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Siete cosas que una mujer tenía prohibidas hace tan solo 100 años
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LUCHA FEMINISTA

Siete cosas que una mujer tenía prohibidas hace tan solo 100 años

Ellas no lo tuvieron fácil, pero como hoy, se opusieron a las dificultades para ganar algunos de los derechos que disfrutan actualmente y que antes suponían una absoluta injusticia

Foto: La primera vez que votó una mujer en España, concretamente en Éibar, el 5 de noviembre de 1933. (Indalecio Ojanguren, Wikipedia)
La primera vez que votó una mujer en España, concretamente en Éibar, el 5 de noviembre de 1933. (Indalecio Ojanguren, Wikipedia)

Afortunadamente, los movimientos feministas que comenzaron a tomar forma a finales del siglo pasado en España han conseguido que muchos derechos para las mujeres hayan sido conquistados. Una serie de logros colectivos que hoy en día ya nos pueden parecer muy normales, pero que hace un siglo se antojaban como auténticas rarezas de la vida en sociedad. Y no solo eso, sino que su reivindicación estaba perseguida y penada por los tribunales.

Sin ir más lejos, el sufragio femenino, el cual no llegó hasta bien entrado el siglo XX. Nuestro país fuera uno de los primeros del mundo en los que quedó reconocido por las leyes. Aunque en territorio europeo la primera nación que lo aprobó fue Finlandia, en 1907, en España el derecho a voto de las mujeres fue aceptado en la Constitución de 1931, en época de la Segunda República. Y en consecuencia, las primeras elecciones en las que ellas pudieron ejercer su voto fue en las generales de 1933. Años después, llegaría la Guerra Civil y la dictadura franquista, la cual anuló el procedimiento de elecciones (aunque sí que se votó en 1966, pero no de manera democrática ya que había una única opción). Así, los votos libres tanto femeninos como masculinos no se volvieron a ejercer hasta 1976, durante la Transición.

Estos eran los tres requisitos que establecía la ley para poder abrir una cuenta bancaria: ser hombre, mayor de 18 años y tener el DNI en vigor

Son muchos los avances que ha habido en la historia en cuanto a derechos femeninos se refiere. Lo más importante aquí es que no haya un retroceso y volvamos a épocas tan oscuras en las que la desigualdad social entre hombres y mujeres no estaba en el punto de mira ni abierta a las críticas. Hoy, con motivo de la resaca del Día Mundial de la Mujer, vamos a repasar algunos de ellos.

Llevar pantalones

"Cuando yo tenía 12 o 13 años, mi madre llegó a casa con pantalones. Estaban de moda. Pero mi padre le dijo que de ninguna manera se los podía poner, que en esa casa era él quien los llevaba". Este testimonio recogido por la 'BBC', de la poeta nicaragüense Claribel Alegría, es perfecto para demostrar cómo un hecho tan inocente como es llevar esta prenda asociada a los hombres estaba prohibida para las mujeres. En 1915, la feminista puertorriqueña Luisa Capetillo fue arrestada por ponerse pantalones en público en La Habana, lo que da cuenta de lo estrictas que eran las normas de vestimenta en algunos países.

placeholder ¿Se puede tener más estilo que Dietrich? ('El Expreso de Shangai', 1932)
¿Se puede tener más estilo que Dietrich? ('El Expreso de Shangai', 1932)

Todo cambió cuando mujeres de fama y renombre empezaron a contradecir a la norma, y con ello extender la práctica al resto de la población. Ese es el caso de Coco Channel, que a partir de los años 20 comenzó a incorporar pantalones en sus colecciones. Otro de los iconos más representativos de este cambio de tendencia es el de la actriz Marlene Dietrich, quien los usó con gran estilo. Desde ella hasta nuestros días, las mujeres se han hecho paso adoptando esta prenda de vestir a su armario y, afortunadamente, este código de vestimenta excluyente apenas existe o, al menos, no da lugar para el debate.

Abrir una cuenta bancaria

Ser hombre, mayor de 18 años y tener el documento de nacionalidad en vigor. Estos eran los tres requisitos que establecía la ley para poder abrir una cuenta bancaria en España. Hace tan solo 40 años, suponía una auténtica utopía que una mujer pudiese ser por sí misma una entidad monetaria. No fue hasta el 2 de mayo de 1975 cuando se aprobó una reforma del Código Civil y del Código de Comercio sobre la situación jurídica de la mujer casada que permitía que este hecho tan rutinario fuera aceptado por parte de la sociedad y las leyes.

Ser soldado

El papel de la mujer en las guerras del pasado fue imprescindible, pero la amplia mayoría no se dedicaban a coger un fusil y salir al frente como los hombres, sino que su misión consistía en atender a los enfermos. No fue hasta principios de la década de 1970 cuando la OTAN empezó a permitir la movilización militar femenina, pero solamente en algunos países pioneros de la organización, como Estados Unidos, Canadá, Dinamarca y Francia. En países tan avanzados actualmente a nivel social como Alemania no alcanzaron un estatus hasta el año 2000.

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Aquí, en España, bien es sabido que el servicio militar era obligatorio. Precisamente, fue el expresidente José María Aznar quien lo suspendió en 1996, pero no fue hasta 2001 cuando la nueva ley entró en vigor. Unos años antes, concretamente el 23 de febrero de 1998, se publicó un Real Decreto que permitía que las mujeres accedieran a las Fuerzas Armadas por primera vez en la historia.

Divorciarse

Romper el contrato conyugal no era nada fácil si eras mujer. Debías probar que existía maltrato físico o adulterio, o incluso ambos a la vez, aunque en este caso también eran tachadas de mentirosas, con lo cual no se podía hacer prácticamente nada al respecto. Además, la violación solo estaba definida como "tener relaciones forzadas con alguien que no fuera la esposa", según explica a la 'BBC' Stephanie Coontz, profesora emérita de Historia en el Evergreen State Collage. Actualmente, en España, el divorcio es legal mientras hayan pasado tres meses desde la fecha del matrimonio.

Fumar en público

En la actualidad, hay unas cuantas restricciones sobre los lugares de consumo de este vicio tan extendido entre la población. Pero en el pasado se permitía fumar en cualquier lugar, eso sí, no a todas las personas. En concreto, a todo el mundo menos a quienes fueran mujeres. Aunque en general estaba aceptado que las mujeres fumaran en casa, la sociedad desaprobaba que lo mostraran en público, según informa 'Reader's Digest'. Por ejemplo, en Nueva York se prohibió este acto en 1908. La ley resultó ser muy poco popular, y el alcalde la derogó a las dos semanas.

Comprar sin marido

Al igual que se les impedía el acceso a una cuenta bancaria, como hemos comentado anteriormente, en el siglo XIX las mujeres necesitaban salir acompañadas por su marido para poder comprar en tiendas. Esto cambió a finales de siglo con la llegada de los grandes almacenes, los cuales fueron diseñados para las mujeres al estar concebidos como un lugar propicio para socializar, reunirse y lo más importante: gastar dinero. Así es como se permitió el acceso a otros espacios y consumos: los restaurantes y teatros comenzaron a abrir sus puertas a mujeres que venían solas. Sin embargo, esta serie de permisos solo estaba reservada a las mujeres de clase alta.

Tener pasaporte para viajar

Hasta la década de 1920, en Estados Unidos las mujeres no podían viajar solas, lo que quiere decir que compartían su permiso para trasladarse con su marido. Esto era un reflejo de la desaprobación que tenía la mayoría al hecho de que una mujer viajase sin su marido. En 1917, una joven llamada Ruth Hale fue la primera en solicitar su pasaporte con éxito. Veinte años después, la ley fue cambiada para que todas pudieran hacerlo.

Afortunadamente, los movimientos feministas que comenzaron a tomar forma a finales del siglo pasado en España han conseguido que muchos derechos para las mujeres hayan sido conquistados. Una serie de logros colectivos que hoy en día ya nos pueden parecer muy normales, pero que hace un siglo se antojaban como auténticas rarezas de la vida en sociedad. Y no solo eso, sino que su reivindicación estaba perseguida y penada por los tribunales.

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