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La banca eleva su influencia en el Ibex a niveles prepandemia tras sumar a Unicaja
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Sube su ponderación al 28%

La banca eleva su influencia en el Ibex a niveles prepandemia tras sumar a Unicaja

El sector financiero se afianza como el que tiene un mayor peso en el índice bursátil, evidenciando la falta de alternativas a una industria que ha lastrado el Ibex durante años

Foto: Logo de Unicaja en su sede de Málaga. (EFE/ Jorge Zapata)
Logo de Unicaja en su sede de Málaga. (EFE/ Jorge Zapata)

El Ibex vuelve a fiar su destino a la banca. La próxima inclusión en el índice selectivo de la bolsa española de Unicaja elevará a seis el número de entidades financieras que lo conforman y elevará su peso en el mismo a sus niveles más altos en más de tres años.

Tomando como referencia los precios de cierre de este viernes y sumando el impacto de la entrada de Unicaja, los seis bancos del Ibex alcanzan una ponderación total en el índice del 28%. Se trata de cifras sin parangón desde, al menos, la primera mitad de 2019, mucho antes del impacto de la pandemia.

Precisamente, la crisis del coronavirus representó en sus primeros instantes un golpe rotundo a la evolución bursátil de la banca española, agudizando un declive que se venía produciendo desde hacía varios años atrás. Una industria que llegó a representar más de un tercio del Ibex en los meses previos al estallido de la crisis subprime, se encontraba 13 años después con cifras de ponderación ligeramente superiores al 17%, lo que le relegaba a un papel secundario en el índice, por detrás del sector eléctrico.

Desde entonces, sin embargo, la banca ha emprendido una remontada que ya le sirvió en 2021 para recuperar la condición de sector con más peso en el Ibex y que se ha seguido incrementando a lo largo de este año hasta alcanzar los guarismos actuales.

Foto: Logo de Unicaja en una sucursal de Ronda. (Reuters/ Jon Nazca)

El escenario de tipos de interés al alza se ha convertido, a pesar de venir acompañado de notables dudas sobre la evolución de la economía, en un claro factor de impulso para la banca española, que ha representado uno de los motores más potentes del Ibex en 2022. Desde que arrancó el año, Banco Sabadell y CaixaBank acumulan ganancias superiores al 50%, mientras que las de Bankinter rondan el 40%. El próximo integrante del Ibex, Unicaja, salda el año hasta la fecha con alzas por encima del 20%, mientras que son los grandes bancos internacionales los que muestran unos números más modestos, al estar más expuestos a algunas de las principales incertidumbres internacionales: así, BBVA se anota ganancias del 8%, mientras que Santander firma números rojos, con recortes que rozan el 5%.

Todos estos números han supuesto ganancias medias para el índice bancario del Ibex en 2022 por encima del 13%, estirando la remontada que viene dibujando desde octubre de 2020 hasta casi un 120% (y, si se tienen en cuenta los dividendos, hasta el 133%, retornos que son 4,6 veces superiores a los del Ibex).

De este modo, la banca ha vuelto a consolidarse como el sector decisivo del Ibex, representando una característica diferencial frente al resto de los grandes índices europeos (en el EuroStoxx la banca supone poco más de un 9% y un 8% en el Stoxx 600). Un factor que este año está contribuyendo a que el selectivo español destaque frente a sus pares regionales, con pérdidas en el año de apenas el 5,1%, que mejoran ostensiblemente las caídas del 9,06% del Cac 40 galo o los recortes superiores al 12% del Dax alemán y el Ftse Mib italiano.

En 26 meses, los retornos totales de la banca española multiplican por 4,6 los del Ibex

La dependencia de la banca ha sido considerada en los últimos años un factor negativo para la bolsa española, responsable en gran medida del enorme atraso acumulado por el Ibex en la última década. Años de tipos de interés en mínimos históricos y políticas monetarias extraordinarias por parte de los bancos centrales supusieron un notable lastre para unas compañías que, además, habían salido mal paradas de la anterior crisis, que pobló sus balances de activos tóxicos.

Ahora, el cambio de rumbo de la política monetaria ha ofrecido a la industria bancaria española algo de aire en bolsa, aunque limitado desde una perspectiva histórica: Sabadell acumula en los últimos 15 años retornos negativos (incluyendo dividendos) superiores al 70%, los de Santander se sitúan en torno al 46% y los de BBVA rozan el 25%.

Estas cifras alimentan las expectativas de que, a pesar de la fuerte subida de los últimos trimestres, al sector le quede aún recorrido al alza. De hecho, todos los bancos del Ibex cuentan actualmente con mayoría de consejos de compra por parte de los analistas que los cubren, con precios objetivos medios que representan potenciales de revalorización que van desde el poco más del 12% de Bankinter y CaixaBank a cifras superiores al 40% en el caso de Santander.

Foto: Bolsas europeas en la bolsa de Madrid. (EFE Vega Alonso del Val).

En su último informe de estrategia, el equipo de análisis de Bankinter resaltaba a la banca entre sus sectores favoritos, con una marcada preferencia por las entidades más expuestas al negocio minorista. “La banca comercial es la principal beneficiada del aumento en los tipos de interés (márgenes al alza) y las ratios de capital superan holgadamente las exigencias regulatorias”, observa la entidad, que cuenta entre sus apuestas favoritas a Sabadell y CaixaBank.

Los analistas de Renta 4, que mantienen un consejo positivo sobre todos los bancos cotizados españoles salvo Bankinter (a la que da un consejo de ‘mantener’) también destacan el impacto positivo en márgenes de las subidas de tipos y los sólidos niveles de capital como los puntos fuertes que deben seguir contribuyendo a impulsar al sector. “Los precios objetivos reflejan unas cuentas de resultados saneadas por el lado de ingresos, que actúa de soporte al esperado incremento de las provisiones, cuya dotación se verá minimizada por el uso de las constituidas durante el Covid-19”, apunta la analista Nuria Álvarez.

Visiones igualmente positivas sobre las perspectivas del sector emiten la mayoría de las casas de análisis internacionales, como Goldman Sachs. “Somos constructivos sobre las perspectivas de los bancos europeos en 2023 a pesar de que la economía se dirige hacia una recesión. Esto puede parecer contraintuitivo; sin embargo, en varios sentidos, la dinámica fundamental del sector contrasta marcadamente con las de recesiones anteriores: los tipos aumentan, las estimaciones se revisan al alza, la distribución aumenta y el número de acciones disminuye”, señalan en el banco norteamericano, que destaca entre sus principales apuestas en el sector a Santander.

placeholder Aunque en los últimos años ha actuado como lastre, en 2022, el buen tono de la banca está ayudando al Ibex a destacar entre los principales índices europeos. (EFE/ Altea Tejido)
Aunque en los últimos años ha actuado como lastre, en 2022, el buen tono de la banca está ayudando al Ibex a destacar entre los principales índices europeos. (EFE/ Altea Tejido)

“La presencia global de Santander permite al banco beneficiarse de la subida de tipos y eficiencias en Europa, así como de la dinámica de crecimiento en Latinoamérica. Vemos que esto impulsa los rendimientos más altos durante nuestro período de pronóstico, lo que permite una acumulación de capital continua y una mayor distribución para los accionistas”, observan sobre la entidad que preside Ana Botín.

En contraste, en JPMorgan emitían a principios de diciembre un informe algo escéptico sobre el potencial de revalorización de los bancos españoles, tras las subidas ya registradas. “Dado que el mercado ya ha descontado bien los tipos de interés más altos, creemos que las actualizaciones de márgenes de interés de los bancos ibéricos están comenzando a llegar a su fin, mientras que esperamos que las presiones de costes y el coste del riesgo potencialmente más alto obtengan más atención”, indicaban en la entidad norteamericana, que mostraba su preferencia por los bancos italianos y solo aconseja sobreponderar las acciones de Sabadell entre las firmas españolas.

Foto: La Bolsa de Madrid. (EFE/Vega Alonso del Val)

Un próximo viraje en el rumbo de la política monetaria o un deterioro económico agudo que pusiera a prueba la solidez de los balances de las entidades se atisban como las amenazas más obvias en el horizonte para las perspectivas de la banca y como un recordatorio de los riesgos que conlleva la fuerte dependencia del Ibex de este sector.

Pero lo cierto es que, después de una larga década de flaqueza extrema del sector bancario en bolsa, el índice español apenas ha encontrado relevos capaces de disputar a las entidades financieras el papel de piloto principal del Ibex. Solo una interpretación extensa del sector energético, cuyos ocho miembros (Iberdrola, Repsol, Red Eléctrica, Endesa, Naturgy, Enagás, Acciona Energía y Solaria) representan un 27,06% del índice alcanza una relevancia suficiente para dejar una huella reseñable en el marchamo del selectivo español.

Ahora, con el salto de Unicaja al Ibex, la banca logra recuperar niveles de ponderación en el principal índice de la bolsa española como los que eran usuales antes de la pandemia. Entonces, durante un largo periodo se convirtió en un lastre insuperable para el mercado español. Ahora, se presenta con argumentos aparentemente suficientes para resarcirse y recuperar parte del terreno perdido.

El Ibex vuelve a fiar su destino a la banca. La próxima inclusión en el índice selectivo de la bolsa española de Unicaja elevará a seis el número de entidades financieras que lo conforman y elevará su peso en el mismo a sus niveles más altos en más de tres años.

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