El pasado dorado de la F1 en Madrid: aquellas tardes de gloria en el Jarama
Por el trazado de San Sebastián de los Reyes pasaron los mejores pilotos del momento. Décadas después, todo apunta a que el circo de la F1 se irá hasta Ifema, en la que será la cita automovilística por excelencia de la capital
Ernesto Nava conoció el Circuito del Jarama cuando tenía 12 años. Desde entonces, su amor a los deportes de motor y a la Fórmula 1 en concreto ha sido algo palpable a lo largo de su vida. Desde León, su padre le acercaba a Madrid, a las carreras, siempre que podía.
"En el puente del 1 de mayo de 1972, él me propuso venir a ver el Gran Premio de F1, y yo lógicamente dije que sí", relata. Cuando vio de cerca los coches, los boxes y todo lo que circunda a este deporte, algo cortocircuitó en su cabeza. Esa energía que se desprendió todavía le acompaña, y volvió a lanzar un último chispazo cuando se enteró de que la F1 volvería a Madrid.
Decidió estudiar Industriales en la capital, algo que le aproximó aún más a la F1. Algunos contactos le permitieron entrar en el paddock y la pelouse. "Ahí les veía a todos de cerca, les hacía fotos… Eran otros tiempos", dice. Ya en 1978, se decantó por convertirse en comisario técnico del circuito, por lo que pasó a ser el responsable de que todos los coches cumplieran con la normativa.
"A veces éramos un poco los malos de la película porque descubríamos las trampas que intentaban hacer los equipos, pero esa era nuestra labor", cuenta el ahora director de la escuela RACE, propietaria del recinto.
Poco a poco, se iba tejiendo un hilo que le tendría amarrado al Jarama toda su vida. No era raro que se saltara las clases para poder acudir al Circuito, lo que le granjeó una anécdota que atesora en su memoria como oro en paño: "Yo me iba al semáforo de Plaza de Castilla por si alguien me acercaba al circuito en coche, y de repente me paró Fermín Vélez. Era un extraordinario piloto español que corrió en la categoría de prototipos a nivel mundial y las 24 horas de Le Mans. Fue el primer piloto español en destacar en Estados Unidos. Lo sorprendente es que, cuando me paró, iba conduciendo su coche de carreras, que le patrocinaba Danone. Como no tenía más asientos, fui en el suelo, agarrado a donde podía".
Luego, el día de las carreras, Nava era una de esas decenas de personas de los 80.000 espectadores que tiene de capacidad el recinto y que aprovechaban algún roto en la malla de seguridad para "invadir" el asfalto y acercarse a sus ídolos. De hecho, conserva una amplia colección de autógrafos de ellos y pegatinas de los equipos.
Grandes pilotos
Nava conoció el éxito de un Circuito del Jarama, ubicado en San Sebastián de los Reyes y con 3.850 metros de longitud, que siempre ha conseguido reinventarse. Como comisario técnico, participó en los dos últimos GP, en 1980 y 1981.
"Cuando llegaba la F1 al Jarama, me acuerdo que el circuito estaba completamente abarrotado, todo el mundo sentado en la hierba. Te movías a comprar un refresco y te costaba volver a encontrar tu sitio", ilustra. Lejos quedaron los inmensos atascos en la carretera de Burgos, que ni mucho menos tenía las dimensiones actuales, por la que se entraba al circuito.
En su retina tiene guardadas imágenes irrepetibles. Por ejemplo, cómo todo cabía en los boxes de seis metros de largo por seis metros de ancho. "Los equipos apenas traían un camión. Era una F1 mucho más económica, aunque tecnológicamente muy desarrollada. La F1 siempre ha sido la puntera del desarrollo del automóvil", subraya.
No es el único que todavía recuerda aquel final del GP de 1981, en el Jarama, donde ganó Gilles Villeneuve. "Aquello fue increíble. Los cinco primeros en cruzar la meta lo hicieron con menos de un segundo y medio de diferencia", explica.
Emilio de Villota, expiloto de F1 y el único español que ha terminado un GP en el Circuito del Jarama, es otra de las personas que puede hablar con mayor consciencia del asunto. La historia de amor de De Villota con este circuito comenzó en 1967, cuando el gerente que por aquel entonces gestionaba el enclave le dijo que tenía un coche de Fórmula 3 aparcado esperando a que alguien se diera unas vueltas con él. No lo dudó. "En ese momento tenía 21 años. Al año siguiente, ya competí en mi primera carrera oficial", comenta.
Subió en el escalafón, hasta que en 1976 compitió por la clasificación del GP de España, aunque con resultado negativo. "En esa época éramos 30 pilotos para 24 puestos de parrilla, y nos quedamos fuera. En la temporada siguiente sí que entramos con un McLaren", dice el piloto. En el GP de España de 1977, celebrado en el Jarama, De Villota terminó en el puesto número 13.
El status que jamás perdió
De su mano nació, asimismo, la escuela de pilotos que tanto ha revitalizado el circuito a lo largo de su historia. "Empezamos enseñando a pilotos de rally, y después comenzó la de pilotos de monoplaza. Por ahí pasaron nombres como Antonio Albacete, Alfonso García de Vinuesa, Pedro Martínez de la Rosa, Jordi Gené, Antonio García y también Carlos Sainz Padre", explicita. Más tarde llegaría Fernando Alonso, quien dio sus primeros pasos en monoplaza en el Circuito del Jarama y, después, Carlos Sainz junior. Su relación con la escuela terminó tras la muerte de María de Villota, una de sus cabezas más visibles y tutora de importantes pilotos.
El circuito del Jarama acogió la F1 desde 1968. Los años impares, el GP de España se celebraba en Barcelona, en Montjuïc, y los pares en el circuito madrileño. Así hasta 1975, cuando un grave accidente en la cita catalana hizo que desde el siguiente año en adelante los monoplazas de F1 solo rodaran en el Jarama, hasta 1981. Desde entonces y hasta nuestros días, este enclave, propiedad de RACE, nunca ha dejado de funcionar y los nombres de sus curvas, que hacen honor a pilotos históricos del mundo de la competición, siguen incólumes. "En la actualidad, el Jarama es un mix entre circuito de carreras, porque lo llevamos en el ADN, y un centro de eventos de carácter internacional", enuncia Nava.
¿Volverá la Fórmula 1 al Jarama?
"¡Claro que me gustaría ver la F1 en Madrid, y cuanto más cerca mejor! Creo que es una idea muy interesante", expresa este antiguo comisario técnico en referencia al anuncio de que la F1 volverá a la capital, aunque Ifema le ha tomado la delantera al circuito del Jarama y todo apunta a que será la ubicación elegida. De Villota, por su parte, aporta algo más de información al asunto: "Las noticias que tengo es que el mismo estudio de arquitectura que remodeló el circuito de Zandvoort en Holanda hizo un estudio de viabilidad en el Jarama y certificó que era posible, que podía volver a acoger la F1". No obstante, la balanza se inclina hacia el recinto ferial, al menos hasta la fecha.
Desde el punto de vista de este mítico piloto español, sería "ideal" poder dar continuidad a aquella historia por ahora interrumpida en 1981. En cambio, el plan para que la F1 volviera a la capital también viene acompañado de toda una exposición para dar a conocer la viabilidad sostenible de este deporte, así como el uso extenso de energías alternativas. Para ello, Ifema sí que tendría algunas ventajas debido a los pabellones que ya conforman el centro de congresos actual.
"Yo creo que es muy posible el hacer una inversión y que se mantenga en el tiempo, y para eso el Jarama no tiene competidores. También es cierto que Ifema está mucho más dentro de la ciudad y conectado por transporte público. Ojalá Barcelona y Madrid puedan acoger el GP de España de forma alternativa. Eso sería lo mejor para el deporte español", concluye De Villota.
Ernesto Nava conoció el Circuito del Jarama cuando tenía 12 años. Desde entonces, su amor a los deportes de motor y a la Fórmula 1 en concreto ha sido algo palpable a lo largo de su vida. Desde León, su padre le acercaba a Madrid, a las carreras, siempre que podía.