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Todos contra Ayuso y Ayuso contra Sánchez

El debate de Telemadrid entre los cinco candidatos a la presidencia de la Comunidad de Madrid, muy medido y sin sorpresas a izquierda y derecha, confirmó el frente común contra la presidenta, incluido Vox

Foto: De izquierda a derecha: Rocío Monasterio (Vox), Mónica García (Más Madrid), Isabel Díaz Ayuso (PP), Juan Lobato (PSOE) y Alejandra Jacinto (Podemos), antes del debate. (EFE/Juanjo Martín)
De izquierda a derecha: Rocío Monasterio (Vox), Mónica García (Más Madrid), Isabel Díaz Ayuso (PP), Juan Lobato (PSOE) y Alejandra Jacinto (Podemos), antes del debate. (EFE/Juanjo Martín)

El debate electoral de la Comunidad de Madrid, organizado esta noche por Telemadrid, se desarrolló en dos direcciones que casi ni se cruzaron. La primera, en clave autonómica, de todos los candidatos en la oposición volcados contra Isabel Díaz Ayuso y su gestión durante los últimos cuatro años. La segunda, con vocación nacional, de la presidenta regional frente a Pedro Sánchez y sus aliados de la izquierda. Impuestos, ETA o la ley del solo sí es sí y las rebajas de condenas a violadores conformaron una suerte de sexto bloque por la presidenta, aunque todo estuvo medido al milímetro, sin sorpresas y con mantras y discursos de sobra conocidos.

La intervención inicial de cada uno de los candidatos fue una declaración de intenciones de lo que parecía que estaba por llegar, pero no hubo más que una sucesión de mensajes y casi sin debate. Mónica García (Más Madrid), la primera en comparecer por sorteo, habló del "ruido" de la campaña en referencia a Ayuso y preguntó a la presidenta si conocía cuántas personas hay en exclusión social. La candidata del PP a la reelección obvió la pregunta y dejó claro que su estrategia de confrontación con el sanchismo y el Ejecutivo del PSOE y Unidas Podemos no va a cambiar ni antes ni después del 28 de mayo, con Sol como contrapeso omnipresente de la Moncloa. "Hay que elegir entre una comunidad ambiciosa y gestionada por el PP y los que proponen subir impuestos, votar a ETA o dar las casas a okupas", dijo.

Foto: Isabel Díaz Ayuso y José Luis Martínez-Almeida. (EFE/Zipi)

El resto de candidatos hizo lo propio, con un intento de marcar sus propios perfiles, especialmente en los casos de candidatos con escaso conocimiento entre los madrileños. Mientras que Juan Lobato (PSOE) hizo un llamamiento al "respeto" y a hablar de Madrid, con tono institucional, Rocío Monasterio (Vox) se centró en todo momento en la inseguridad, la inmigración o los problemas derivados de la Agenda 2030. "En estos cuatro años, estas cosas no han mejorado en Madrid", subrayó. Alejandra Jacinto (Podemos-IU), la más beligerante entre la monotonía, insistió en la necesidad de regular el precio de los alquileres y planteó la creación de una empresa pública de reparto y una agencia inmobiliaria. Pero poco más, en líneas generales.

Los planteamientos configuraron dos frentes ya conocidos. Las alusiones de Ayuso a Sánchez arrastraron por momentos a Lobato, García y Jacinto, que reivindicaron las medidas firmadas por sus respectivos líderes nacionales, desde la subida de las pensiones a la reforma laboral o el aumento del ingreso mínimo vital. Solo fue un espejismo de la pelea por las medidas contra la crisis o los problemas de vivienda. El cara a cara a cinco se dividió en cinco bloques, con un formato que una vez más dio poco pie al intercambio entre los candidatos, muy tensos y con discursos e intervenciones enlatadas casi todo el tiempo: economía y empleo; transportes, infraestructuras y vivienda; sanidad, educación y servicios sociales; relaciones con otras administraciones; el Madrid del futuro, en España y en Europa, y los pactos electorales.

El único momento con cierta tensión fue cuando la candidata de Podemos aludió a los muertos durante la pandemia. Ayuso casi ni reparó en ello

La noche fue más bien lineal y sosa, tirando a aburrida. Más Madrid y el PSOE, pese a que se juegan liderar la izquierda, ignoraron su disputa para hablar de Ayuso y reiterar sus propuestas. El último bloque, relativo a los pactos, tampoco animó la cita, con un tono mucho más relajado que el 4-M.

El único episodio que despertó algo de tensión fue cuando la aspirante de Podemos volcó su intervención en los muertos durante la pandemia, utilizando el libro del exconsejero Alberto Reyero, y con alusiones a la comisión del hermano de la presidenta por la compra de mascarillas. Incluso llevaba una camisa con el rostro de Tomás Díaz Ayuso y la frase que pronunció Pablo Casado tras el estallido de la crisis en el PP por esta cuestión. "¿Le parece ético?", espetó Jacinto. Ayuso, centrada en Sánchez y en sus acciones de Gobierno, ni reparó en ello más allá de un "no invada mi espacio" cuando quiso entregarle el libro.

Foto: Los cinco candidatos a la presidencia de la Comunidad de Madrid durante el debate electoral. (EFE/Juanjo Martín)

Lo cierto es que la actitud de la presidenta de la Comunidad de Madrid fue algo sorprendente. Casi ni entró al trapo cuando escuchaba el nombre de su hermano o los cientos de fallecidos en las residencias de mayores durante la pandemia. Tampoco cuando sus rivales intentaban exprimir el problema de la sanidad, su talón de Aquiles durante esta legislatura. "Este 28-M nos jugamos la sanidad o Ayuso", subrayó la candidata de Más Madrid. Pero ni por esas. Ayuso se acordó más de Pedro Sánchez y sus pactos con Bildu, representación de la "ruina". “Sánchez odia a Madrid y podrá ir a por todo, pero no a por Madrid, y menos con sus socios de ETA”, señaló.

El debate, moderado por el periodista Víctor Arribas, ha sido la única oportunidad para que los candidatos con representación en la Asamblea de Madrid confronten ideas y programas en este formato. Isabel Díaz Ayuso ya dijo hace semanas que solo iba a acudir a la cita de Telemadrid, delegando en su número dos (Alfonso Serrano) para los otros encuentros programados, como el de TVE o Cuatro (desarrollado el pasado día 9). La necesidad de hacerse notar se hizo sentir esta noche, incluso entre quienes no tienen ni un solo escaño en la Cámara de Vallecas. La aspirante de Ciudadanos, Aruca Gómez, lideró una protesta ante la sede de la radiotelevisión pública madrileña por no haber sido incluida, pese a ser una fuerza extraparlamentaria desde 2021.

Foto: De izquierda a derecha, Mónica García (Más Madrid), Alejandra Jacinto (Podemos) y Juan Lobato (PSOE). (EFE/Fernando Villar)
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El frente formado por la izquierda siguió el guion esperado, con Mónica García, Juan Lobato y Alejandra Jacinto afeando a Isabel Díaz Ayuso su inacción durante toda la legislatura ante los problemas y preocupaciones de los madrileños. La respuesta de la presidenta de la Comunidad de Madrid fue similar en casi todos los casos. O bien sacaba pecho de sus medidas en curso o bien apuntaba a Sánchez. Así lo hizo con el transporte y el "abandono" de la red de Cercanías por el Gobierno central o con los efectos de la ley de vivienda recientemente aprobada. "Cero viviendas y cero vergüenza", contestó Jacinto, en la misma línea que sus compañeros de la izquierda, que coincidieron en denunciar que no se ha entregado ningún inmueble en cuatro años.

Equilibrios de Vox

Vox también participó en el frente común contra el PP y el Ejecutivo autonómico, aunque Monasterio tuvo que hacer malabares para soplar y sorber al mismo tiempo. O lo que es lo mismo: criticar las políticas de la izquierda y las de Ayuso en el mismo mensaje. La líder de la formación ultraconservadora criticó las zonas de bajas emisiones y el enorme perjuicio que ocasionan en los autónomos que no pueden comprar un vehículo eléctrico, aunque se centró sobre todo en la inseguridad, la okupación y los menas. Monasterio rescató el polémico cartel de las elecciones de 2021 y el supuesto coste de los menores extranjeros no acompañados (menas) para las arcas públicas. Según este partido, la inversión por cada uno de ellos se eleva a 6.400 euros. "Estos cuatro partidos niegan la inseguridad", repitió ante los reproches de sus rivales. También de Ayuso, que una vez más dijo que tanto la recepción de estos jóvenes como la seguridad son competencia de la Administración central.

Foto: Isabel Díaz Ayuso con Rocío Monasterio en una foto de archivo. (EFE/Sergio Pérez)

Los candidatos y sus equipos llegaron a la cita confiados en el poder de movilización de este debate, siempre marcado en rojo en el calendario de campaña, aunque el clima generalizado es que el 28 de mayo ya estará todo el pescado vendido. Así lo advierten las encuestas, incluida la del CIS, que, sin que sirva de precedente, contempla una mayoría absoluta del PP en la Comunidad de Madrid. La sensación es que lo único que queda por decidir es si Isabel Díaz Ayuso será capaz de lograr su ansiado objetivo o si, por el contrario, tendrá que lidiar y ponerse de acuerdo nuevamente con Vox para gobernar.

Las opciones de la izquierda y un hipotético Gobierno entre Más Madrid, el PSOE y Unidas Podemos son remotos en este momento, máxime cuando los morados no tienen siquiera garantizada su presencia en la Asamblea, con la posibilidad de que no lleguen al 5% mínimo exigido para entrar en el Parlamento.

Sin pactos a la vista

El enfrentamiento a cinco tampoco despejó la incógnita sobre los pactos tras el 28 de mayo. En la izquierda, nadie hizo referencia, salvo Podemos y su alianza fallida con Más Madrid. Mónica García y Juan Lobato no movieron una coma de su discurso, acaso condicionados por los sondeos y la necesidad de proponer en positivo para liderar la oposición hasta 2027. "Lo más importante en democracia es votar, y yo os voy a pedir el voto como voy a gobernar: con dignidad y respeto", señaló Lobato.

Foto: Debate de los candidatos a la comunidad de madrid

El morbo sobre un posible pacto de gobierno entre el PP y Vox seguirá abierto hasta el mismo día de las elecciones. Y los puentes siguen rotos en este momento. Rocío Monasterio, que criticó que los populares hayan mantenido la ley sobre identidad de género, criticó que sus potenciales socios hayan votado en contra de 44 de sus propuestas, mientras que ellos apoyaron un total de 29 leyes. "La señora Ayuso ni contesta a los mensajes ni los wasaps", declaró.

La respuesta de Isabel Díaz Ayuso fue lo contrario a una política de mano tendida. "Hemos trabajado contra todas las imposiciones y además lamentando esa deriva que tomó Vox y que decidió al final en diciembre caminar por otro sitio. Yo les trato con respeto, pero no puedo permitir que digan que esto es una estrategia cuando han decidido ir contra la prosperidad de Madrid", indicó en referencia al bloqueo de los presupuestos de 2023, punto de inflexión en la relación entre ambos partidos. Con 10 días todavía por delante, el ansiado debate no parece que vaya a ser determinante para nada.

El debate electoral de la Comunidad de Madrid, organizado esta noche por Telemadrid, se desarrolló en dos direcciones que casi ni se cruzaron. La primera, en clave autonómica, de todos los candidatos en la oposición volcados contra Isabel Díaz Ayuso y su gestión durante los últimos cuatro años. La segunda, con vocación nacional, de la presidenta regional frente a Pedro Sánchez y sus aliados de la izquierda. Impuestos, ETA o la ley del solo sí es sí y las rebajas de condenas a violadores conformaron una suerte de sexto bloque por la presidenta, aunque todo estuvo medido al milímetro, sin sorpresas y con mantras y discursos de sobra conocidos.

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