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Urkullu impulsa un 'lobby' para que el norte español no sea relegado por el eje Mediterráneo
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Urkullu impulsa un 'lobby' para que el norte español no sea relegado por el eje Mediterráneo

Euskadi, Galicia, Cantabria y Asturias se alinean para defender al eje Atlántico frente al Mediterráneo. Temen perder su estatus y piden un desarrollo paralelo al del corredor ferroviario del este, pero también en energía o reto demográfico

Foto: El 'lehendakari', Iñigo Urkullu (2i), y los presidentes de Cantabria, Miguel Ángel Revilla (i); Galicia, Alfonso Rueda, y Asturias, Adrián Barbón, en rueda de prensa tras la reunión mantenida este lunes en Vitoria. (EFE/David Aguilar)
El 'lehendakari', Iñigo Urkullu (2i), y los presidentes de Cantabria, Miguel Ángel Revilla (i); Galicia, Alfonso Rueda, y Asturias, Adrián Barbón, en rueda de prensa tras la reunión mantenida este lunes en Vitoria. (EFE/David Aguilar)

Juntos quieren ser más fuertes. Esa era la principal idea por la que el lehendakari, Iñigo Urkullu, decidió reunir a sus homólogos en Galicia, Cantabria y Asturias para hacer lobby frente a España y Europa: "Queremos crear una macrorregión para impulsar al eje Atlántico y defender nuestros intereses en Europa", anunció el líder vasco en una comparecencia conjunta posterior. No siempre ocurre en política, pero tampoco es la primera vez que las reivindicaciones comunes entre regiones ganan a las siglas. En el Palacio de Ajuria Enea, en Vitoria, debatía este lunes todo un mix político: un líder autonómico del PP, otro del PSOE y dos de partidos nacionalistas, el PNV y el PRC. Aunque, en un primer momento, se pensó que todos los focos estarían sobre las conexiones ferroviarias, tras el no de Francia a cumplir sus plazos en la unión con España a través de Irún, las reivindicaciones fueron más amplias.

Urkullu, además de presidir el Gobierno Vasco, es también quien coordina la Comisión del Arco Atlántico, una de las seis entidades geográficas que forman la Conferencia de las Regiones Periféricas Marítimas en Bruselas, y que trabaja en pro de objetivos comunes que van desde las conexiones de transporte o las infraestructuras hasta las estrategias compartidas en materia de energías renovables y el reto demográfico. Es aquí donde aterrizan las tareas de esta nueva macrorregión: "Nuestra agenda común incluye el corredor del hidrógeno, pero va mucho más allá", concretó Urkullu, que, además de los retos ferroviarios y el impulso a esta energía renovable, clave para el futuro próximo, también incluía otras reivindicaciones, como poner fin a las "lagunas" en la red de estaciones de recarga de vehículos eléctricos para el Atlántico.

Foto: La ministra de Transportes, Raquel Sánchez, el presidente de Cantabría, Miguel Ángel Revilla (d) y su homólogo asturiano, Adrián Barbón. (EFE/Kiko Huesca)

La cita comenzaba a las 12:00 horas del lunes, y a las 13:30 estaba prevista la comparecencia posterior, que se demoró unos minutos. La gota que colmó el vaso fue el giro de Francia en sus compromisos ferroviarios, pues, aunque en un principio estaba previsto que un corredor de alta velocidad que conecta Burdeos-Dax pasara por España a través de la Y vasca —el nombre por el que se conoce la línea Vitoria-Bilbao-San Sebastián-Frontera francesa— para 2030, finalmente el Gobierno de Emmanuel Macron determinó que no podrá hacerse realidad hasta, al menos, 12 años después.

Aunque desde el Gobierno central, frente al que también se conjura esta alianza del Cantábrico, aseguran estar de su lado. "Apoyamos esta reivindicación y llevamos mucho insistiendo en cumplir los plazos, cada vez que surge", garantiza el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana en declaraciones a El Confidencial, en referencia al desmarque de Francia respecto a las fechas previstas para unir sus conexiones con España a través de País Vasco. Pero lo que más les preocupa a estas cuatro comunidades, y uno de los motivos por los que han decidido hacer piña con nuevas estrategias ante Europa, es el miedo a quedar atrás frente al Mediterráneo.

"No queremos perder influencia", reconoció Urkullu, que al igual que sus acompañantes veía una amenaza en el "creciente desplazamiento del eje de influencia europeo hacia el este" mientras que "el corredor atlántico ferroviario acumula una larga lista de retrasos", que atribuye tanto al Gobierno español como al francés y que les hace "perder la oportunidad de conectar de forma eficiente el Cantábrico con la red de corredores" que atraviesa la Unión Europea.

"Aprovecharemos la presidencia española en el Consejo de la Unión", declaró Urkullu

En este punto fue muy insistente el presidente del Principado de Asturias, el socialista Adrián Barbón. "No queremos competir con el eje del Mediterráneo, tan solo pedimos que haya un crecimiento en paralelo", sostuvo en una de sus intervenciones durante la ronda de preguntas, posterior a la comparecencia. Pero ¿cómo se materializaría este lobby del Cantábrico y cuáles son sus planes? Las fechas escogidas tampoco son casualidad: "Nuestro objetivo es aprovechar la presidencia española en el Consejo de la Unión Europea en el segundo semestre del año para impulsar una estrategia para el Atlántico" que "movilice a las instituciones y los actores socioeconómicos", concretó el anfitrión del encuentro, Urkullu, en toda una declaración de intenciones.

En resumidas cuentas, quieren solicitar que el presidente de la Comisión Arco Atlántico, el propio lehendakari, participe en el Comité de Cooperación Fronteriza que se acordó en la cumbre franco-española de enero. La idea es "institucionalizar" este foro anual y extenderlo a los líderes de todas las comunidades autónomas atlánticas. Todos van a una en la defensa de ciertos intereses comunes, pese a que puedan existir de fondo motivos partidistas en cada caso, con las elecciones autonómicas y locales en poco menos de tres meses. "La defensa de ideas distintas no está reñida con los intereses compartidos de nuestras cuatro comunidades", aseguró en su turno de palabra el presidente gallego, Alfonso Rueda, que se alineó con las demandas del Gobierno Vasco para presionar a Francia al cumplir sus plazos para las conexiones ferroviarias porque "será en beneficio de todos, no solo del País Vasco".

Foto: Una terminal del puerto de Sines, en Portugal. (Reuters/Rafael Marchante)
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Las reivindicaciones en materia ferroviaria son desde hace décadas protagonistas principales en la vida política gallega, y el encuentro de Vitoria no iba a ser una excepción. El presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, se presentó en la reunión convocada por el lehendakari con una agenda basada en cuestiones de infraestructuras, especialmente para el transporte de mercancías en tren a través del corredor atlántico, que también implica a Asturias y País Vasco. Rueda apostó por la conexión ferroviaria del norte de España con Europa a través de la frontera entre Euskadi y Francia. A este respecto, el presidente gallego subrayó que apoyará las iniciativas del Ejecutivo vasco para garantizar esa conexión y consolidar “una postura conjunta de fuerza”. “Somos aliados”, manifestó tras el encuentro.

El corredor atlántico es considerado estratégico por la Xunta para el crecimiento de Galicia, pero también para el norte de Portugal, un país muy interesado en conectar su red ferroviaria con Galicia. Para Rueda, el Gobierno del país vecino es un “buen aliado” en ese proyecto. El reciente nombramiento de un comisionado para el Corredor Atlántico Ferroviario lo vinculó a la cumbre con Asturias y Castilla y León celebrada hace un mes en Santiago. “Desde luego, tuvo efecto”, apuntó.

Foto: El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez (d), junto con el primer ministro de Portugal, António Costa (i). (EFE/Juanjo Martín)

La Xunta también planteó en la reunión los intereses compartidos con el resto de comunidades del norte en materia de conexiones gasísticas y energéticas con el resto de Europa. Abogó también por una estrategia coordinada para la eólica marina que garantice su compatibilidad con la actividad pesquera y defendió la importancia de las conexiones gasísticas y, en concreto, del hidrógeno verde.

Cuando llegó el turno de Miguel Ángel Revilla, el cántabro resaltó el "peligro" para los intereses del arco atlántico que supone la "desviación de atenciones" a otros países que "se van a incorporar a la UE", y que podría "dejar aparcados" otros planes que están ya en marcha y que afectan directamente a sus comunidades.

Revilla manifestó su apoyo a la iniciativa impulsada por Euskadi y resaltó la colaboración entre ambos territorios, donde el tránsito es tan frecuente como "los atascos y retrasos en el ferrocarril". Por eso hay líneas que, para él, son irrenunciables: "El gran objetivo es la conexión Santander-Bilbao", sentenció. Para este fin ya se reunió a finales de febrero con el lehendakari, y no perdió oportunidad de volver a colocar este tema en agenda en esta cumbre multilateral. El líder del PRC se convirtió hace muy poco en una de las voces más recurrentes a la hora de criticar el fiasco de los trenes en Cantabria y Asturias. Barbón guardó un perfil más bajo al compartir siglas con el Gobierno central, del que depende Renfe.

Foto: El presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla. (EFE/Pedro Puente Hoyos)

El último en intervenir fue, precisamente, el presidente asturiano, que suscribió todo lo anterior y negó que hubiera "avisado" a sus compañeros de partido en la Moncloa sobre lo que iba a hablarse o demandarse desde su región en este encuentro. "No suelo hacerlo", zanjó, indicando que son "muchas" las reuniones que tiene a lo largo del día. Quiso dejar claro públicamente, a pocos meses del 28-M, que la defensa del principado va "por encima" de cualquier otra cosa. E incidió en otras cuestiones que a su juicio son urgentes, como la elaboración de un estudio de conectividad del Cantábrico o la apertura de la variante de Pajares, que estaba prevista para mayo de 2023.

Sobre la estrategia de una macrorregión, consideró fundamental que esta no solo se articule como una reivindicación política, sino que sirva para "dejar clara la presencia de las autonomías en la toma de decisiones". Es decir, que participen en Europa como un lobby más y no como meros observadores. "Uno no logra por sí mismo lo mismo que cuatro", concluyó el anfitrión de esta cita inédita, Urkullu, al término de la rueda de prensa.

Juntos quieren ser más fuertes. Esa era la principal idea por la que el lehendakari, Iñigo Urkullu, decidió reunir a sus homólogos en Galicia, Cantabria y Asturias para hacer lobby frente a España y Europa: "Queremos crear una macrorregión para impulsar al eje Atlántico y defender nuestros intereses en Europa", anunció el líder vasco en una comparecencia conjunta posterior. No siempre ocurre en política, pero tampoco es la primera vez que las reivindicaciones comunes entre regiones ganan a las siglas. En el Palacio de Ajuria Enea, en Vitoria, debatía este lunes todo un mix político: un líder autonómico del PP, otro del PSOE y dos de partidos nacionalistas, el PNV y el PRC. Aunque, en un primer momento, se pensó que todos los focos estarían sobre las conexiones ferroviarias, tras el no de Francia a cumplir sus plazos en la unión con España a través de Irún, las reivindicaciones fueron más amplias.

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