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El respeto al medio ambiente se hace cada vez más sexy
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'apps' para ligar 'ecológicamente'

El respeto al medio ambiente se hace cada vez más sexy

El aumento de la popularidad de la preocupación por el medio ambiente por parte de los usuarios de 'apps' de citas marca un cambio entre las preferencias de los más jóvenes, más concienciados de las opiniones de sus compañeros sentimentales

Foto: Las relaciones personales han variado tanto como nuestra preocupación por el medioambiente. (Unsplash)
Las relaciones personales han variado tanto como nuestra preocupación por el medioambiente. (Unsplash)

Hace apenas 30 años no nos esperábamos que casi todos los aspectos de nuestra vida pudieran verse tan alterados debido a la revolución tecnológica como lo están ahora. Los días en los profesores de instituto no te dejaban usar calculadoras porque “en el mundo real no tendréis una calculadora en el bolsillo todo el rato” han quedado atrás, así como también lo ha hecho el ‘ligoteo’, las citas y el sexo tradicionales. Y el medioambiente no es ajeno a esta cuestión.

La aparición de las webs (primero) y las 'apps' (después) de citas expandió mucho la oferta de la que disponía cada individuo para conocer a la persona ‘perfecta’ dependiendo de cuáles fueran sus intereses. Antes, tenías que hablar con alguien para saber cómo era y qué le gustaba. Una locura…

“Me gusta que mis relaciones sean exactamente igual que mi ropa: lentas y sostenibles”

Al principio, como novatos tecnológicos que todos fuimos alguna vez, la capacidad de autodefinirnos estaba más limitada: ¿bebes? ¿Fumas? ¿Buscas una relación estable? ¿Te gustan chicos o chicas?

Por suerte, nuestra capacidad de decidir se vio aumentada gracias a una de las características fundamentales de la revolución tecnológica: la eficiencia. ¿Qué es eso de molestarte en conocer a alguien si leyendo un simple perfil puedes saber si sí o si no? Esto, unido a una evolución cultural constante en la que la población (sobre todo los más jóvenes) tienen una mayor cantidad de preocupaciones sociales y culturales, abrió mucho más el abanico. Hoy en día, si solo estás dispuesto a salir con alguien que adore los capiteles jónicos, pero que desprecie los corintios, puedes encontrarlo en Tinder. De hecho, seguro que existe una 'app' de citas específica para este fin.

placeholder Las 'apps' de citas se están actualizando. (Foto: Unsplash/@beccatapert)
Las 'apps' de citas se están actualizando. (Foto: Unsplash/@beccatapert)

Y al contrario que las columnas griegas, cuestiones como la conservación de la biodiversidad y la naturaleza, la lucha contra el cambio climático, la transición energética, la gestión correcta y racional de los recursos naturales… sí suponen un serio y común interés de una cantidad considerable de los usuarios de las redes sociales de citas.

Una de las primeras webs de citas que dio el salto ‘verde’ fue OkCupid (que pertenece a match.com), permitiendo a sus usuarios filtrar las búsquedas para dejar fuera a los negacionistas del cambio climático. Un paso extremo que dar, pero a ninguno nos gustaría tener una primera cita y encontrarnos conque debemos explicar a nuestro acompañante por qué sabemos que el Holocausto ocurrió, o por qué la Tierra no es plana.

placeholder La forma de ligar entre los más jóvenes se ha hecho medioambiental. (Unsplash)
La forma de ligar entre los más jóvenes se ha hecho medioambiental. (Unsplash)

A esto le siguió la creación en EEUU de la 'app' Meetmindful, creada específicamente con este objetivo en mente. De hecho, según explican desde la propia organización, es un servicio creado para usuarios que “practican el desarrollo personal, hacen yoga y ejercicio, tienen una dieta deliberadamente sostenible y se preocupan por el medioambiente”. En el mayor momento de esplendor de esta 'app', había registrados más de 2,28 millones de usuarios (aunque este número declinó rápidamente cuando los datos de todos ellos fueron filtrados por un hacker a principios de 2021).

Esta tendencia alcanzó un nuevo máximo en India este mismo verano, cuando, la división de Tinder del país asiático descubrió que una nueva tendencia se había implantado entre sus usuarios pertenecientes a la generación Z (los nacidos entre 1996 y mediados de la década de los 2000): la sostenibilidad, la reforestación, el veganismo y vegetarianismo (cómo no) y las huertas particulares sostenibles. De hecho, según la 'app' de citas, algunos de los ‘bios’ de sus usuarios incluían mensajes como: “Me gusta que mis relaciones sean exactamente igual que mi ropa: lentas y sostenibles”, o “reutilizar, reducir y reciclar mi basura, no mis relaciones—”.

No solo personas, sino materiales también

Que las convicciones de nuestros compañeros sentimentales sean compatibles con las nuestras es esencial en un mundo en el que somos libres de elegir con quién compartimos nuestro tiempo. Pero si somos tan concienzudamente medioambientales como para dar calabazas a alguien por poner en duda el cambio climático, lo más probable es que hayamos realizado cambios en nuestro estilo de vida que sean compatibles con nuestras convicciones.

placeholder Algunas compañías venden condones y productos sexuales ecológicos. (Unsplash)
Algunas compañías venden condones y productos sexuales ecológicos. (Unsplash)

De prácticamente todo existe una versión sostenible (coches eléctricos, rascacielos de madera, verduras ecológicas kilómetro cero, paneles solares…) y este también es el caso en lo que respecta a los accesorios sexuales. Utilizar un simple condón tiene un gran impacto medioambiental. Según un estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad Técnica de Berlín, los impactos de los profilácticos en el medio ambiente son severos, siendo la mayor parte (un 90% del total) debidos a los procesos de manufacturación, empaquetado y transporte (y sus respectivas emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) y consumo de agua).

Es por esto que diferentes iniciativas se han planteado sustituir los materiales con los que se producen los preservativos (cambiar el látex industrial por látex “silvestre y cooperativo” y de comercio justo, o permitir su compra a granel para evitar el impacto del empaquetado).

Foto: Foto: Unsplash/@noahsilliman

Algo similar ocurre con los lubricantes y los juguetes sexuales, dado que muchos de ellos se fabrican a partir de subproductos del petróleo (como muchos plásticos) y dado que su regulación no es tan severa como en otros productos, se cuestiona los impactos tanto en la salud como en el medio ambiente que pueden tener. Por eso, existen multitud de alternativas fabricadas con productos naturales, seguros y sostenibles, que intentan evitar estos problemas.

Como seres humanos, todo lo que hacemos tiene un impacto en el medio ambiente, a veces positivo, pero muchas otras, negativo. A pesar de ser solo pequeños granos de arena, el sumatorio final sí que tiene una repercusión que está en nuestra mano mitigar.

Hace apenas 30 años no nos esperábamos que casi todos los aspectos de nuestra vida pudieran verse tan alterados debido a la revolución tecnológica como lo están ahora. Los días en los profesores de instituto no te dejaban usar calculadoras porque “en el mundo real no tendréis una calculadora en el bolsillo todo el rato” han quedado atrás, así como también lo ha hecho el ‘ligoteo’, las citas y el sexo tradicionales. Y el medioambiente no es ajeno a esta cuestión.

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