Carabante: "El urbanismo debe ser sostenible medioambiental, social y económicamente"

En el mundo hay aproximadamente 8.000 millones de personas y más de la mitad de ellas viven en localidades de más de 100.000 habitantes. Las previsiones hablan de que esta cifra se incrementará hasta alcanzar el 70% en las próximas décadas, algo que, sumado al hecho de que una parte importante de las emisiones de CO₂ proceden precisamente de las ciudades, obliga a revisar y transformar el entorno urbano. Sin embargo, si bien es relativamente sencillo aunar esfuerzos a la hora de planificar desde cero con criterios de sostenibilidad, el reto es rehabilitar los barrios, edificios y viviendas que ya existen.

Para abordar esta materia desde un punto de vista holístico y sumar el mayor número de opiniones, El Confidencial organizó junto a Acciona el foro La regeneración urbana, en el centro de la sostenibilidad inmobiliaria. El encuentro, enmarcado dentro del ciclo trimestral Descarbonizar ciudades, contó con la participación de Borja Carabante, delegado de Urbanismo, Movilidad y Medio Ambiente del Ayuntamiento de Madrid, y Andrés Pan de Soraluce, CEO de la división Inmobiliaria de Acciona. Además, la jornada se completó con la celebración de una mesa redonda.

Borja Carabante aseguró en su discurso que “los retos urbanísticos y aquellos relacionados con la descarbonización son globales, pero deben solucionarse desde lo local. Por lo tanto, es fundamental el papel de las ciudades y los ayuntamientos”. Así, el delegado confirmó que el consistorio madrileño trabaja en esa senda, tras conformarse el pasado lunes su Consejo Asesor Urbanístico: “La semana que viene entrarán en vigor las nuevas normas”, dijo en alusión al conocido como Compendio 2023, una modificación del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Madrid. El representante del consistorio también constató que “únicamente se trata de una normativa de carácter transitorio, ya que trabajamos intensamente en la elaboración de un nuevo PGOU, ya que el vigente está obsoleto porque fue publicado en 1997”.

En relación con cómo entiende el ayuntamiento de la capital que debe ser el nuevo urbanismo, Carabante explicó que “desde el principio hemos trabajado de forma integral actuando sobre la movilidad, por ejemplo, con la Estrategia de Sostenibilidad Ambiental Madrid 360. Al mismo tiempo, la propia administración debe aportar mecanismos de innovación, flexibilidad y transparencia para facilitar la actividad económica, siempre teniendo la sostenibilidad como pilar esencial”. En este sentido, aclaró que “el desarrollo verde no tiene por qué arrojar números rojos. El urbanismo debe ser sostenible desde un triple punto de vista: medioambiental, reduciendo emisiones; social, regenerando áreas deprimidas de la ciudad, y económico, fomentando la inversión”.

"Necesitamos una Administración que sea ágil en sus decisiones y puesta en práctica", A. Pan de Solaruce (Acciona)

Por su parte, Andrés Pan de Soraluce puso el foco en la regeneración urbana y subrayó que “no se trata de urbanizar bien a partir de ahora, sino de solucionar lo que ya está construido”. Y puso ejemplos: “En España solo el 20% de los edificios de oficinas son energéticamente eficientes, cifra que desciende cuando hablamos de vivienda”. Por esta razón, “hay que actuar en los barrios y facilitar los servicios de forma proporcional. Para lograrlo necesitamos una administración dinámica que no solo teorice, sino que sea ágil en la toma de decisiones y a la hora de ponerlas en práctica”, reivindicó el CEO de la división Inmobiliaria de Acciona.

Construir sostenible sí, pero también regenerar

Tras los discursos, el foro se completó con una mesa de debate que tuvo por título La regeneración urbana y la sostenibilidad inmobiliaria, en consonancia con la temática principal del encuentro. En la tertulia participaron Eugenia del Río, secretaria del COAM (Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid); Teresa Joven, gerente de Arquitectura y Proyectos de Acciona; Isabela Velázquez, arquitecta urbanista, y Bárbara Recio, directora ejecutiva de ULI Spain.

La primera en tomar la palabra fue la secretaria del COAM quien detalló qué debe definir, en su opinión, el urbanismo sostenible: “Las viviendas deben ser proyectadas adecuadamente desde el principio, así que el papel del arquitecto es fundamental. Este deberá tener en cuenta aspectos como la eficiencia energética, entre otros. Pero para corroborar que se cumplen los criterios, es necesario tomar datos de forma constante para poder actuar en tiempo real”. Para Eugenia del Río “no basta con utilizar materiales sostenibles, sino que también hay que cuidar todos los procesos previos, así como la integración en la trama urbana, la movilidad o los usos mixtos”, precisó.

Las cuatro participantes en la tertulia coincidieron en estos aspectos, de tal forma que Teresa Joven destacó que “actualmente ya se ha tomado conciencia de que los criterios sostenibles deben ser una máxima, hasta el punto de que los proyectos nuevos deben tener impacto positivo y colocar a las personas en el centro. De hecho —continuó—, ya estamos entrando en una nueva etapa en la que hay que mirar hacia lo que ya se ha construido y regenerar para revertir la situación, siempre apostando por la comunidad”.

"Antes se buscaba que los edificios fueran eficientes, ahora producen energía renovable. Es un nuevo paradigma", I. Velázquez

Continuando con esta línea de análisis, la arquitecta especializada en urbanismo Isabela Velázquez apuntó que “antes se hablaba de ahorrar energía y ser eficientes, pero ahora ya se habla de que los edificios deben producir energía renovable. Esto supone un cambio de chip, un nuevo paradigma, un paso más allá”. Para recorrer este camino, propuso “una estrategia que incluya más investigación, ya que este es un sector puntero y deberíamos impulsar más la innovación en nuestro país”.

Desde el punto de vista de la empresa también se valoró positivamente la aplicación de los criterios ESG, siglas de los parámetros ambiental, social y gobernanza en inglés. De esta forma, Bárbara Recio reconoció que “tienen impacto en los activos y son demandados a nivel individual, pero también profesional. Su impacto en el centro de las ciudades es incuestionable y viene motivado, en gran medida, porque así lo reclaman las nuevas generaciones para las que la sostenibilidad es un elemento muy atractivo”.

Transformar la ciudad con trabajo multidisciplinar

Las últimas reflexiones de la mesa redonda estuvieron centradas en cómo se deben organizar, fomentar y coordinar las actuaciones urbanísticas para llegar a buen puerto. Sobre este aspecto, Eugenia del Río remarcó “la necesidad de fomentar la comunicación con los técnicos”. “La Administración Pública debe escuchar lo que dicen los expertos y los agentes del sector para poder actuar de forma adecuada, rápida y flexible”, sostuvo. Con ella coincidió Teresa Joven: “Todos los proyectos en los que Acciona tiene éxito se caracterizan porque trabajamos de forma colaborativa. Las diferentes administraciones se tienen que implicar en este asunto”. La gerente de Arquitectura y Proyectos de la compañía de infraestructuras especificó que “los cambios sociales van muy rápido y esto requiere flexibilidad, algo complicado para las administraciones, cuyos tiempos de respuesta suelen ser más largos”.

Isabela Velázquez también reclamó más colaboración entre los agentes, pero puso encima de la mesa la problemática de las zonas suburbiales y periféricas: “Regenerar los centros urbanos suele ser más sencillo porque se revalorizan, se han ido reformando con el paso de los años y tienen identidad propia. Sin embargo, las áreas alejadas de los núcleos exigen el vehículo para desplazarse y suelen tener menos recursos, tanto públicos como privados”. Finalmente, Bárbara Recio reclamó “una visión global a la hora de rehabilitar y regenerar. Para tener una mirada completa, es necesario el compromiso de todos, contar con el asesoramiento de los especialistas, dejar de pensar en microescala y entender estos procesos como una verdadera transformación de la ciudad que exige trabajo multidisciplinar”, concluyó la experta.