

Foto: María Dolores Dancausa, CEO de Bankinter. (EFE/Máximo García de la Paz)

El pronóstico es que los números serán mucho mejores que los del primer trimestre del año anterior. El euríbor ha pasado en 12 meses de cotizar en negativo, en torno al -0,5%, a rozar el 4% durante los tres primeros meses del año. Los bancos están repreciando la cartera de créditos, además de cobrar más con los nuevos préstamos. Sin embargo, siguen sin pagar por los depósitos a los minoristas, solo lo hacen con instituciones públicas o empresas, con lo que el margen de intereses se dispara. Y esto viene acompañado de ventas de fondos de inversión y otros productos que elevan los ingresos por comisiones.

Es decir, los bancos ganan más que nunca desde la Gran Crisis Financiera. La subida del euríbor genera más ingresos bancarios y castiga a muchas familias y empresas. Las entidades, además, generan más ingresos por comisiones, lo que quiere decir que, aunque no las suben y, de hecho, están reduciéndose las de mantenimiento de cuentas o tarjetas, es una línea que aumenta por la actividad de ventas. Y todo esto se traduce en que en un periodo de dificultades macro son carne de cañón para las críticas de un Gobierno que ha puesto el foco en el sector.

El año pasado se sacó de la manga el impuesto a la banca, con el que pretende recaudar 3.000 millones entre 2023 y 2024, con cargo siempre al ejercicio previo, y que la Moncloa justificó para gravar los beneficios caídos del cielo por el repunte del euríbor y que la banca haga un esfuerzo en contribuir a la sociedad en un momento de dificultades generalizadas, pero del que se está beneficiando.

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Los primeros ejecutivos de la banca dan por hecho que va a aumentar el ruido en torno al sector financiero en un año electoral, con elecciones tanto municipales y autonómicas como generales a finales de año. Por lo tanto, creen que habrá declaraciones en contra del beneficio bancario durante las próximas semanas, y que no se apagarán en lo que queda de legislatura.

De hecho, los banqueros asumen que habrá propuestas desde los partidos que están en el Ejecutivo en contra de los bancos, aunque creen que no saldrán adelante por falta de consenso y de tiempo. Pero sí hay miedo a que siga habiendo acciones públicas que afecten a la ya maltrecha reputación de la banca.

Los ejecutivos creen que "es fácil" criticar a la banca y proponer medidas públicamente, pero otra cosa es ponerlas en papel, teniendo en cuenta las consecuencias que pueden ocasionar en el flujo de crédito en un momento en que se está tensionando, con menor oferta y tipos más altos, y más complejo aún que se consensúen entre los grupos parlamentarios para que se materialicen.

Foto: Manuel Menéndez, CEO de Unicaja; Manuela Azuaga, presidente, y Vicente Orti, vicesecretario no consejero.

Podemos, por ejemplo, impulsó este mes una proposición de ley para que se pueda cambiar de una hipoteca variable a otra de tipo fijo de forma permanente. Las entidades tendrían que igualar o mejorar las condiciones a los nuevos clientes. Se eliminarían las comisiones por amortización anticipada y cambio de hipoteca de variable a fija.

Se trata de una vía para que los clientes se protejan de futuros aumentos del euríbor, si bien también ocurriría lo contrario, y es que tras haber sufrido el aumento del último año, no se beneficiarían de potenciales reducciones en el futuro. Es decir, Unidas Podemos quiere que la subrogación y novación sea gratis y más sencilla, y justifica que eliminaría barreras a la competencia. Necesita el apoyo socialista y de otras formaciones para llevar a cabo una medida que iría más allá del Código de Buenas Prácticas que impulsó Economía en colaboración con los bancos.

Pero no es la última propuesta que esperan los bancos, ni la más agresiva. Además del propio impuesto, que pega un mordisco a los resultados de este año y del próximo —y que las entidades han impugnado, así como las patronales—, temen más anuncios desde PSOE o desde Unidas Podemos, y el inicio será esta semana y la próxima con los resultados mil millonarios que van a presentar los bancos al mercado.

Los bancos han dado por perdido evitar ser uno de los focos de ataques del Gobierno. Las entidades creen que el nuevo impuesto, que la mayoría ha impugnado, no será la última arremetida del Ejecutivo antes de que acabe la legislatura, especialmente tras la explosión de beneficios que van a mostrar estas dos semanas en los resultados del primer trimestre.

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