¿Te van a impedir ducharte en el gimnasio? Miedo en el sector 'fitness' por la sequía

El sector de los gimnasios no ha dejado de lidiar con todo tipo de perturbaciones durante los últimos años. La pandemia que impuso el cierre de centros deportivos en 2020 y 2021. El aumento de los costes energéticos impactó de lleno en los márgenes operativos de 2022 e incluso llevó a la quiebra a más de un club. Y, ahora, una sequía, en caso de no revertirse, provocará el cierre de las duchas en los más de 668 gimnasios que operan en Cataluña, con el derivado impacto que ello puede en la pérdida de clientes, especialmente en los clubes ubicados junto a oficinas. Girona ya se ha adelantado y ha cerrado las duchas de sus centros deportivos municipales, aprovechando que la norma permite a los ayuntamientos tomar medidas adicionales.

Por partes. Se prevé que Cataluña en fase 1 de emergencia en dos semanas; a partir del nivel 3, es decir, si no caen lluvias importantes en los próximos meses, se cerrarán sin excepción. A partir de nivel dos, los clubes que tengan piscinas que deben rellenarse tendrán que compensar ese consumo, y la opción más probable sea hacerlo cerrando las duchas total o parcialmente. Pero, ¿son las instalaciones deportivas una merma para el ahorro de agua?

Desde la patronal del fitness FNEID afirman que, de momento, Cataluña la única región que ha aprobado medidas que limitarán o restringirán el uso de las duchas. “No tiene sentido que tomen esta decisión porque, ¿acaso los usuarios de los gimnasios no se ducharán en casa tras ejercitarse?”, lamentan desde la Federación Nacional de Empresarios de Instalaciones Deportivas.

El sector del deporte cree que cerrar las duchas no supondrá un ahorro de agua global

El plan de la Generalitat de Catalunya obligará al cierre de duchas si la sequía empeora, una decisión que el sector cree que supondrá una caída en el número de clientes. “Hay un perfil de abonado que, si no puede ducharse en la instalación, dejará de venir”, afirma August Tarragó, presidente de la patronal catalana del fitness y la actividad física Adecaff. “Cuando hay restricciones, algunas personas dejan de practicar actividad física, lo que repercute en su salud, pero también en la economía del sector”, añade.

Los clubes más afectados son los de natación, aunque con matices, puesto que la realidad es que no son las piscinas las que más agua requieren, sino los vestuarios. El 70% del consumo anual va a las duchas, el 20% a las piscinas y un 10% restante a elementos complementarios como son los baños o la limpieza de la instalación, según la estructura de consumos del CN Sabadell, uno de los clubes con más lámina de agua de Cataluña. Incidiendo sobre las duchas, se puede marcar la diferencia y conseguir más ahorro, afirman numerosos directivos consultados.

“Una ducha consume entre 15 y 20 litros por minuto; es ahí donde más margen tenemos de reducir el consumo, pues representa un 70% del total”, explica Claudi Martí, presidente del centenario CN Sabadell. “Con algunos ajustes e inversiones en los vestuarios, podríamos ahorrar un 35% del consumo total de la instalación; lo haríamos reduciendo a la mitad el uso de agua en las duchas”, asegura. Para el directivo, reducir a un tercio este consumo depende de las inversiones realizadas y de los clientes que, en algunos casos, olvidan hacer un uso responsable cuando acuden al gimnasio o se hospedan fuera de casa.

Pero, ¿qué medidas se pueden adoptar? Abarcan desde el reaprovechamiento del agua que se tira por la limpieza de filtros en las piscinas, a la instalación de limitadores de caudal en las duchas, pasando por el tratamiento de las piscinas con luz ultravioleta para que el agua tenga que renovarse menos veces. “El sector lleva meses llevando a cabo acciones para ahorrar agua”, afirma Tarragó. De hecho, Llop Gestió ha reducido un tercio su consumo en los últimos cuatro años. Por su parte, Claror ahorra 35 millones de litros al año, equivalentes a llenar 63 piscinas semiolímpicas, tras aplicar este tipo de medidas.

La medida no afecta a los riego de los campos de golf, pues la mayoría usan agua regenerada

Desde otra de las principales gestoras de instalaciones deportivas en el país, Supera, han apostado por un sistema de filtrado del agua de las piscinas que les permite no hacer renovaciones de agua periódicas, “lo que supone un enorme ahorro, no solo de agua, sino también de energías, lo que nos sitúa a la cabeza de la eficiencia y la sostenibilidad”, afirman. El agua supone entre un 15% y un 20% de su factura de suministros, o lo que es lo mismo, menos de 2 millones de euros al año por el agua, según datos extraídos de 2Playbook Intelligence para El Confidencial.

“Una ducha en nuestros centros consume menos agua que una doméstica; hemos reducido un 33% el consumo en los últimos tres años”, defiende Gabriel Domingo, director general de Claror. En esa misma dirección apunta Indescat, el cluster del deporte de Cataluña, que afirma que “cerrar las duchas de los equipamientos no supondrá de manera evidente un ahorro global de agua, puesto que el deportista se duchará cuando llegue a casa”.

Domingo apunta a una de las claves: seguir optimizando el uso del agua y concienciar a los miles de abonados a los que la industria del fitness da servicio. “Sabemos de la situación de sequía que estamos sufriendo y continuaremos, con nuevas medidas y campañas, en nuestro camino para reducir y optimizar el uso de agua”.

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Es mediante ese tipo de campaña como la compañía busca concienciar a sus abonados. Es algo a lo que apunta Claudi Martí, al asumir que, si es necesario, deberá dedicar personal a vigilar en los vestuarios para evitar un mal consumo. “Nos obligará a reubicar esfuerzos o asumir más gastos, pero estamos dispuestos a hacerlo si es necesario”, añade.

Está por ver si las medidas aprobadas en Cataluña tienen su réplica en otras regiones donde la sequía también está golpeando con fuerza, aunque desde FNEID afirman no haber tenido noticia alguna. Es algo que dependerá de cada gobierno autonómico, y es una tarea compleja, puesto que el parque de instalaciones, en algunos casos, es muy diverso y el consumo no es idéntico. Por ejemplo, el CN Sabadell deberá regirse por las normas que afectan a los clubes de natación, que son más restrictivas que las que afectan a los gimnasios. Ello, pese a que en sus instalaciones también tiene sala de fitness. “Se genera un agravio comparativo por el hecho de que nosotros tendremos que cerrar las duchas si llegamos a fase 2, mientras que un club de fitness sin piscina no lo hará hasta la fase 3”, lamenta.

¿Cómo afecta la medida a los campos de golf?

No afecta. Aunque los campos de golf son los complejos más señalados, en España el 100% de los campos que tienen acceso a agua regenerada la utilizan para regar. Se estima que un campo de golf utiliza alrededor de 200.000 metros cúbicos de agua al año y aproximadamente supone un consumo inferior al 0,5% del regadío español para uso agrícola. De este consumo, el 70% es agua regenerada y el 30% restante de los campos, o no tienen acceso a ese tipo de agua residual, o no necesita regar gracias a la lluvia que cae, como ocurre especialmente en el norte de España.

“No competimos con el abastecimiento de la población porque está prohibido que usemos el agua que llega a los hogares; lo que hacemos es reutilizar la que ya han usado o, allí donde no tenemos acceso a agua regenerada y desalada, utilizar agua de uso convencional, que es la usada para cultivos agrarios”, argumenta Carlos Pitarch, vicepresidente de la Asociación Española de Campos de Golf (Aecg). De hecho, el del golf es uno de los deportes que más años lleva trabajando para reducir su impacto en el medio ambiente para proteger su actividad ante escenarios como el actual, con largos periodos sin lluvias.

*Artículo publicado originalmente en 2Playbook.com.