Los clubes deportivos regatean a la desaparición tras triplicar sus costes energéticos

El deporte no profesional afronta su invierno más frío por la inflación. Los costes energéticos ya son la segunda mayor factura a pagar y se han disparado en los últimos años.

La crisis energética ha afectado fuertemente a la industria, pero el sector servicios no se ha quedado atrás y concretamente las empresas deportivas se han visto fuertemente mermadas por el alza de los costes energéticos. Un claro ejemplo es CN Metropole. El octogenario club grancanario, campeón de numerosos campeonatos de España de natación, saltos y sincronizada, se declaró en concurso de acreedores el pasado octubre tras declarar un ERE y prescindir de su sección de waterpolo.

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Los clubes de natación y los gimnasios con lámina de agua son, con diferencia, las entidades deportivas más afectadas por una crisis energética que también ha impactado en la cuenta de resultados de los clubes de LaLiga. El sector clama que los costes se han multiplicado por tres y por cuatro y que la excepción ibérica no ha contribuido en una reducción de la factura. Lo que sí han procurado ha sido invertir en placas fotovoltaicas y en el cambio de calderas de gasóleo a biomasa.

El Real Canoe, club referente en la promoción y en la élite del deporte acuático en piscina, se ha visto obligado a congelar salarios y rescindir las becas con deportistas de élite. No es una cuestión menor para un club que en sus más de 90 años de historia ha dado al país 76 atletas olímpicos, más que ninguna otra entidad de deportes de piscina.

"Sobrevivimos gracias a los socios y al aumento de precios; si en 2020-2021 gastamos 160.000 euros en electricidad y 130.000 euros en gas, de cara a 2022-2023 presupuestamos 700.000 euros en gas y más de 240.000 euros en luz", afirma su gerente, Goyo García, tras un año en que el club sufrió pérdidas. La entidad incrementó un 50% su presupuesto en gasto energético, y pese a ese aumento, la previsión se quedó corta.

"Los gimnasios han triplicado estos costes y ya superan al gasto en alquiler"

En Cataluña, la región con más clubes de natación en la élite, afirman que la factura energética ha pasado de representar un 11% a suponer un 19% de los ingresos propios. "El incremento medio en lo que va de año es del 62%, pero en los últimos meses ha sido aún más", afirma Sergio Pujalte, secretario ejecutivo de la Asociación Empresarial de Clubes de Natación de Cataluña.

"Los gimnasios han triplicado estos costes y ya superan al gasto en alquiler", afirma Alberto García, gerente de la asociación. "Combatir la inflación y sobre todo el salvaje incremento de los gastos energéticos", afirma Rafa Cecilio, presidente de la cadena de gimnasios DreamFit. Desde Federación Española de Empresarios de Instalaciones Deportivas (Fneid), la principal patronal del sector, señalan que el precio del gas y la electricidad se come el 30% del presupuesto total, y lamentan la falta de ayudas desde las administraciones públicas.

Es cierto que el Consejo Superior de Deportes (CSD) anunció una partida de 146,5 millones de euros entre 2021 y 2023 para que los centros deportivos acometan la anhelada transición ecológica de las instalaciones. Sin embargo, esta partida procedente de los fondos Next Generation EU no llega al sector privado, algo que lamentan desde los clubes deportivos amateurs hasta los gimnasios. La ayuda va destinada a las instalaciones públicas, en su mayoría a los centros de alto rendimiento y tecnificación.

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Las necesidades y urgencias en los clubes profesionales de LaLiga y la ACB son distintas a las del resto del ecosistema deportivo. Por ejemplo, el Real Madrid ha elevado un 79% su gasto en suministros desde 2018-2019, pero en su memoria económica anual reconoce que "la inflación tiene un impacto moderado en los gastos" y que "el consumo de energía es poco relevante".

Preguntados sobre si la factura energética es una preocupación de los clubes, la mayoría admite que es una cuestión relevante, pero no primordial. Relevante porque, con el plan inversor de LaLiga Impulso, numerosos clubes están acometiendo inversiones en sus estadios y ciudades deportivas, y realizarlas con criterios de sostenibilidad está siendo un must. La sostenibilidad a la que más apuntan, sin embargo, es la económica. Ello, tras el impacto del covid-19 y un mercado de traspasos a la baja que afecta especialmente a clubes vendedores.