La reforma por 'fascículos' del polideportivo de Aluche que desespera a los vecinos
Los asiduos a uno de los centros de este tipo más grandes de Europa reconocen que han estado "peor que ahora", pero el retraso en las obras y la clausura de un pabellón merman su paciencia. Pese a que la última reforma iba a acabar en 2023, se alargó
"Estamos mejor teniendo en cuenta de dónde venimos". Con esta frase resume una vecina, que acaba de terminar una clase de gimnasia, el sentir de muchos usuarios que frecuentan el polideportivo de Aluche (Madrid). Es de los centros municipales de estas características más grandes de Europa, con casi 14.000 metros cuadrados de superficie para instalaciones de distinto tipo. Pero la tajante afirmación llega tras una reforma por fascículos que se le ha atragantado a las administraciones.
La remodelación inicial se aprobó en 2017 durante una Junta de Distrito de Latina, al que pertenece este barrio. El asunto terminó prolongándose y, en 2022, se anunció que iban a renovar un pabellón. Aunque iba a finalizar el año pasado, se ha terminado aplazando por "problemas" técnicos, pues durante las labores se detectaron complicaciones por el eco. Así lo reconocen desde el Ayuntamiento, que en la última comisión del ramo confirmó que los trabajos se extenderán hasta mediados de este 2024.
Hace una semana desde que la delegada de Deportes, Sonia Cea, reiterara ante una pregunta de la oposición que su equipo "seguía trabajando" para que "mejore la situación" tras las incidencias que llevaron a la demora de este eslabón final de la reforma. A preguntas de este periódico, el equipo municipal de Obras y Equipamientos –que coordina los trabajos que aún persisten en el pabellón principal– concreta que, al ejecutar las obras y tras retirar el falso techo de la sala central, se "constató la existencia de una reverberación" que impedía escuchar cualquier conversación. Es decir, de un eco en suspensión.
Estaba en peligro la calidad acústica de la sala, así que hubo que añadir cambios que mantuvieron cerrado ese espacio. Hasta dentro de unos meses, en principio, no habrán finalizado de apuntalar la instalación. Álvaro, que ahora tiene 23 años, pero que comenzó a jugar al baloncesto en estas mismas pistas cubiertas de Aluche cuando empezó Bachillerato, recuerda que el suelo "resbalaba" y eso "impedía jugar bien" ya por entonces. Él llegó a estar federado y, aunque no ha vuelto a pisar esa cancha tras la reforma, admite que "hacía mucha falta una renovación".
Aunque para Mar Barberán, la edil de Más Madrid que llevaba a esta cuestión a debate en la última comisión de Cultura, Turismo y Deporte, esto no es suficiente. Los primeros trabajos se acometieron con su partido en el gobierno, en tiempos de Manuela Carmena, y continuaron con José Luis Martínez-Almeida. Sin embargo, según considera la edil, estos últimos retoques solo culminarán un servicio que "deja mucho que desear".
Ángela y Victoria, que salen de nadar en el polideportivo, piensan que "hay bastantes cosas que pulir", aunque en general están contentas y ya solo esperan que se rematen las obras. "Llevo años viniendo, soy una parroquiana de la piscina de Aluche", bromea la segunda, que además de bucear, también está en un grupo de gimnasia con monitoras. Aunque en los vestuarios de la pileta "sigue sin haber ni un ápice de aire" –son salas cerradas que se llenan fácilmente de vapor–, la instalación "ha mejorado en este tiempo", dice, señalando a las pistas que tiene justo detrás. "Salvo las de pádel", puntualiza esta vecina del barrio, el resto han quedado perfiladas y ya gozan de una nueva imagen.
El de Aluche es un centro deportivo amplio y en el que es fácil perderse. Goza de dos grandes pabellones, un campo de fútbol con césped artificial, dos frontones, una zona de patinaje, pistas de atletismo, hasta nueve pistas de tenis y otras nueve multiusos, dos de vóley-playa... Un sinfín de opciones de las cuales algunas quedaron algo maltrechas por el desgaste de los años y la actividad. La reforma integral que se planteó en 2017 puso 14 millones de euros sobre la mesa para acondicionar las piscinas, áreas de vestuario o algunas de las pistas deportivas.
Falta personal
Luego, costaron casi dos millones más (1,8) los trabajos que, en 2022, encomendaron al Área de Obras y Equipamientos del Ayuntamiento para crear nuevos espacios o renovar la envolvente del pabellón principal. Estas dos vecinas, Ángela y Victoria, ni siquiera tenían claro que había obras en marcha, aunque dicen venir, al menos, dos veces por semana. Sí admiten notar movimiento de operarios. Lo que ambas resaltan, no obstante, es que aún "sigue siendo asfixiante" entrar a los vestuarios y que es difícil "encontrar más de tres jaboneras [dispensadores] en una sala donde en un turno pasan decenas de personas".
La mayoría de problemas que mencionan tienen más que ver con detalles que con la estructura o el estado de las instalaciones. En la conversación afirman que en su clase de gimnasia, a la que en total asisten "unas 45 personas", ha tenido que unificar sus dos grupos en uno porque "hace un mes que falta una de las monitoras y, mientras se recupera, están decidiendo si podrán o no a una sustituta". Por el momento, se alegran de que algunas cosas hayan mejorado, aunque apuntan a esos "problemas" de personal como otro de los muros a superar.
"Estamos mejor teniendo en cuenta de dónde venimos". Con esta frase resume una vecina, que acaba de terminar una clase de gimnasia, el sentir de muchos usuarios que frecuentan el polideportivo de Aluche (Madrid). Es de los centros municipales de estas características más grandes de Europa, con casi 14.000 metros cuadrados de superficie para instalaciones de distinto tipo. Pero la tajante afirmación llega tras una reforma por fascículos que se le ha atragantado a las administraciones.