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El Banco de España aleja el riesgo de recesión, pero alerta de una recuperación más lenta
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La inflación será más persistente

El Banco de España aleja el riesgo de recesión, pero alerta de una recuperación más lenta

Sube en una décima su previsión de crecimiento para 2022 por el mayor dinamismo de la actividad en el final del año, pero anticipa un 2023 más complicado

Foto: Sede del Banco de España en Madrid. (iStock)
Sede del Banco de España en Madrid. (iStock)

A medida que pasan las semanas, el riesgo de que España caiga en recesión se va disipando. Con los indicadores económicos del cuarto trimestre publicados hasta la fecha, el Banco de España considera que una hipotética recesión está aún más lejos. La entidad resta probabilidades a una contracción del PIB en la recta final del año, ya que los datos de afiliación y las encuestas de actividad parecen indicar a un crecimiento pírrico en el último trimestre del año. Tan pírrico como que sería del 0,1%, según sus nuevas previsiones publicadas este martes, pero crecimiento al fin y al cabo. Es cierto que el margen de error es mínimo y que la campaña de Navidad determinará si el país entra en terreno contractivo, pero, si lo evita, las probabilidades de recesión caerán drásticamente. "Es precipitado descartar ningún escenario en un contexto de tanta volatilidad", explica el director de Economía y Estadística del BdE, aunque señala que su previsión central es que "en el primer trimestre el tono de la actividad va a ser similar al del cuarto trimestre".

El Banco de España ha mejorado en una décima su previsión de crecimiento para el conjunto del año 2021, que pasa del 4,5% al 4,6%. El motivo de esta mejoría es la fortaleza ya señalada de los indicadores macro publicados hasta la fecha. La entidad señala que el crecimiento del empleo habrá actuado "de sostén para el consumo privado, que, aun dentro de una marcada debilidad, podría haber mantenido un modesto dinamismo en los últimos meses del año", explica el informe de previsiones. Si en septiembre esperaba un crecimiento anual del consumo privado del 1,6%, ahora lo mejora en medio punto hasta el 2,1%. También ha revisado al alza su proyección de inversión apoyada en estas buenas cifras del empleo, pasando de un crecimiento del 4,7% estimado en septiembre al 5,2%.

Foto: Imagen de una tienda en liquidación en Londres. (EFE)

Sin embargo, aunque España evite la recesión (técnicamente son dos trimestres consecutivos de caída del PIB), el Banco de España alerta de que el inicio de 2023 será complicado. De hecho, no descarta que se pueda producir una contracción del PIB en el primer trimestre. "En el primer trimestre de 2023, se espera que las dinámicas de la actividad económica española sigan caracterizadas por una considerable debilidad", explica la entidad. Los factores que están lastrando el crecimiento en esta segunda mitad de 2022 se prolongarán, al menos, hasta la próxima primavera: la crisis inflacionista, las dudas del suministro energético, la subida de los tipos de interés... A partir de la próxima primavera, estos factores empezarán a disiparse, ayudando a moderar la inflación y a estimular la demanda interna, de modo que el crecimiento volverá a acelerar, aunque lentamente. Esto provocará que el crecimiento sea un poco más lento durante los dos próximos años, lo que ha llevado a la entidad a rebajar sus previsiones.

El recorte para 2023 es de una décima, que pasa del 1,4% al 1,3%. El efecto negativo sería superior sin la extensión del paquete de ayudas anticrisis que actualmente está en vigor. El Gobierno prevé prorrogar las ayudas aunque con un diseño algo diferente, ya que la bonificación a los carburantes está a punto de desaparecer (salvo algunos casos concretos), y, en su lugar, el Ejecutivo prepara un cheque de ayudas contra la inflación a determinados hogares vulnerables. La prolongación de las ayudas durante el año 2023 evitará que el crecimiento sea más moderado, aun así, el dato previsto de crecimiento es muy moderado, de apenas una cuarta parte del crecimiento previsto para este 2022. El final de las ayudas en 2024 frenará la recuperación ese año, lo que ha llevado al Banco de España a rebajar en dos décimas su previsión de crecimiento para ese año, del 2,9% al 2,7%. Esto significa que en 2024 el crecimiento se irá normalizando al entorno del potencial de España.

Esta rebaja en la previsión de crecimiento complica aún más que España pueda recuperar el nivel de PIB previo a la pandemia a finales de 2023. En el escenario base del Banco de España, el regreso a los niveles de actividad de 2019 se retrasa al primer trimestre de 2024, lo que significa que será necesario esperar algo más de un año para alcanzar ese hito que la gran mayoría de los países europeos ya ha logrado.

Las medidas antiinflación también han conseguido importantes avances a la hora de frenar la inflación. Según los cálculos del BdE, ha conseguido reducir la inflación en algo más de dos puntos, lo que está ayudando a que el pico de inflación haya sido algo más bajo. En paralelo, la moderación del precio de la energía en los mercados internacionales presiona igualmente a la baja a la inflación. Esto explica que el Banco de España haya rebajado sus previsiones (medida con el IAPC) para 2022 y 2023 (porque prevé la prórroga de algunas de las medidas antiinflación).

Foto: Fotografía de la emisión de billetes de 100, 200 y 500 euros. (Reuters/Antonio Bronic)

Para 2022, la rebaja es de tres décimas, hasta el 8,4% en el conjunto del año, y para 2023 la rebaja es más ambiciosa, pasando del 5,6% al 4,9%; esto es, siete décimas menos de inflación. Sin embargo, la entidad también advierte de que la subida de los precios será más persistente de la esperada inicialmente, en parte como consecuencia del final de las medidas contra la inflación. Así, para 2024 descarta que el IPC se vaya a situar por debajo del 2%, sino que se mantendrá en la zona del 3,5% y no será hasta 2025 cuando el IPC baje del 2%. Esto significa que el BdE considera que la inflación empezará su fase de moderación algo antes en el tiempo, pero lo hará a un ritmo más lento.

Uno de los motivos por los que la inflación será persistente pese a la caída del precio de la energía es que un porcentaje elevado de las empresas todavía tiene pendiente de repercutir a sus clientes una parte del incremento de los costes de producción. Según los datos de la encuesta a empresas que hace el BdE, casi la mitad de las empresas ha repercutido casi todos los incrementos de los costes de producción a sus clientes. Sin embargo, queda una parte significativa con costes contenidos en sus márgenes que prevén ir trasladando a sus precios finales. El Banco de España estima que esta traslación implicará un aumento de la inflación en algunos sectores. Además, las demandas salariales presionarán al alza los costes de producción, lo que también podría empujar al alza la inflación.

A medida que pasan las semanas, el riesgo de que España caiga en recesión se va disipando. Con los indicadores económicos del cuarto trimestre publicados hasta la fecha, el Banco de España considera que una hipotética recesión está aún más lejos. La entidad resta probabilidades a una contracción del PIB en la recta final del año, ya que los datos de afiliación y las encuestas de actividad parecen indicar a un crecimiento pírrico en el último trimestre del año. Tan pírrico como que sería del 0,1%, según sus nuevas previsiones publicadas este martes, pero crecimiento al fin y al cabo. Es cierto que el margen de error es mínimo y que la campaña de Navidad determinará si el país entra en terreno contractivo, pero, si lo evita, las probabilidades de recesión caerán drásticamente. "Es precipitado descartar ningún escenario en un contexto de tanta volatilidad", explica el director de Economía y Estadística del BdE, aunque señala que su previsión central es que "en el primer trimestre el tono de la actividad va a ser similar al del cuarto trimestre".

Previsión de crecimiento Banco de España
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