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El ERE de Intrum pone en el centro de la diana los contratos con Caixa, Santander y BBVA
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RECORTE DE 600 EMPLEOS

El ERE de Intrum pone en el centro de la diana los contratos con Caixa, Santander y BBVA

Dentro de una semana, arranca la mesa de negociación de Intrum con los sindicatos para recortar 600 empleos. Una sogatira donde un puñado de contratos prometen ser clave

Foto: Intrum adquirió Solvia a finales de 2022.
Intrum adquirió Solvia a finales de 2022.
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Dentro de una semana, el próximo 16 de mayo, arrancarán formalmente las negociaciones del Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que Intrum va a llevar a cabo en España. Ese día, se constituye una mesa de negociación que promete ser exprés, ya que el objetivo de la compañía es tener ejecutadas todas las salidas antes de concluir el mes de julio.

La tensión es máxima en todos los frentes. Entre la plantilla, porque se enfrenta a un drástico recorte de empleo, que supondrá la salida de uno de cada tres trabajadores. En la dirección, porque hay un nuevo consejero delegado, Enrique Tellado, que ha llegado con el encargo de solucionar el rosario de contratos a pérdidas y sobredimensionamiento de personal creado en los últimos años.

En medio de esta sogatira, hay unas líneas rojas que los sindicatos consideran infranqueables y que pasan por poner sobre la mesa, como mínimo, las mismas condiciones de los últimos EREs: 36 días por año trabajado y un máximo de 24 mensualidades. Sin eso, no van a firmar ningún acuerdo. Y sin acuerdo, este ERE corre serio peligro de terminar en los tribunales.

Pero, además, hay un puñado de contratos llamados a jugar un importante papel en las negociaciones, por el potencial poder que tienen para engordar o adelgazar la carga de trabajo y, por tanto, las necesidades de plantilla. El más significativo es el firmado con Building Center, la inmobiliaria de Caixabank, que el año pasado sacó a concurso la gestión de todos sus activos adjudicados, un patrimonio valorado en 3.500 millones de euros.

Foto: Sede de Intrum en Madrid. (Getty/Cristina Arias)

El fondo sueco se adjudicó el contrato de marketing, comercialización y mantenimiento de los inmuebles de la entidad catalana, mientras que Azora se hizo con la gestión de alquileres. Sin embargo, lo que parecía ser una bendición, amenaza ahora con convertirse en un calvario.

Como publicó este medio, la entidad dirigida por Gonzalo Gortázar está reforzando la plantilla de Buildingcenter con perfiles procedentes del mundo del 'servicing' y la idea de ir haciéndose cargo de parte de los trabajos que actualmente tiene adjudicados Intrum. De hecho, cuando cerró el acuerdo con el fondo sueco, lo hizo planteando ya la internalización de estos servicios en un plazo de tres años.

placeholder Enrique Tellado, consejero delegado de Intrum España. (Carmen Castellón)
Enrique Tellado, consejero delegado de Intrum España. (Carmen Castellón)

Hasta entonces, Caixabank se ha garantizado unos estándares de calidad que, según afirman fuentes conocedoras, conllevan dedicar 200 personas de Intrum a dar servicio a la entidad. Esta cifra, que por sí sola ya representa el 10% de la fuerza laboral de Intrum, cobra el doble de relevancia cuando se recuerda que el ERE al que se enfrenta Intrum asciende a 600 personas.

¿Cómo se puede garantizar en este contexto un volumen de plantilla de esas dimensiones para un único contrato?, ¿qué pasará con todos esos trabajadores dentro de dos años si Buildingcenter internaliza toda la carga de trabajo, como está previsto que haga? Estas son algunas de las preguntas que se esperan verse en la mesa de negociaciones del ERE.

Foto: El consejero delegado de CaixaBank, Gonzalo Cortázar. (EFE/Biel Aliño)

El duro recorte al que se enfrenta Intrum responde, por una parte, a los solapamientos derivados de la compra de Haya a Cerberus, pero, sobre todo, al rosario de contratos firmados en los últimos años, para ganar volumen, a costa de perder margen, lo que unido al giro de los tipos de interés, ha llevado las cuentas de la compañía a una situación insostenible.

El nuevo equipo directivo ha puesto en el disparadero, sobre todo, las carteras de NPLs (préstamos morosos) para centrarse en el negocio de activos inmobiliarios (REOs). Esta política ha llevado, por ejemplo, a tomar la decisión de no renovar una parte del contrato que tienen con BBVA, que vence ahora.

La nueva cúpula ha puesto en el disparadero las carteras de NPLs para centrarse en el negocio de activos inmobiliarios

Tampoco se espera que vaya a continuar con Cajamar, el principal cliente de Haya junto con la entidad vasca, que ya tenía previsto no renovar contrato con la antigua filial de Cerberus y que, tras la integración de Haya en Intrum, se espera que termine corriendo la misma suerte, lo que ahonda la herida ante la negociación del ERE.

La otra cara de la moneda es el contrato que acaba de adjudicarse Intrum de LandCo. La filial de suelos de Banco Santander ha reorganizado su cartera, que hasta ahora se repartían entre Diglo y Altamira, para dar protagonismo a Intrum, que se ha hecho con la comercialización de toda la zona de Levante (Comunidad Valenciana y Murcia).

Momento crítico

El contrato de LandCo llega en un momento crítico para el fondo sueco, ya que Alicante, con 330 empleados, es el tercer centro de Intrum con más plantilla, tras Madrid (930 trabajadores) y Valladolid (515 personas).

En Levante, además, hay significativos solapamientos de plantilla entre Intrum y Haya, con lo que ganar carga de trabajo es una importan carta para intentar jugar la partida de mantener el mayor empleo posible.

El ERE llega en un momento muy difícil para todo el sector, que se enfrenta a tener cada vez menos carga de trabajo

Suma y sigue, porque el ERE llega en un momento muy difícil para todo el sector, que se enfrenta a tener cada vez menos carga de trabajo, debido a que la morosidad está controlada, y a cobrar cada vez menos por los mismos servicios, porque las entidades están aplicando un fuerte ajuste de las condiciones y de las comisiones.

Si a esto se une la decisión de grandes jugadores como Buildingcenter o Sareb de empezar a hacer internamente algunos de estos servicios, y se adereza con la promesa de que los avances tecnológicos y la inteligencia artificial permitirán reducir las necesidades de mano de obra, la foto que resulta es la de un sector sobredimensionado y necesitado de reinventarse.

Dentro de una semana, el próximo 16 de mayo, arrancarán formalmente las negociaciones del Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que Intrum va a llevar a cabo en España. Ese día, se constituye una mesa de negociación que promete ser exprés, ya que el objetivo de la compañía es tener ejecutadas todas las salidas antes de concluir el mes de julio.

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