El plan de Almeida para el 28-M: ignorar a Vox y gobernar en minoría en segunda vuelta

El PP quiere multiplicar su poder territorial en las próximas elecciones autonómicas y municipales y, al mismo tiempo, reducir al máximo la capacidad de influencia de Vox. En el Ayuntamiento de Madrid se trabaja ya con los de Santiago Abascal fuera de cualquier ecuación, incluso en el caso de no llegar a la mayoría absoluta. La experiencia durante esta legislatura ha agotado la paciencia de los populares, sin presupuestos y sin la deseada bajada de impuestos, y su plan para el 28-M se centra en ignorar a sus socios naturales. Las cuentas de José Luis Martínez-Almeida pasan por gobernar en minoría en segunda vuelta si Javier Ortega Smith bloquea la investidura al primer intento. Sus expectativas electorales se sitúan en torno a los 28 concejales, al borde de la mayoría absoluta, y con más representación que toda la izquierda junta. Fuentes del equipo del alcalde no esconden su "optimismo" ante esta hipótesis.

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La relación con Ortega Smith está completamente rota y desde el grupo popular no creen que vaya a cambiar. De hecho, en ningún caso descartan que mantenga su boicot a un posible pacto. Y la realidad es que el exsecretario general de Vox ya dijo que no iba a apoyar a Almeida si mantenía las restricciones de circulación. Esta situación, sin embargo, tiene una segunda lectura. Almeida está en disposición de gobernar en minoría, según encuestas internas. Si Ortega Smith bloquease en primera instancia la investidura por mayoría absoluta, el dirigente popular puede esperar a la segunda vuelta, donde puede hacerlo por mayoría simple y no necesita más que los votos de sus concejales. Sólo habría un modo de frustrar los planes del alcalde: que Vox apoyase a Reyes Maroto, Rita Maestre o Roberto Sotomayor, un escenario que en el consistorio tildan de "imposible" pese a la voladura de puentes entre ambos.

En el entorno del regidor aseguran estar "muy tranquilos" por el ritmo de las encuestas. El PP insta a sus candidatos a realizar una correcta gestión de las expectativas y no engordar las cifras antes de tiempo, pero José Luis Martínez-Almeida da por sentado que volverá a hacerse con las riendas de Cibeles y esta vez sin compañeros de viaje. Las fuentes consultadas, no obstante, no subestiman el empuje de la izquierda y temen incluso una movilización de su electorado por el arrastre del conflicto sanitario, entendido como el punto débil del PP de cara al próximo examen con las urnas. La clave del éxito el próximo 28-M estará, a su juicio, en la desaparición de Ciudadanos y en el estancamiento de Vox en las urnas.

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Si se cumplen sus pronósticos, el PP está en disposición de absorber la mayor parte de los electores de Ciudadanos, un capital que permitiría al Partido Popular competir por sí sólo contra todo el bloque de la izquierda. Almeida sostiene ese cálculo en una reciente encuesta de GAD3 encargada por su grupo municipal, que avala cómo el dirigente popular rozaría la mayoría absoluta y sumaría 28 concejales, 13 más que en 2019. El mismo sondeo refleja que la izquierda, en su horquilla máxima, se quedaría en los 26 asientos. Más Madrid y PSOE se repartirían prácticamente el mismo número de ediles (11 para Rita Maestre y entre 10 y 11 para Reyes Maroto), mientras que Podemos entraría en Cibeles y obtendría entre 3 y 4 representantes en la capital.

Vox, por su parte, no perdería terreno, pero no superaría los cuatro concejales que mantiene en el consistorio madrileño. Donde sí habría un cambio sustancial sería en la formación naranja. Begoña Villacís era prácticamente la única dirigente de Ciudadanos que estaba en posición de mantener representación, una circunstancia con la que el partido hubiese cogido algo de oxígeno para afrontar las próximas elecciones generales. Pero el salto frustrado al PP ha enterrado también sus perspectivas electorales entre sus propios votantes. De hecho, la dirigente ni siquiera logró reunir los 126 avales suficientes durante las primarias, aunque fue ungida por la dirección nacional como candidata. Según la citada encuesta, obtendría el 3,9% de los votos y perdería los 11 concejales que ostenta en el Ayuntamiento.

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La estrategia del PP, sin embargo, está supeditada a lo que decida Vox. Cualquier ordenanza o proyecto del Ayuntamiento quedaría de nuevo bloqueado si Javier Ortega Smith y los suyos votan junto a la izquierda. Y aunque es improbable, según los populares, la realidad es que ya lo han hecho. La formación ultraconservadora se posicionó en contra de las cuentas de José Luis Martínez-Almeida e hizo lo propio con Isabel Díaz Ayuso en la Comunidad de Madrid.

Fuentes del equipo de campaña del PP detallan que en los próximos meses tratarán de exprimir al máximo el perfil transversal del alcalde para diferenciarse de Vox y penetrar en el electorado de centro-izquierda. Las políticas verdes y los datos de calidad de aire, explican a este diario, jugarán un papel fundamental. "Eso nos permite arrebatar una bandera a la izquierda, que no han logrado jamás los datos de contaminación que hemos obtenido nosotros, y marcar distancias con el negacionismo de Vox", declaran. Sin profundizar aún en los proyectos que anunciarán los populares, las fuentes consultadas aseguran que habrá "dos o tres cosas potentes". Entre las grandes actuaciones previstas destaca la reforma del denominado Paisaje de la Luz, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

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Ante el hundimiento de Ciudadanos, el alcalde de Madrid no descarta incorporar a algunos ediles de la formación naranja, bien en su lista o bien en algún puesto de responsabilidad municipal tras el 28-M. De hecho, fuentes municipales aseguran que ya hay cargos de Ciudadanos que han llamado a la puerta del PP, aunque no han decidido aún su posible encaje. Almeida sólo tiene dos cosas claras: priorizará a los suyos en los 15 primeros puestos de salida -son los ediles que tiene actualmente el PP en el Ayuntamiento de Madrid- y no hará hueco a Begoña Villacís. Tanto el PP de Madrid como Génova han cerrado ya la puerta a su fichaje.

Una de las grandes incógnitas que aún queda despejar es la de quién será el número dos de Almeida en su lista para el Ayuntamiento de Madrid. En su entorno aseguran que no es una decisión que esté tomada y que, en todo caso, se tratará junto a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. El regidor niega injerencias de la dirigente y encuadra dentro de la "normalidad" que Ayuso, como máxima autoridad en el PP de Madrid, participe en la confección de su lista.