No solo el mar está colmado de plásticos, en los lagos hay incluso más

Una de las mayores recompensas en las excursiones por los Pirineos es contemplar la belleza del cielo reflejado en los ibones: los pequeños lagos de agua mineral y origen glaciar que salpican la cordillera. Sin embargo, a pesar de ese aspecto prístino, lo cierto es que en su mayor parte están contaminados por plásticos.

Así lo denunciaba hace un año un informe elaborado por un equipo de investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en el ámbito del proyecto europeo Plastic0Pyr, cuyo principal objetivo es identificar y reducir los niveles de contaminación plástica en los ecosistemas pirenaicos.

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Y así lo confirma ahora un nuevo trabajo publicado en Nature, en el que también han participado investigadores del CSIC, según el cual la contaminación por plásticos está impactando en los ecosistemas de agua dulce a escala mundial, llegando a afectar incluso a los aguazales más remotos, allí donde la presencia humana es mínima.

Pronóstico confirmado

Este nuevo trabajo de investigación, liderado por la Universidad de Milano-Bicocca con la participación del Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN-CSIC) y el Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua (IDAEA-CSIC), ha contado con la colaboración de cerca de ochenta investigadores de todo el mundo que han rastreado con redes de plancton las aguas de 38 lagos ubicados en 23 países repartidos por todos los continentes.

La principal conclusión del estudio en el que se basa el artículo es que, este contaminante de alta persistencia, proveniente de nuestras basuras, está presente en todos los lagos y embalses examinados, y en algunos casos en proporciones incluso más altas que las detectadas en los océanos. Entre los lagos más contaminados se encuentran: el lago Maggiore (Italia), el lago Ceresio, en la localidad de Lugano (entre Suiza e Italia), el Gran Lago Tahoe (EEUU), el lago Neagh, cerca de Belfast (el mayor del Reino Unido), y el pantano de Sau, en la provincia de Barcelona, que comparativamente es uno de los que muestra mayores niveles de microplásticos.

Los investigadores que han participado en el estudio, vinculados a la red global de Observatorios Ecológicos de Lagos (GLEON), insisten en destacar que sus resultados demuestran que la contaminación plástica ha adquirido ya una escala global, y que "ningún lago, ni siquiera los más alejados de la actividad humana, puede considerarse verdaderamente prístino".

Pero ¿cómo puede haber llegado el plástico hasta los lagos más alejados? Hace dos años, un estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Beirut detectó que se estaban transportando "cantidades significativas de micropartículas de plástico desde el océano a la atmósfera". Los científicos alertaban que, según sus estimaciones, actualmente "hasta 100 billones anuales de esas partículas plásticas podrían estar redistribuyéndose por todo el planeta con las lluvias". Esta podría ser una de las respuestas.

Del embalse al grifo

La investigadora italiana Verónica Nava, profesora de la Universidad Milano-Bicocca y autora principal del informe publicado ahora, ha señalado que no se trata únicamente del grave impacto ambiental en la naturaleza, sino también de su papel en la crisis climática, ya que "el plástico que se acumula en la superficie de los sistemas acuáticos puede promover la liberación de metano y otros gases de efecto invernadero, pues estos residuos interactúan con la atmósfera, la biosfera y la litosfera, afectando a todos los ciclos biogeoquímicos del planeta".

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Además, "la contaminación plástica no solo tiene efectos nocivos sobre los organismos acuáticos —señala esta científica— sino que altera el funcionamiento del conjunto de los ecosistemas, impactando negativamente en la calidad del agua potable de la que nos abastecemos en nuestros hogares". Por todo ello, en su opinión, "este resultado debería impulsarnos a revisar las estrategias de reducción del plástico de un solo uso y los procesos de gestión de este tipo de residuos para prevenir su acumulación en el entorno".