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Los bancos europeos tienen un buen dilema, de un billón de euros exactamente
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CRISIS DE LIQUIDEZ

Los bancos europeos tienen un buen dilema, de un billón de euros exactamente

El fin del llamado programa TLTRO pondrá a prueba la capacidad de los prestamistas para valerse por sí mismos tras años de dinero fácil

Foto: Sede del Banco Central Europeo. (Reuters/Heiko Becker)
Sede del Banco Central Europeo. (Reuters/Heiko Becker)
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Una crisis de liquidez de 1,2 billones de dólares se cierne sobre los prestamistas europeos, poniendo a prueba su capacidad para valerse por sí mismos tras más de una década de dinero fácil por parte del Banco Central Europeo.

El mayor obstáculo llegará a finales de junio, cuando los bancos tengan que devolver al banco central unos 478.000 millones de euros, equivalentes a unos 525.000 millones de dólares, de préstamos ultrabaratos. Estos préstamos se concedieron en el punto álgido de la pandemia para garantizar que los bancos pudieran seguir prestando mientras los confinamientos paralizaban los negocios. Los bancos europeos han recorrido un largo camino desde la crisis financiera de 2008 y la crisis de deuda soberana que siguió en la eurozona. Los bancos están mejor capitalizados, tienen menos préstamos dudosos y están más regulados.

Foto: Sede del Banco Central Europeo (BCE) en Fráncfort. (Reuters/Wolfgang Rattay)

Aun así, los reembolsos marcarán un hito en los esfuerzos del BCE por reducir las ayudas. Los inversores siguen preocupados por la solidez del sistema financiero mundial tras las turbulencias bancarias de marzo, provocadas en parte por las recientes y rápidas subidas de los tipos de interés. El BCE elevó el mes pasado su tipo de interés oficial de referencia al 3%, el más alto desde 2008.

El fin del programa conocido como operaciones de refinanciación a largo plazo con objetivo específico, o TLTRO, por sus siglas en inglés, podría aumentar la presión sobre los bancos y las economías más frágiles de la eurozona, según han advertido recientemente los reguladores bancarios europeos y el Fondo Monetario Internacional. "Los bancos de algunos países del sur de Europa que siguen dependiendo en gran medida de las TLTRO a corto plazo tienden a ser también los mismos que no tienen el exceso de liquidez necesario para el reembolso", escribió el FMI en su informe de estabilidad financiera más reciente.

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Los analistas de JPMorgan calculan que los bancos europeos pedirán prestados unos 150.000 millones de euros este año para sustituir los préstamos. Los bancos también podrían vender deuda pública u otros activos, lo que podría hacer subir los tipos de interés. A más largo plazo, los bancos podrían tener que recurrir más a una financiación mayorista más cara o recortar los préstamos, lo que podría lastrar el crecimiento económico.

Foto: Oficina de CaixaBank en Valencia. (EFE/Manuel Bruque)

"Los bancos han estado recibiendo el apoyo de liquidez del BCE desde 2011", cuenta Corinne Cunningham, jefa de investigación de crédito de la firma británica Autonomous, parte de AllianceBernstein. "Ha sido un tiempo realmente largo para que ahora se quiera cambiar y esperar que sean capaces de financiarse de forma totalmente independiente". Cunningham espera que los bancos más pequeños y con menor acceso al mercado sean los más afectados.

Los bancos italianos, otrora eslabón débil del sistema financiero europeo, estarán en el punto de mira. Representan casi el 30% de las TLTRO sin reembolsar y, a diferencia de los bancos de Alemania y Francia, no disponen de suficiente efectivo adicional aparcado en los bancos centrales para cubrir los reembolsos. Los bancos italianos tenían 328.000 millones de euros en préstamos pendientes en febrero, según datos de Société Générale, y 245.000 millones en exceso de reservas.

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Intesa Sanpaolo SpA, el mayor prestamista del país, podría reembolsar íntegramente sus 76.000 millones de euros en TLTRO utilizando el exceso de reservas de 98.000 millones de euros que tenía a finales de 2022, según Alessandro Lolli, responsable de tesorería y finanzas del grupo en el banco. Aunque no tendría que vender activos ni recaudar nuevos fondos para los reembolsos, Lolli indicó que el banco planea duplicar su endeudamiento en los mercados mayoristas hasta 10.000 millones de euros este año.

"El sistema ya no necesita este soporte vital", opinó. "El BCE estaba excesivamente presente en el mercado, por buen motivo. Ahora va a estar menos presente y los inversores institucionales que no estaban presentes están volviendo".

UniCredit SpA, el segundo mayor banco de Italia, también puede pagar sus préstamos pendientes con su exceso de reservas, según un portavoz de la empresa. Los bancos más pequeños, como Banco BPM SpA y Banca Monte dei Paschi di Siena SpA, tienen menos efectivo a mano para los reembolsos. BPM tenía 26.700 millones de euros en préstamos TLTRO a finales del año pasado, frente a 13.100 millones en efectivo y equivalentes. Monte dei Paschi tenía 19.500 millones de euros, frente a unos 12.000 millones en efectivo.

Foto: Qué es la Sareb y por qué se le denomina "banco malo" (Reuters/Sergio Pérez)

Los representantes de Monte dei Paschi y BPM declinaron hacer comentarios. Los bancos italianos tienen otras opciones a la hora de vender para obtener efectivo y puede que necesiten deshacerse de unos 55.000 millones de euros en bonos del Estado u otros activos para hacer frente a los reembolsos, según cuenta Jorge Garayo, estratega de tipos de Société Générale. Esa oferta adicional podría pesar en el mercado más amplio de deuda pública italiana y elevar los costes de endeudamiento.

"55.000 millones de euros no es moco de pavo", opinó Garayo. "Los bancos sabían desde el momento en que recibieron los fondos que en junio ocurriría esto, así que puede que se hayan estado preparando para ello".

Los bancos italianos deberán otros 148.000 millones de euros tras el reembolso de junio. La financiación barata a largo plazo ha sido un elemento clave de los esfuerzos del BCE para reforzar la economía desde 2014, junto con años de tipos de interés mínimos y compras masivas de bonos. En junio de 2020, el banco central básicamente comenzó a pagar a los bancos para que siguieran prestando durante la pandemia, ofreciendo préstamos con tasas tan bajas como menos 1%.

Foto: La presidenta del BCE, Christine Lagarde. (EFE/Toms Kalnins)

Algunos bancos también aumentaron sus beneficios al aceptar los préstamos y volver a depositarlos en el BCE para obtener mayores intereses. El banco central modificó las condiciones del programa el pasado noviembre para hacer los préstamos menos atractivos y animar a los bancos a empezar a devolverlos. El BCE repartió más de dos billones de euros en el marco del programa, y aún quedan pendiente de reembolso alrededor de 1,1 billones de euros para finales de 2024.

Algunos participantes en el mercado afirman que el sistema bancario está bien preparado para hacer frente a los cambios. La financiación de los bancos europeos se ha vuelto más estable en los últimos años, al depender menos de los mercados mayoristas y más de una base relativamente estable de depósitos de clientes, afirma Mondher Bettaieb Loriot, responsable de bonos corporativos de la gestora de activos suiza Vontobel. "La gente no tiende a cambiar de banco ni a mover los depósitos en Europa, no es la tradición", afirma Loriot, que es optimista respecto a los bancos europeos.

Foto: La presidenta del BCE, Christine Lagarde. (EFE/Friedemann Vogel)

Según Andrea Costanzo, analista de DBRS Morningstar, los bancos también necesitarán menos financiación a medida que la demanda de préstamos se ralentice junto con la economía. Los bancos pueden cobrar más por los préstamos a medida que suben los tipos, lo que debería compensar los mayores costes de financiación, explica.

Los analistas y los inversores vigilarán una métrica conocida como ratio de cobertura de liquidez, que mide cuántos activos fáciles de vender, como los bonos, tiene un banco frente a sus depósitos. Según la Autoridad Bancaria Europea, a finales del año pasado esta medida se redujo hasta el 164,7%, frente al 174,7% del año anterior. Pero sigue estando muy por encima del umbral mínimo reglamentario del 100%.

-Con la contribución de Patricia Kowsmann.

*Contenido con licencia de The Wall Street Journal.

Una crisis de liquidez de 1,2 billones de dólares se cierne sobre los prestamistas europeos, poniendo a prueba su capacidad para valerse por sí mismos tras más de una década de dinero fácil por parte del Banco Central Europeo.

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