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Ojo con usar una tipografía que descargues 'online', porque podrían demandarte
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Ojo con usar una tipografía que descargues 'online', porque podrían demandarte

No solo ocurre cuando se utiliza una fotografía que tenga derechos de autor, sino que actualmente están aumentando los pleitos por el uso de tipografías que están protegidas por propiedad intelectual

Foto: Cuidado con descargar y usar una tipografía, porque podría llegarte una demanda. (Freepik)
Cuidado con descargar y usar una tipografía, porque podría llegarte una demanda. (Freepik)

Descargarse una imagen, una tipografía o cualquier documento online es muy fácil. Con un solo clic se está al alcance de cientos de materiales con los que se puede trabajar, crear y utilizar para diferentes cuestiones. Sin embargo, ¿qué pasa si lo que he descargado está protegido bajo propiedad intelectual? Este es el caso de la gran mayoría de las tipografías, que, a pesar de funcionar bajo descarga gratuita, requieren tener un mayor cuidado con la letra pequeña de las licencias. Fuentes del sector aseguran que cada vez existen más pleitos relacionados con el robo de tipografías y puede llegar una demanda con una gran multa de la mano.

Pero, entonces, ¿qué se necesita para que una tipografía pueda ser de uso exclusivo? Entre las características fundamentales, está la titularidad. Para ello, según explica la abogada especializada en propiedad intelectual de Pons IP, Francisca Montenegro, una fuente debe tener transmisión. “La propiedad intelectual reconoce como titular de los derechos de propiedad sobre una obra, en este caso sobre la tipografía, al que la realiza, entonces, en caso de querer trasladar mi derecho a otro titular, tiene que ser a través de un contrato de cesión”, apunta.

Además, cualquier creación para ser protegida debe ser original, y tiene que colmar unas exigencias mínimas de creatividad. “La originalidad se viene interpretando como una novedad que aporte la impronta de su propio autor, pero ahí podemos entrar en un terreno pantanoso, porque lo que es original para mí, puede no serlo para el otro y se traduce en inseguridad jurídica”. Por lo mismo, Montenegro reconoce que la protección de las fuentes es compleja por la funcionalidad técnica que tienen y que normalmente, y dado que se trata de vectores y de fórmulas, se suelen equiparar como la protección de un software.

Existen diversas páginas donde cualquier usuario puede descargarse tipografías de forma gratuita. Sin embargo, la letrada de Pons IP llama a tener cuidado con los detalles de los términos de descarga y de la licencia. “Siempre hay que tener en cuenta el contenido de la licencia y nosotros insistimos mucho en eso porque, aunque no sea un contrato negociado entre ambas partes, al utilizarla sí te sometes a una licencia y puedes tener problemas al no cumplir con estas condiciones”, explica Montenegro.

Foto: Foto: European Union.eu. Opinión

Además, también hay dos formas de poder protegerlas: como diseño industrial o como propiedad intelectual. “La protección que entrega esta última es mucho mayor y ventajosa porque son 70 años y no necesitas un registro previo para protegerla”, indica. Sin embargo, si se blinda una tipografía por diseño industrial, son solo 25 años, y sí requiere de un registro previo. Pero el problema está en que, "en ocasiones, no son lo suficientemente originales", ni colman las exigencias para ser protegidas por propiedad intelectual.

El mal uso de tipografías podría costarte dinero

Páginas como DaFont, Monotype, FontMeme, BeFonts, entre otras, son solo algunos de los cientos de ejemplos de webs donde se pueden encontrar tipografías. Sin embargo, el problema está cuando al descargarlas añaden frases como “gratis para uso personal” y al ingresar aparecen una serie de condiciones que probablemente no han sido muy notorias: “Al instalar o utilizar esta fuente, acepta el acuerdo de uso del producto”. Dentro de aquel apartado añaden un link para descargar la licencia y especifican que para su uso comercial debe pagarse una licencia corporativa.

Por ejemplo, Monotype es una empresa de origen americano que proporciona activos de diseño, la tecnología y la experiencia para ayudar a crear marcas. Las tipografías son su pilar y ellos se han visto involucrados en más de un pleito por uso de uno de sus productos. En su página publicaron un artículo llamado "En nuestra era bajo demanda, la concesión de licencias de activos creativos es más desafiante que nunca" y comienzan el documento bajo la primicia de que es “seguro” que pocas personas deciden utilizar estos productos de forma ilícita, y que, en realidad, la mayoría tiene la intención de pagar por los activos creados y utilizarlos con la licencia pertinente.

Foto: Imagen de marca de la nueva solución de Pons IP. (Cedida)

Sin embargo, añaden que esas buenas intenciones “no son suficientes”. “Es más importante que nunca que las marcas implementen sus activos creativos de manera rápida, efectiva y sin tener que preocuparse por el papeleo legal o los riesgos de equivocarse”, apuntan en el artículo de Monotype. Además, existen casos memorables de grandes empresas norteamericanas que han infringido la normativa con casos como estos. Por ejemplo, NBCUniversal fue demandado tres veces por robo de fuentes. La última fue en 2012 y fue realizada por Brand Design Co. El pleito tuvo una cuantía de 3,5 millones de dólares, ya que había sido utilizada para todos los sitios web de la cadena.

En 2023, Nike también se enfrentó a una nueva demanda por supuestamente utilizar fuentes sin licencias en sus campañas de publicidad y marketing. La reclamación, presentada en un tribunal de Nueva York, aseguraba que la empresa de productos deportivos usó el software de fuente llamado Kreuz que estaba protegido por derechos de autor de la compañía francesa Production Type. Por daños y perjuicios, la empresa demandante pidió "no menos de 150.000 dólares", sumado a los intereses previos al fallo y los costes legales.

"Creemos que si algo está en internet, y se hace solo, es gratis, y no lo es. Hay que tener mucho cuidado con estos temas y crear conciencia"

Si se va a hacer un uso comercial o publicitario de las fuentes “el público que va a acceder a la tipografía va a ser mucho mayor y además se va a vincular seguramente a un servicio, producto o una sociedad. La tipografía influye mucho en el mensaje que queremos trasladas”, zanja. Por lo mismo, añade que en estos ámbitos existe “muy poca cultura” de propiedad intelectual, y que existe mucha cultura de gratuidad, por lo que "creemos que si algo está en internet, y se hace solo, es gratis, y no lo es. Hay que tener mucho cuidado con estos temas y crear conciencia", finaliza Montenegro.

Descargarse una imagen, una tipografía o cualquier documento online es muy fácil. Con un solo clic se está al alcance de cientos de materiales con los que se puede trabajar, crear y utilizar para diferentes cuestiones. Sin embargo, ¿qué pasa si lo que he descargado está protegido bajo propiedad intelectual? Este es el caso de la gran mayoría de las tipografías, que, a pesar de funcionar bajo descarga gratuita, requieren tener un mayor cuidado con la letra pequeña de las licencias. Fuentes del sector aseguran que cada vez existen más pleitos relacionados con el robo de tipografías y puede llegar una demanda con una gran multa de la mano.

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