Sabadell se une a Bankinter y ya ha impugnado el nuevo impuesto a la banca

Banco Sabadell ha sido el siguiente gran banco en impugnar el nuevo impuesto diseñado por Hacienda para estos dos años sobre la banca española. Después del primer pago del gravamen en febrero, que ha ascendido a 637 millones, han llegado los recursos de Bankinter y del Sabadell. El resto de los bancos del Ibex no ha movido ficha, pero se espera que lo hagan pronto.

Bankinter ha sido el primer gran banco en impugnar el impuesto después de pagarlo. La propia consejera delegada, María Dolores Dancausa, dijo en la presentación de resultados que el banco pondría un recurso el primer día que fuera posible, después de realizar el primer pago. Y así ha sido, dando el pistoletazo de salida a las impugnaciones de los pagos.

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Agencias

El banco ha confirmado esta semana que ha presentado un recurso, aunque no ha dado más información sobre los detalles. Fuentes jurídicas apuntan a una impugnación de la autoliquidación del impuesto, iniciando un proceso que pasará por los tribunales económico-administrativos, donde se espera una negativa explícita o implícita a través del silencio administrativo después de un año. De ahí se pasa a la Justicia, esgrimiendo argumentos de anticonstitucionalidad por forma, al ser una orden ministerial, por doble imposición —ya hay un impuesto que grava el beneficio, aunque este pone el foco en los ingresos—, y por atentar contra la competencia, ya que no se grava a los bancos extranjeros ni a los españoles con facturación —comisiones y margen de intereses— inferior a los 1.000 millones, o que es confiscatorio por el mordisco que da al beneficio en algunos casos.

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Bankinter estima que pagará este año 90 millones por el impuesto. El primer pago había que realizarlo antes del 20 de febrero, y el segundo será en noviembre. La idea de los bancos es mantener vivos los procedimientos hasta que el asunto llegue al Constitucional. Por ahora, las patronales bancarias, AEB y CECA, así como Kutxabank, a través de su filial Cajasur, han presentado recursos ante la Audiencia Nacional contra la orden ministerial que creó el tributo, que nace con la idea de ser temporal para pagarse este año y el próximo, devengando los ejercicios 2022 y 2023, con la intención de recaudar 3.000 millones.

Sabadell, según fuentes jurídicas, también ha impugnado el impuesto después de pagar el primer plazo esta semana, iniciando un procedimiento en paralelo al de las patronales. En el caso del banco catalán, con sede social en Alicante, estima un golpe de 170 millones a lo largo del año.

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Los tres grandes bancos, que son los que más tienen que pagar, aún no han impugnado el tributo, aunque tienen margen. De hecho, las reclamaciones prescriben a los cuatro años, aunque se espera que lo hagan en los próximos días o semanas. Los propios banqueros han reconocido en los últimos dos meses que los servicios jurídicos lo están analizando. Los bancos del Ibex pagarán este año 1.200 millones.

CaixaBank calcula que tendrá que pagar 400 millones este año, mientras que Santander y BBVA estiman una factura cercana a los 225 millones en ambos casos. También dentro del Ibex, y con un golpe mayor al no tener negocio fuera de España, Unicaja cree que se enfrenta a un golpe de 85 millones.

Hacienda señaló este martes que ya ha recaudado en el primer pago anticipado 1.454 millones con los gravámenes temporales a energéticas y bancos. En el primer caso, los ingresos de la Agencia Tributaria han ascendido a 817,4 millones, mientras que las entidades financieras han pagado 637 millones.