La marea blanca lidera ya la oposición a Ayuso a tres meses del 28-M

La marea blanca lidera ya la oposición a Isabel Díaz Ayuso. La nueva manifestación por la sanidad pública en Madrid, con 250.000 personas en la calle (según los datos de la Delegación del Gobierno) este domingo, confirma que las reivindicaciones de los sanitarios serán el único caballo de batalla antes de las elecciones del 28 de mayo en la región. La huelga de los profesionales de atención primaria sigue vigente, al contrario que en otros territorios, mientras la Comunidad de Madrid se muestra incapaz de desactivar las protestas. La pretensión del PP de alcanzar una mayoría absoluta en la región está más que comprometida, con la calle del lado de los médicos y los partidos de la izquierda inflados de moral antes de la cita con las urnas.

Más Madrid, PSOE y Unidas Podemos intentan capitalizar el descontento generalizado desde que estalló el conflicto. Aunque los candidatos para los próximos comicios salieron este domingo a la calle, apenas cuentan con fuerza individualmente. Mónica García, Juan Lobato y Alejandra Jacinto han hecho de la sanidad su gran argumento, pero sus propuestas no han tenido el mismo impacto que las movilizaciones. El punto de inflexión trasciende el debate político y el foco está exclusivamente en la calle. Una movilización transversal entre los madrileños.

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La jornada del domingo estuvo marcada por la presencia de personas mayores. Gran parte de los que ondeaban pañuelos blancos en la plaza de Cibeles superaban los 65 años. La multitud de la convocatoria, que se dividió en cuatro columnas —Nuevos Ministerios, plaza de España, Hospital La Paz y Legazpi—, sorprendió a más de uno. Pocos esperaban que la cifra de asistentes superase la de la última cita de noviembre, aunque el tono fue el mismo: los manifestantes demandaron más recursos y facultativos en plantilla para evitar "el desmantelamiento de la sanidad pública", aunque el foco principal fue la atención primaria. Los sanitarios de los centros de salud iniciaron el paro indefinido el pasado 21 de noviembre, aunque el seguimiento de los profesionales es cada vez menor.

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Los asistentes con los que pudo hablar este periódico justificaron su asistencia con casos reales. "Porque nunca me contestan el teléfono" o "porque me dieron cita para seis meses después" era la línea en la que se movían. El declive de la atención primaria —que afecta a toda la nación— culminó en el templo merengue con cientos de miles de personas. Las calles estaban abarrotadas y, según avanzaban las horas, moverse entre las mareas de gente era cada vez más complicado. Quienes marchaban aseguraron que no cesarían hasta recuperar la calidad asistencial del servicio. De hecho, argumentaron que esta segunda concentración se convocó porque no les habían "hecho caso". No obstante, hay que tener en cuenta que de un tiempo a esta parte se han producido varias reuniones entre la Administración y los facultativos. Ninguna llegó a buen puerto, al menos no lo suficiente como para desencallar la crisis. En cualquier caso, declararon firmemente que la cercanía de las elecciones no les importaba mientras no se solucionase lo que consideran un problema. Acto seguido, se voceó "Ayuso, dimisión".

El equipo de la presidenta trata de desnudar los argumentos de los manifestantes con datos sobre el funcionamiento de la sanidad en la región

El portavoz de la Comunidad de Madrid, Enrique Ossorio, fue el encargado de valorar la situación apenas unas horas después de la concentración multitudinaria. El también consejero de Educación, uno de los hombres de la máxima confianza de Isabel Díaz Ayuso, ahondó en el argumentario de la comunidad y reiteró la idea de que la izquierda quiere convertir la sanidad en el único tema de debate antes de las elecciones, con la pretensión de "reventar" uno de los sistemas más eficientes de España. "Están intentando reventar el mejor sistema sanitario que hay en España y lo que hay es una huelga política ante la cercanía de unas elecciones que cada día la izquierda ve más perdidas", declaró Ossorio.

Desde el Gobierno de la Comunidad de Madrid, mantienen que la convocatoria esconde una campaña política contra Isabel Díaz Ayuso. La propia presidenta popular denunció esta semana que los participantes no tienen nada que ver con el sector sanitario. Y la realidad, de hecho, es que entre los manifestantes figuran colectivos como el Sindicato Ferroviario o la Asamblea 15M Sierra Norte. Toda la izquierda sabe que la sanidad es el talón de Aquiles del PP y nadie desaprovechará la oportunidad. Como informó El Confidencial, desde el equipo de la dirigente madrileña prevén una campaña caliente en las calles y ya cuentan con que Más Madrid, el PSOE y Unidas Podemos se volcarán para situar este tema en el centro del debate. "La oposición va a retorcer todo electoralmente", declaran a este diario, en alusión a las movilizaciones de los sanitarios o los taxistas, los únicos que han salido a la calle.

Cambio de estrategia

El equipo de Ayuso, sin embargo, ha cambiado su estrategia. Después de la manifestación de noviembre, que fue la que marcó el camino, se concentró en retratar el trasfondo político de las concentraciones. Ahora hace lo propio, pero reivindica las fortalezas del sistema en la Comunidad de Madrid. Sol, en resumen, sostiene que las protestas no están justificadas porque la situación en la región no es peor que en otras comunidades. El Ejecutivo regional defiende que Madrid cuenta con la mayor cobertura en atención primaria, además de un tiempo de espera inferior a la media nacional. Además, según el argumentario del PP, la comunidad tiene la mejor red, con 35 hospitales y la flota del Summa 112.

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El Gobierno madrileño ha pasado al contraataque y se afana en destacar las bondades del sistema. El equipo de la presidenta trata de desnudar los argumentos de los manifestantes con datos y alega que la región es líder en trasplantes, salud mental o tratamientos. Respecto a los motivos de la huelga de los profesionales, además, señala que ya ha destinado 200 millones de euros al plan de atención primaria o incrementado en 3.800 euros de media los sueldos de los médicos de familia. También recuerda que ha convocado 9.574 plazas de estabilización para el personal estatutario del Servicio de Salud o implementado un nuevo modelo de agendas para reducir la capacidad asistencial de los profesionales. La inversión es otro de los puntos fundamentales de su programa y destaca también que ha abierto diferentes centros en Sevilla La Nueva, Parque Oeste de Alcorcón, Las Tablas y Navalcarnero.

El objetivo de Isabel Díaz Ayuso el 28-M se centra en lograr una mayoría absoluta idéntica a la de Juanma Moreno en Andalucía. El éxito del 4-M, cuando consiguió más votos que toda la izquierda junta, no es suficiente. La labor de gobierno ha sido más o menos fluida, pero el rechazo de Vox a los presupuestos en un momento de crisis económica e incertidumbre ha demostrado la vulnerabilidad del Ejecutivo para algunas cuestiones. Así, todos los esfuerzos se centran en gobernar en solitario, aunque el escenario es muy complicado. Una encuesta reciente de la Comunidad de Madrid daba la victoria a la dirigente popular, pero planteaba un escenario complejo, supeditado a las decisiones de Rocío Monasterio para la próxima legislatura. El sondeo, además, advertía de que la sanidad era la principal preocupación de los madrileños, un extremo que se ha confirmado con la manifestación de este domingo.