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Vasos por 1 € o un aspirador por 1.000: vaciar casas de lujo a precios de Wallapop
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MERCADILLO EN VALDEMARÍN 26, 27 Y 28 DE ABRIL

Vasos por 1 € o un aspirador por 1.000: vaciar casas de lujo a precios de Wallapop

Podría decirse que empieza a haber cierto 'boom' de empresas especializadas en vaciar casas, en realizar un inventario de todo lo que hay en una vivienda, para ponerlo a la venta a un precio por muy debajo del precio de mercado

Foto: Imagen del próximo mercadillo en Valdemarín.
Imagen del próximo mercadillo en Valdemarín.
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La tendencia viene de Estados Unidos y comienza a extenderse en Madrid. De hecho, podría decirse que empieza a haber cierto boom de empresas especializadas en vaciar casas, en realizar un inventario de absolutamente todo lo que hay en una vivienda -desde una alfombra, una mesa, un cuadro, la vajilla, los electrodomésticos o las plantas- , para ponerlo a la venta a un precio muy por debajo del precio de mercado, a precios de segunda mano, para venderlo, absolutamente todo, en cuestión de días.

Lo curioso y más fascinante de este nuevo negocio en auge es que el vaciado de las casas, los mercadillos, como se les denomina, se organiza en las mismas viviendas a las que pertenecen todos esos enseres. Viviendas que, por lo general, han sido vendidas y de las que su anterior dueño no puede llevarse todas sus pertenencias a su nuevo hogar -o simplemente quiere desprenderse de ellas-, y el nuevo propietario tampoco las quiere. Viviendas, en muchos casos, si no de lujo, sí situadas en algunos de los mejores barrios de la ciudad. Viviendas, por lo general, muy grandes y con muchísimas pertenencias.

Una combinación muy atractiva que convierte a estos mercadillos en lugar de peregrinaje de anticuarios, coleccionistas, amas de casas y, también, curiosos. "Lo que me gusta de los mercadillos es que mucha gente viene porque lo ve como un evento de semana, porque es algo muy divertido y entretenido. Les encanta ver la casa, recorrerla y ver todos los enseres a la venta. Además, todo el mundo siempre pica algo. Está tan barato que dices ¡ay, qué mono! Y lo compras, no solo por el precio, sino porque además no lo encuentras en otras tiendas", explica a El Confidencial Ainhoa Larregui, freelance especializada en ayudar a los propietarios a desprenderse de sus pertenencias, que colabora actualmente con La Moraleja Home.

"Hace un año comencé a ayudar a amigos o familiares a vaciar sus casas. Lo hacía de una manera desinteresada, pero esto es un trabajo con mayúsculas. De manera profesional, por decirlo de alguna manera, empecé hace unos meses y ya he vaciado cinco o seis casas", asegura. Pero nunca, hasta ahora, una vivienda tan grande y con tantos enseres como en la que trabaja actualmente a destajo con su equipo y con La Moraleja Home.

"Todo el mundo compra algo, por el precio y porque no lo encuentras en otras tiendas"

El próximo mercadillo está a la vuelta de la esquina. Tendrá lugar en la calle La Loma de los Bailanderos 4, en Aravaca, en el barrio de Valdemarín, los días 26, 27 y 28 de abril y será, posiblemente, el más grande realizado hasta la fecha en la capital.

El evento en cuestión se celebrará en un chalé de 1.500 metros cuadrados distribuidos en tres plantas, con garaje, bodega y con una casa en el jardín. "Es uno de los mercadillos más grandes que he visto", destaca Gonzalo López-van Dam, copropietario y director comercial de Promora, la agencia de lujo que ha vendido la casa.

placeholder Algunos de los objetos a la venta.
Algunos de los objetos a la venta.

"Muchos de nuestros clientes venden sus casas porque sus hijos ya se han ido y la casa se queda muy grande, han cubierto una etapa. Muchos de ellos nos preguntan qué hacer con todos los enseres y muebles que no se van a llevar, una situación que se da muy a menudo. Hasta hace poco, la única solución era vender poco a poco por diferentes medios, una tarea ardua y complicada para la gente mayor. Como respuesta a la demanda de esos clientes, desde Promora contactamos con La Moraleja Home, ya que dan cobertura a muchas áreas a las que nosotros, como inmobiliaria, no llegamos, pero necesitamos", destaca López-van Dam.

Tal y como explica este experto, "a través de estos home markets se da una solución mucho más digna y elegante al traspaso de tantos 'objetos-recuerdos' de toda una vida. Además, llamar a un subastero, a un anticuario o acudir a Wallapop es un caos y no es fácil en un proceso tan intenso y a veces delicado para personas mayores. En un fin de semana, estos objetos y muebles tienen una segunda oportunidad más entrañable, por así decirlo... Además, La Moraleja Home no solo cataloga y ordena, también se informa del valor de cada objeto y su precio en el mercado de segunda mano. Y nuestros clientes quedan encantados", añade.

placeholder Ainhoa Larregui.
Ainhoa Larregui.

Esta vivienda en Valdemarín es un claro ejemplo. Promora ha intermediado en la venta de la propiedad y, a su vez, ha colaborado con La Moraleja Home, una compañía que ofrece todo tipo de soluciones a los vendedores -interiorismo, home staging , re-looking, reformas y home market, entre otros- para ofrecer la mejor solución a la venta de cada inmueble. Y en este caso concreto, para su servicio de home market, se han asociado con Ainhoa Larregui para que se encargue de gestionar el tedioso proceso que conlleva deshacerse del mobiliario y los enseres que no desea llevarse consigo el vendedor de la vivienda.

Este mercadillo ha supuesto todo un reto para Larregui y su equipo. "Esta casa es gigante y es uno de los mercadillos más grandes que he organizado. Para que os hagáis una idea, cada planta tiene su cocina. Hemos inventariado doce vajillas. En un piso de 250 metros tienes dos o tres vajillas. En esta casa llevamos trabajando un mes para preparar el mercadillo, mientras que en un piso más pequeño, suele bastar con dos semanas", explica.

Vasos desde 1 euro, hasta una aspiradora por 1.000

En este mercadillo son casi 1.500 los objetos a la venta. Enseres que perfectamente servirían para decorar con todo lujo de detalles una casa de campo o una casa de un ciudadano medio.

Un trabajo "titánico" en palabras de Larregui. Y es que organizar el vaciado de una vivienda, especialmente de estas características, no es tarea sencilla. "La manera de trabajar se estructura por fases. La primera es una toma de contacto con el cliente. Nos desplazamos a la vivienda y realizamos una primera inspección para poder valorar el contenido. En una segunda fase, una vez aprobado el presupuesto, procedemos a clasificar, catalogar, etiquetar, tasar e inventariar todas las piezas. A todo se le saca una foto, se le pone una referencia, se incluye en la hoja de nuestro inventario para, posteriormente, ponerle un precio. Después, se redecoran y ordenan las estancias para dar protagonismo a cada una de las piezas que se va a vender".

El objetivo es vender todos los objetos en tres días, que la casa quede vacía el domingo

"Optimizamos cada objeto, dándole una segunda oportunidad mediante una venta en la misma propiedad. Catalogamos y ordenamos cada artículo, transformando el ambiente de la casa con estilo y resaltando el valor único de cada pieza", destaca Larregui, que no puede evitar comparar este tipo de mercadillos con entrar en un Zara Home. "Los objetos te entran por los ojos. Ves una vajilla y te fijas en la cubertería, en las servilletas y en servilletero a juego..."

Por último, y no menos importante, es la difusión del evento, para conseguir la mayor afluencia posible. "Durante todo el proceso se realizan vídeos, fotografias, flyers y difundimos en redes sociales, también se envían mailings especiales con información relevante a nuestra base de datos. Nos ponemos en contacto con interioristas y anticuarios y, como en este caso, la agencia que ha intermediado en la venta de la casa, Promora, también difunde la información entre su red de contactos para que tenga la máxima difusión posible", explica Larregui. "Hemos trabajado a destajo, éste ha sido un trabajo de titanes porque ésta es la súper casa. Ha sido un reto.", reconoce.

El mercadillo se llevará a cabo en la propia vivienda, que ha sido vendida, y se realizará durante un fin de semana -viernes incluido. con el objetivo último de vaciar por completo la casa en tres días. Si durante el tercer día hay objetos sin vender, se realizará una rebaja en el precio, si bien, como explica Larregui, también se gestionan donaciones, en caso de que así lo desee el cliente. "Aquí se vende todo lo que veis, desde las cortinas hasta el vestido de novia. El último día, la vivienda queda completamente vacía".

Todo se vende

Lo que más impacta de estos mercadillos es que todo lo que se ve está a la venta, absolutamente todo. Todo lo que se queda en la casa es porque esa persona no lo va a usar y necesita desprenderse de ello. La lista de objetos a la venta es tan larga como variada. Desde objetos presentes en cualquier hogar más modesto, como un vajilla de Zara Home, varias televisiones o un árbol de navidad, hasta objetos de mayor valor como ropa de marca, muebles de algún reconocido artista o electrodomésticos de gama muy alta.

En esta casa, por ejemplo, hay una aspiradora Kirby, una marca estadounidense, cuyo precio puede alcanzar en el mercado los 4.600 euros y que saldrá a la venta por 1.000 o una mesa de comedor con sillas por 1.200 euros, lo más caro del mercadillo. Pero también hay vasos desde un euro o un cocodrilo de ébano, también por un euro.

"En lo que nos queremos diferenciar es en que no solo nos dedicamos o nos hemos especializado en casas grandes, lo que nos atrae de este trabajo es la estética, que quede bonito, así como dar valor a cada pieza a la venta. Nosotros no cogemos los objetos y los 'soltamos' en el mercadillo, sino que realzamos el valor de cada una las piezas. Se cuida la presentación, los objetos están organizados, ponemos flores y frutas en la mesa, como si fuera el buffet de un hotel. Se da vida a los objetos. Por ejemplo, en esta casa, su propietaria tenía repartida por toda la casa varias piezas de David Marshall, un escultor escocés brutalista, y nosotros hemos creado un espacio en el que damos valor a todas estas piezas. Habrá un cartel que explique quién es David Marshall qué es lo que hace, dónde tiene su fábrica..."

placeholder Candelabros de David Marshall.
Candelabros de David Marshall.

Este tipo de eventos, como explica Ainhoa Larregui, "también son una manera de dar una nueva vida a los objetos que hay en las casas. En este caso, cuando el propietario vende su casa y se muda a una más pequeña, hay muchísimas cosas que no se puede llevar consigo y sobre las que existe un apego emocional muy importante. ¿Cómo desprenderse de cosas que te traen tantos recuerdos? Ahí entra la parte emocional que nosotros también tenemos que cuidar, ya que la persona no se desprende de sus cosas, sino de sus recuerdos. Hay que entender que se trata de objetos de un enorme valor sentimental y, en algunos casos, obviamente, también económico".

Por eso, destaca Larregui, "con estos eventos, conseguimos, para el cliente, una manera más agradable de ver cómo se disfruta la casa y cómo se va vaciando. El particular que compra, por su parte, accede a objetos con precios de segunda mano que, de otra manera, no se podría permitir comprar. Es un win win. El propietario tiene que entender que el objetivo principal es vaciar la casa, no vender las cosas. Y eso es muy importante, porque ellos tienen un apego sentimental a todos esos objetos, objetos que en muchos casos les costó un dinero. Entender que eso ahora se vende a precios de segunda mano les cuesta. Y yo lo entiendo, pero el objetivo no es conseguir el máximo por cada objeto, sino vaciar la casa".

Anticuarios, amas de casa, curiosos...

Otra de las curiosidades de estos mercadillos es el perfil de visitantes que reciben. "Hay gente que viene en busca de oportunidades, vienen anticuarios o coleccionistas, por ejemplo, pero también vienen amas de casa porque hay de todo y a precios muy económicos. Por un euro tienes millones de cosas", explica Larregui. ¿Cómo evitar a los curiosos? "No hay un filtro. Lo único que hacemos es pedir cita previa, para poder organizar las visitas y que no se llene de gente. Pero como te digo, al final, incluso el que viene a curiosear, acaba comprando algo. Además, cuando la gente ve que es una casa buena, el mercadillo tiene mucha más afluencia, y sobre todo, cuando en los vídeos percibe que el contenido es mejor, se mueve más. También hay gente que arrasa en los mercadillos. Normalmente quienes se acaban de comprar una casa en el pueblo y la tienen que montar entera".

El mercadillo está abierto a cualquiera que desee visitarlo. Es posible unirse al canal de WhatsApp de La Moraleja Home Market, y apuntarse al evento a través de un formulario.

"Hay una parte emocional que nosotros tenemos que cuidar, ya que la persona no se desprende de sus cosas, sino de sus recuerdos"

Las viviendas se encuentran en los mejores barrios de Madrid (Salamanca, Moraleja, Valdemarín...), "pero lo importante es que los precios no son de lujo. Es verdad que muchos de los objetos que se venden están acorde a la vivienda que se vende, pero los precios son siempre asequibles. El hecho de que vaciemos casas de lujo no significa que los artículos vayan a tener precios de lujo. Los artículos son de segunda mano y están en precio de mercado de segunda mano", insiste Larregui.

"En esta casa, por ejemplo, hay vasos de una fábrica belga de muy buena calidad. Probablemente, en otro tipo de casa no tienes estos vasos. Pero también hay vasos más normales. Es decir, hay opciones para quien quiera un poquito más lujo y opciones para quien quiera algo más normal. Por ejemplo, tenemos una vajilla de loza negra de 46 piezas de Zara Home por 50 euros. Los precios son muy buenos y, además, pueden pagar como quieran".

Las viviendas se encuentran en los mejores barrios de Madrid, "pero lo importante es que los precios no son de lujo"

Ropa, muebles, electrodomésticos, un grifo de cerveza, discos de Julio Iglesias, palos de golf, gafas de Versace, muebles de jardín, lámparas -hasta 80-, botellas de diferentes licores y de vinos, un jamonero, una mesa de ping pong, un congelador, una máquina de hielos, una de hacer mojitos, lavavajillas... una lista casi infinita de casi 1.500 objetos que se podrán visitar y comprar desde este mismo viernes.

Antes de ese día, no se aceptan reservas. "El primero que llega es el primero que compra, lo que no quita que, por motivos de transporte, las piezas -una vez pagadas- se puedan reservar. Para quien no haya ido nunca a uno de estos mercadillos, los muebles o los grandes electrodomésticos se tienen que desmontar para poder ser transportados por sus nuevos dueños. Es un take away, nosotros no desmontamos nada, sino que es el comprador quien tienen que organizarlo todo para llevarse lo que quiere", puntualiza Larregui.

placeholder Otros objetos a la venta.
Otros objetos a la venta.

El mercadillo abrirá sus puertas el viernes a las 11:00 de la mañana y los últimos visitantes podrán acceder a la vivienda a las 18:00 horas del domingo. Ese día, Larregui cuenta con haber vendido todos los objetos. ¿Y si no se venden?

"Si está al precio adecuado, se vende. Es como cuando se vende una casa. Tú te crees que tienes la joya de la corona. Sí, tu casas está estupenda, pero si nadie la compra, algo falla. Esto es lo mismo, tienes que bajar tus precios. El último día, los productos que no se han vendido, se bajarán de precio. ¿Ampliar el plazo? En otros casos, es posible, pero en este caso concreto, la vivienda se tiene que entregar a su nuevo propietario".

La tendencia viene de Estados Unidos y comienza a extenderse en Madrid. De hecho, podría decirse que empieza a haber cierto boom de empresas especializadas en vaciar casas, en realizar un inventario de absolutamente todo lo que hay en una vivienda -desde una alfombra, una mesa, un cuadro, la vajilla, los electrodomésticos o las plantas- , para ponerlo a la venta a un precio muy por debajo del precio de mercado, a precios de segunda mano, para venderlo, absolutamente todo, en cuestión de días.

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