La fuerza de la pluma o cómo María de Zayas revolucionó la literatura del Siglo de Oro

Imagine cómo sería pasear por las calles de principios del siglo XVII. Piense en cómo sería vivir en una época donde las mujeres estaban relegadas a los roles domésticos y donde su educación se limitaba, en la mayoría de las ocasiones, a aprender las labores del hogar. Intente imaginar también como sería que, entre las sombras de la opresión y el conservadurismo, naciese una figura enigmática y revolucionaria que se atreviese a desafiar con su pluma las convenciones sociales y culturales del momento. Sí, esto ocurrió. El 12 de septiembre de 1590, María de Zayas Sotomayor llegó al mundo, convirtiéndose en una de las precursoras del feminismo moderno en España.

"Porque las almas no son hombres ni mujeres. ¿Qué razón hay para que ellos sean sabios y nosotras no podamos serlo?", escribió Zayas Sotomayor, desafiando el status quo de una sociedad que relegaba a la mitad de la sociedad a vivir subordinada bajo una autoridad masculina, ya fuese su padre, marido o algún pariente varón.

En los albores del siglo XVII, el matrimonio era la institución central en la vida de muchas mujeres, que no tenían siquiera la oportunidad de aprender a leer. No obstante, sí que es cierto, que algunas figuras de la nobleza tuvieron acceso a la educación y llegaron incluso a participar en la efervescente vida cultural y artística. Este es el caso de la protagonista de esta historia.

María Zayas era hija de Fernando de Zayas y Sotomayor, capitán de infantería y miembro de la Orden de Santiago, y de María Catalina de Barrasa. A diferencia de lo habitual en la época, creció en un ambiente instruido, aunque no tuvo una educación formal al uso. Su vocación por la escritura nació de su innato deseo de expresarse en un entorno culturalmente restringido para las mujeres.

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La novelista, poeta y dramaturga dejó un imponente legado literario, lo que la convirtió, junto a Ana Caro de Mallén y sor Juana Inés de la Cruz, en una de las tres grandes escritoras del siglo XVII español. El inicio de su carrera literaria estuvo vinculado a la poesía, donde destacó por su audacia y determinación para explorar temas tabús y emocionales. Sus versos, aunque menos conocidos que sus novelas, reflejan una sensibilidad poética profunda y una habilidad para explorar temas como el amor o la condición humana. Aunque si su nombre ha pasado a la historia, es por su obra en prosa.

En 1637 publicó una colección de relatos cortos titulada Novelas amorosas y ejemplares, en un posible homenaje a las Novelas Ejemplares de Cervantes, escritor con el que compartió siglo. En esta obra critica que se dé a las mujeres ruecas en vez de espadas o almohadillas en vez de libros. "Yo aseguro que si entendierais que también había en nosotras valor y fortaleza no os burlaríais como os burláis; y así, por tenernos sujetas desde que nacemos vais enflaqueciendo nuestras fuerzas con los temores de la honra y el entendimiento con el recato de la vergüenza, dándonos por espadas ruecas y por libros almohadillas", afirma.

La obra de María de Zayas se distingue por su capacidad para explorar la complejidad de las relaciones humanas, especialmente en el contexto de las dinámicas de poder y género. Diez años después de que su primera colección viese la luz en Zaragoza, publicó una segunda parte llamada Parte segunda del sarao y entretenimiento honesto, donde la autora se vuelve aún más crítica con el injusto trato que reciben las mujeres. Ambas novelas se estructuran de la misma forma: varios hombres y mujeres se reúnen en salón de una mujer enferma y se comprometen a relatar cada uno una historia.

Aunque María de Zayas se destacó principalmente como novelista, también incursionó en el teatro. Una de sus comedias más destacadas es La traición en la amistad, donde aborda temas como la lealtad, la traición y el poder. Esta obra se centra en las complejidades de las relaciones interpersonales y los conflictos morales que surgen de ellas.

El Siglo de Oro español, que abarcó aproximadamente desde finales del siglo XV hasta el siglo XVII, fue un período de extraordinaria efervescencia cultural y literaria en España, que se caracterizó por una explosión de creatividad en diversas formas de expresión artística, incluyendo la literatura, la pintura y la música. El contexto histórico y político del Siglo de Oro también influyó en la literatura del momento. España estaba experimentando un período de expansión territorial, lo que se reflejaba en las obras publicadas en aquellos años, donde se abordaban cuestiones relacionadas con el poder, la guerra y la identidad nacional.

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En aquella sociedad, las mujeres que se aventuraban fuera de los roles tradicionales se enfrentaban a las críticas sociales y a la estigmatización. María Zayas desafió esta situación al dar voz a mujeres fuertes y multifacéticas, que destacan por su inteligencia y capacidad para enfrentar las convenciones sociales.

A lo largo de su vida, María de Zayas mantuvo una red de relaciones literarias y sociales, interactuando con algunos de los nombres más destacados de aquella etapa, como Lope de Vega y Ana Caro Mallén de Soto.

La influencia de María de Zayas trascendió las fronteras. Sus obras fueron traducidas al francés, al inglés, al alemán, al italiano, etc. y ejerció una gran influencia sobre la literatura francesa. "Scarron adaptó varias novelas suyas y estas adaptaciones inspiraron a Molière y a Beaumarchais, entre otros", aseguran en la Real Academia de Historia.

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A pesar de su éxito y reconocimiento, María de Zayas cayó en relativo olvido en los siglos posteriores, eclipsada por otros escritores masculinos del Siglo de Oro español. Sin embargo, el resurgimiento del interés en su obra ha puesto de relieve su importancia como precursora del feminismo y como una voz influyente en la literatura del siglo XVII.

En reconocimiento a su lucha por la igualdad de género y a su importancia cultural en la literatura española, Madrid decidió hace unos años rendirle homenaje en el Barrio de las Letras con una placa conmemorativa. Aunque muchas incógnitas rodean la vida de María de Zayas, algunas aún vigentes en la actualidad, su voz transgresora perdura como un testimonio perdurable de su ingenio y su valentía para desafiar las normas establecidas.