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ING endurece la competencia en fondos con una oferta de gestión pasiva
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NUEVA OFENSIVA DE UN BANCO

ING endurece la competencia en fondos con una oferta de gestión pasiva

La entidad ofrecerá a sus clientes en España fondos perfilados cuyas carteras están compuestas por vehículos indexados de bajo coste

Foto: César González-Bueno.
César González-Bueno.

ING ejemplifica el cambio de paradigma en la banca española, al pasar en una década de endurecer la guerra por captar depósitos a hacerlo en servicios de inversión. Con los tipos al 0% y los requisitos de capital la batalla se ha orientado entre las entidades a la captación de recursos fuera de balance, principalmente a través de fondos de inversión y carteras gestionadas ante el estancamiento de los planes de pensiones.

La filial española del grupo holandés ha presentado en sociedad este martes su servicio Inversión Naranja+, en el que presume de que “democratiza la inversión”. Se trata de un nuevo servicio en la banca con niveles básicos de asesoramiento y carteras perfiladas, en este caso con fondos cuyas carteras se construyen con vehículos indexados de iShares (BlackRock), Vanguard o Amundi.

Precisamente, Amundi, que al igual que Renta 4 ya venía trabajando con ING como gestora de algunos de sus fondos, será la encargada de construir las carteras. El acuerdo con la firma francesa vinculada al grupo Crédit Agricole es similar al que firmó hace un año Santander con BlackRock para participar en un comité que propone carteras de fondos perfiladas a los clientes de Openbank.

Foto: Sede de ING en Bruselas (Reuters)

En este caso, no obstante, cada cartera de ING será un fondo de inversión. Hay siete perfilados en función del riesgo, desde un 90% de renta variable y un 10% de renta fija para los clientes más agresivos hasta la relación contraria para los más conservadores. Desde el banco aseguran que habrá un servicio de información, de asesoramiento automático y complementado con conversaciones personalizadas para potenciar la inversión de largo plazo y evitar movimientos de flujos según los resultados del mercado (‘market timing’). El coste total de los fondos -incluyendo comisiones de ING y las implícitas de los fondos de la cartera- asciende al 0,99% anual, y no hay inversión mínima.

La apuesta está basada en las hipótesis de la Escuela de Chicago sobre la eficiencia del mercado, admite César González-Bueno, consejero delegado de ING España. Por ahora, el banco señala que hay 100 millones de patrimonio repartidos en los siete fondos con algo más de 2.800 clientes -, el 50% de los clientes a los que se les ha ofrecido la opción, y un 20% no había invertido antes.

ING fue la entidad que endureció la guerra por los depósitos antes de la caída de tipos de interés por la política monetaria ultraexpansiva del Banco Central Europeo (BCE) de Mario Draghi. La famosa cuenta naranja llegó a ofrecer un 5%, aunque ahora no tiene retribución. La estrategia vira hacia la captación de recursos fuera de balance de clientes propios y ajenos.

Los bancos llevan años vendiendo fondos de inversión de forma masiva, hasta el punto de que desde el mínimo de 2012 el patrimonio ha crecido un 120% hasta los 270.000 millones de euros. La mayoría de entidades ha utilizado sus capacidades o firmado acuerdos con terceros, como Liberbank con JP Morgan, para desintermediar el dinero de depósitos a fondos.

Foto: Comisiones. (Pexels)

La llegada de MiFID II ha obligado a los bancos a reformular su oferta, ya que limita el cobro de retrocesiones, que es la parte de comisión que se queda el vendedor, y sobre las que estaba articulada la industria. La nueva normativa, las posibilidades tecnológicas y los sustos que ha dado el mercado ha provocado que varias entidades se apoyen en ofertas de carteras o fondos perfilados para sus clientes.

Openbank, por ejemplo, lanzó el año pasado una gama de carteras creada por un comité de inversiones en el que participa BlackRock, con comisiones desde el 0,55% hasta el 0,85% dependiendo la cuantía más los costes implícitos de los fondos que están en cartera. CaixaBank, por su parte, lanzó un ‘robo advisor’ (‘Smart Money’) el año pasado, con una inversión mínima de 500 euros, y una comisión anual del 0,6% más los costes implícitos, aunque según la entidad ambos conceptos no llegarán nunca al 1%. La herramienta gestiona 35 millones a través de 6.800 carteras, según datos del banco.

Precisamente, desde ING admiten que hubo discusiones internas sobre si lanzar un ‘robo advisor’ o productos perfilados, aunque su consejero delegado defiende que hace falta conocimiento financiero para invertir por estas vías, igual que en banca privada se necesita un patrimonio elevado. Hace dos años, Andbank lanzó con MyInvestor un servicio que estaba a caballo entre ‘robo advisor’ y fondo perfilado, y que está reconvirtiendo en un banco digital. Bankinter está apostando por Popcoin, un servicio de asesoramiento digital para construir carteras de fondos. Y siguen sucediéndose las opciones en la banca, que quiere que sus clientes inviertan y defender sus ingresos frente a la competencia de gestoras independientes e internacionales.

ING ejemplifica el cambio de paradigma en la banca española, al pasar en una década de endurecer la guerra por captar depósitos a hacerlo en servicios de inversión. Con los tipos al 0% y los requisitos de capital la batalla se ha orientado entre las entidades a la captación de recursos fuera de balance, principalmente a través de fondos de inversión y carteras gestionadas ante el estancamiento de los planes de pensiones.

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