Entresijos: una guía atípica por los barrios con menos postureo de Madrid

Víctor Coyote se define como dibujante, aunque su currículum dice que pasó por la facultad de Bellas Artes. Además, es y ha sido cantante del grupo musical Coyotes: de ahí su nombre artístico, que lo convirtió en un referente de la movida madrileña. Eso no le hace dudar de lo orgulloso que se siente de sus raíces gallegas: “Somos más rudos en el norte”, dice intentando probar que es más gallego que capitalino. Llegó a Madrid el mismo año en que murió Franco. Él tenía 19 años. Ahora, tiene 65 y asegura que a veces se plantea volver a su tierra natal, Tui, en Pontevedra.

Antes de descubrir si es verdad aquello de que vivir es ver volver, ha publicado Entresijos. Barrios, estampitas y personas de Madrid (Autsaider Cómics), un libro que recoge lo mejor de sus crónicas madrileñas en formato de pequeñas historietas. Lo componen una colección de cómics sobre madrileños a doble página y a todo color que ha ido publicando desde el 2017 en M21 Magazine, la revista creada durante el Gobierno de Manuela Carmena en el Ayuntamiento. “La fundaron con la intención de hacer reportajes dibujados de Madrid”, explica.

Coyote asegura que siempre tuvo claro qué quería hacer en esas dos páginas, que siguen siendo mensuales. El formato reportaje se convierte en su excusa para a veces ser más descriptivo, como lo hace en las historias de los mercados. En otras ocasiones se permite jugar más con la ficción. Sin embargo, su lápiz, siempre con la punta afilada, recoge con las dosis adecuadas de ternura y espíritu crítico tipos que le sonarán a cualquiera que haya pasado unas cuantas horas paseando por Madrid.

Cuando cambió el Gobierno, Coyote dijo a los nuevos responsables de la publicación que él podía seguir siempre y cuando nadie pretendiera cambiar lo que hacía, algo que hubiese significado cambiarlo a él mismo. Nadie se metió con sus dibujos, aunque reconoce que de cuando en cuando recoge ideas y propuestas sobre cuál puede ser su siguiente tema. Por ejemplo, cuando le pidieron que se centrara en el deporte, sacó la historieta de lo que ocurre en Madrid con el Kayak Polo. Esto no le ha hecho ajeno al devenir de la publicación: “La calidad de la revista ha bajado, sin duda”, afirma rotundo el dibujante.

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Para Coyote, Entresijos es una reivindicación de las pequeñas grandes cosas con las que todo el mundo convive cada día en el barrio. Bajo su mirada, todas dejan de serlo para convertirse durante unos instantes en protagonistas de historias que son en realidad las de todos. Algunas de ellas retratan lugares que conoce muy bien, como el Mercado de los Mostenses. “Es una descripción de lo que pasa entre los clientes y los puestos de comida”, comenta. También ha dedicado historias a escribir sobre cosas de las que tuvo que ir aprendiendo por el camino, como la invasión de cotorras argentinas que asola la Casa de Campo.

En todo este proceso ha convertido a la tecnología en su aliada: va a los lugares, toma fotos con el móvil o el dispositivo que tenga más a mano y después convierte eso en crónica dibujada en la tranquilidad de su casa. Pero esto no impide que, de cuando en cuando, preso de la nostalgia y de un cierto carácter bohemio, se anime a sacar el cuaderno y el lápiz en el propio lugar de los hechos para dibujar al protagonista de su siguiente historia. “Es una idea muy romántica que ya no se lleva”, reconoce entre risas.

También se esconde detrás de una sonrisa pícara cuando la gente le dice que ha descubierto Madrid para mucha gente. El libro se vende como una “guía atípica de la ciudad que rehúye lo tópico y acerca a los lectores los entresijos de ese nuevo Madrid en el que la casquería de toda la vida convive con las frutas tropicales, el chile habanero, el wasabi o la yuca”.

Memoria de los barrios

Se trata de una memoria sentimental y una declaración de principios. En el prólogo, Adriana Herreros define el libro como “el mapa vital” de Coyote. Este se cimenta en los principios y valores de un autor que no tiene problema en ponerlos de manifiesto en un texto titulado Barrio. Este hace de rotonda del resto de historias: de allí parten y hacia allí van.

Al principio Coyote pensó que tener tantas estampas tan variadas de los barrios podría no funcionar a la hora de juntarlas para el libro. El resultado, sin embargo, le ha gustado: “La mirada lo unifica todo”. Para los amantes de sus trazos, cada mes Coyote sigue sacando nuevas historietas con crónicas de Madrid. “Voy ahora al servicio de las historias, no es una cosa demasiado artística”, asegura.