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El mercado de deuda se reactiva y los fondos devoran el papel de las grandes empresas
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DEMANDA DE BONOS DE CALIDAD

El mercado de deuda se reactiva y los fondos devoran el papel de las grandes empresas

Los inversores institucionales disparan la demanda por bonos de emisores con grado de inversión. Iberdrola emitió 750 millones con una demanda 11 veces mayor

Foto: Foto: iStock.
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Las medidas extraordinarias del Banco Central Europeo (BCE) han calmado a los inversores de renta fija, al menos en la parte de deuda pública y bonos corporativos de calidad. Es decir, empresas con calificaciones de grado de inversión por las agencias de ‘rating’ y con trayectoria. El mercado de emisiones se ha reactivado con fuerte demanda. Iberdrola ha sido un ejemplo de ello esta semana, con una emisión verde a 5 años de 750 millones, papel para el que hubo demanda 11 veces mayor.

La emisión de la eléctrica fue la primera en el mercado español desde hace dos meses. “El mercado de crédito tiene algo de mejor pinta, separándose del resto de los mercados”, explica Jesús Sáez, director del área de deuda de Natixis en España. “La semana no está siendo boyante, para nada. Pero, en lo referente a emisiones, vamos viendo más y más nuevas aventuras y señales que muestran que cualquier ejercicio a plantear, sin irnos a formatos de alta beta (riesgo respecto al mercado) como los subordinados (At1/T2/híbridos), encuentra su razón para al menos ser estudiado”, agrega el experto.

Foto: Christine Lagarde, presidenta del BCE. (Reuters)

“Hemos visto cómo ha mejorado la situación del mercado de renta fija con las medidas de los bancos centrales, incluso se ha reducido el ‘spread’ (diferencial) entre ‘high yield’ (deuda de alto riesgo, bonos basura) y el resto desde niveles de 800 puntos hasta el orden de los 650 puntos”, explica Diego Fernández, director general de inversiones de A&G. “El mercado de renta fija es más noble que el de renta variable, y responde más a los fundamentales y menos a los rumores”, puntualiza.

Cuando mercados, gobiernos y ciudadanos asumieron la gravedad de la pandemia del coronavirus a principios de marzo, lo que ha conllevado a restricciones y a una parálisis de la actividad económica en el mundo desarrollado sin precedentes, hubo una oleada de ventas desordenadas en todos los activos. Y no hubo activos refugio, sino huidas del mercado, tanto de acciones como de bonos. La deuda registró desplomes de entre el 10% en los bonos soberanos considerados más seguros hasta desplomes de más del 50% en los más ilíquidos y sin grado de inversión.

Entre medias, bonos de calidad de bancos y empresas registraron caídas del 20% y del 30% con problemas de liquidez, como comprobaron los gestores. Tanto los que querían vender como los que aprovecharon para comprar con descuento. No es para menos. Según datos de Bank of America, en dos semanas hubo salidas de dinero del mercado de renta fija por valor de 250.000 millones de dólares a escala global, una cifra sin precedentes, de la que 110.000 millones salieron de los bonos de más calidad. El mercado se ha calmado tras inyecciones históricas de los bancos centrales, con compras ilimitadas anunciadas por la Reserva Federal (Fed) y de 1,1 billones (millones de millones) a lo largo de 2020 por parte del BCE.

Los bonos corporativos todavía cotizan con precios inferiores (y rentabilidades mayores, por su relación inversa) respecto a cuatro semanas atrás, pero se ha detenido la sangría. El índice S&P Eurozone Investment Grade Corporate Bond cayó un 7% en tres semanas, en tres semanas, y ha recuperado un 1% en los últimos días. Desde la otra cara de la moneda, el índice sobre seguros de impago de deuda corporativa (Itraxx de CDS a cinco años) subió hasta un 90% en la primera mitad de marzo, para después recular un 25%. El saldo de marzo fue de un alza del 42%, según datos de Bloomberg. En el sector financiero, el auge del coste de los seguros de impago es del 33%, aunque en las dos primeras semanas llegó a duplicarse.

La aversión al riesgo, eso sí, no se ha evaporado. Mientras que la rentabilidad de los bonos corporativos de más calidad está en terreno de meseta tras el auge, el coste de los seguros por impago ha repuntado esta semana un 27%, conforme ha habido más evidencia del daño económico derivado de la parálisis para combatir la pandemia. Sigue lejos, eso sí, del pico alcanzado a mediados de marzo.

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Las emisiones tienen que hacerse con una prima respecto a la situación anterior a la cuarentena, pero vuelve a haberlas. Los inversores institucionales se cargaron de liquidez con las ventas, y ahora regresan al mercado. Los bonos corporativos con grado de inversión permiten hacerlo limitando el riesgo. Así, se relajan los problemas iniciales de liquidez.

“A mediados de marzo, los mercados sufrieron una grave dislocación cuando los bonos soberanos se vieron sometidos a una fuerte presión en medio de una baja liquidez y los 'yields' (retornos) de los bonos a largo plazo aumentaron. Pero ahora las cosas están volviendo a la normalidad para los principales bonos soberanos y la liquidez está mejorando gradualmente en el mercado ‘investment grade’ (grado de inversión)”, arguye Benjamin Melman, director de inversiones de Edmond de Rothschild AM.

De esta forma, el mercado primario se ha reabierto con mejores resultados. El cupón en el bono de Iberdrola se fijó en el 0,875%. El gigante ferroviario alemán Deutsche Bahn colocó esta semana 900 millones con una demanda de 4.300 millones, Crédit Agricole captó 2.000 millones en bonos cubiertos (‘covered bond’) con demanda de 3.700 millones, y LVMH captó 1.500 millones con demanda de 5.900 millones, por nombrar algunos ejemplos. También en el segmento público, como el propio Tesoro español, que ha captado 5.987 millones, mientras que Portugal emitió 5.000 millones a 7 años con una demanda de 30.000 millones, y el banco público KfW (equiparable al ICO), vendió papel por 5.000 millones a 3 años con demanda de 15.000 millones. Otras empresas como Orange, Volkswagen, Daimler, BP o Shell también han emitido estos días con éxito, aunque como en todos los casos, con coste superior al habitual.

placeholder Emisiones el 1 de abril. (Fuente: Natixis)
Emisiones el 1 de abril. (Fuente: Natixis)

Las medidas extraordinarias del Banco Central Europeo (BCE) han calmado a los inversores de renta fija, al menos en la parte de deuda pública y bonos corporativos de calidad. Es decir, empresas con calificaciones de grado de inversión por las agencias de ‘rating’ y con trayectoria. El mercado de emisiones se ha reactivado con fuerte demanda. Iberdrola ha sido un ejemplo de ello esta semana, con una emisión verde a 5 años de 750 millones, papel para el que hubo demanda 11 veces mayor.

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