Fuerteventura y el dilema de los extranjeros en Canarias: ¿resistirá el español como lengua más hablada?

Limitar la residencia de extranjeros en las islas era uno de los mantras de Antonio Cubillo. El líder separatista canario abroncaba desde Argel a los isleños. Hoy existe unanimidad para decir que hay que crear algún mecanismo que frene el incremento poblacional. El comité de expertos del Parlamento de Canarias de 2003 para estudiar el crecimiento de la población apenas ha tenido impacto, y eso que en el archipiélago se decidió restringir construcciones turísticas. La agenda canaria 2030 –impulsada por PSOE, Nueva Canarias y Podemos entre 2019 y 2023 y suscrita hasta por el PP– señala que, "en las próximas décadas", el archipiélago deberá afrontar los inminentes retos demográficos y sus impactos sobre el medio urbano o rural de cada una de las islas.

La complejidad de los fenómenos demográficos requerirá que las políticas que se apliquen cuenten con un amplio consenso social y político, de carácter transversal y que se dirijan a todo el territorio. El caso es que a este ritmo, en islas como Fuerteventura, en pocos años el italiano será el idioma más hablado. Y es que Canarias ha experimentado un crecimiento poblacional superior al 30% en lo que va de siglo, aumentando en más de 530.000 su número de habitantes. En el mismo periodo, el País Vasco –territorio de tamaño similar al isleño– creció un 3,76% (unas 80.000 personas).

Si se adopta como referencia el año 1990, la población en Canarias ha subido casi un 52%, frente al 2,9% del País Vasco y el 22,1% del promedio estatal. De esos 530.000 habitantes, 70.000 efectivos se derivan del crecimiento interno. El resto, unos 460.000, llegaron de fuera. De la actual población extranjera en las islas, el 53,28% procede de estados de la UE (sobre todo, y por orden: italianos, británicos y alemanes) frente al 25,77% de América y solo el 10,23% de África. De 2.252.565 habitantes, ya 287.488, un 13%, son extranjeros. Para 2033, el archipiélago debería tener, según las matemáticas oficiales, 2,5 millones de habitantes.

Tenerife superaría el millón, con una población extranjera en torno al 29%. En Gran Canaria se prevé 920.000 habitantes y un 17% de población extranjera. Fuerteventura tendría un 45% más que su actual población, quedando en minoría la población insular y Lanzarote crecería un 29%, con 192.792 habitantes, de los que el 38%, 73.260 personas, serán residentes extranjeros. Mecanismos legales para hacer realidad ese objetivo de la agenda 2030 en las islas no le faltan, aunque ya en 2003 el Parlamento de Canarias señalaba que "la presión de la población sobre el territorio tiene en Canarias un carácter especial".

"Las islas no igualan la capacidad que zonas continentales, sobre todo las alejadas"

"Las islas no soportan la misma capacidad que los territorios continentales, sobre todo las islas alejadas", añade. Y es que el artículo 144 del Estatuto de Autonomía de Canarias dice que "corresponde a la comunidad autónoma la competencia ejecutiva en materia de autorización de trabajo de los extranjeros cuya relación laboral se desarrolle aquí". Esta competencia incluye la "tramitación y resolución de las autorizaciones iniciales de trabajo por cuenta propia o ajena". Las islas tienen 2,2 millones de habitantes en 7.447 kilómetros cuadrados. Eran 284 habitantes por kilómetro cuadrado en 2015 y esa cifra en 1981 era de 182 habitantes por kilómetro cuadrado.

En Gran Canaria en 2015 (542,3 habitantes por kilómetro cuadrado en 2011 y en Tenerife 432,2 habitantes por kilómetro cuadrado. 1.382.030 personas vivían en el archipiélago en 1981. Su esquema poblacional, según la Estadística de Variaciones Residenciales del INE, implica que la gente se marcha a vivir a zonas de costa al calor del turismo. En los 1.553 kilómetros de litoral del archipiélago existen 242 asentamientos urbanos, es decir, uno cada seis kilómetros. La concentración del 90% de la población canaria reside en zonas de costa en alturas sobre el nivel del mar de hasta 200 metros.

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Hay seis municipios que suman un millón de habitantes, el 47% de la población residente. Entre 2000 y 2007 hubo un aumento de población de entre 30.000 y 35.000 habitantes de origen peninsular, resto de UE y, sobre todo, no comunitario, el equivalente al municipio de Arucas cada año durante 8 años. Este 2023 se cumplen veinte años desde que dejó de ser tabú el debate de limitar la presencia de foráneos y en 2003 el Consejo Económico y Social de Canarias lanzó un dictamen sobre lo que llamó "limitación del sobrecrecimiento poblacional en Canarias".

La inmigración ¿excesiva?

En ese texto, señala que "la inmigración se presenta como la causa principal de un crecimiento demográfico que se considera excesivo" y que "al calificar estos incrementos como excesivos, habitualmente se utilizan como argumento los supuestos límites de la capacidad de carga de un territorio cuyo carácter insular, supuestamente, le imprime una particular fragilidad tanto medioambiental como socioeconómica". Concluía que "lo razonable y exigible es hacer los esfuerzos necesarios por disponer de estudios que aporten evidencia empírica sólida para estas afirmaciones en el caso canario".

Para el profesor Juan Salvador León Santana, del departamento Sociología y Antropología de la Universidad de La Laguna, en Tenerife, escoger vivir en zona de litoral ocupando buena parte del perímetro insular con un modo de vida urbano y costero, la playa, ha pasado de ser un lugar que suscita rechazo y miedo a convertirse en un hábitat atractivo y deseable que se diseña y construye porque "la turistificación de Canarias como destino líder en Europa crea un espacio social, cultural y geográfico modelado y codificado con la mirada del turismo global de masas".

Más hogares residentes

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Mientras que la población residente en las islas crece de 1,5 millones a 2 millones en el mismo periodo, un crecimiento del 33%. Entre 2008 y 2014 el incremento es de 100.000 hogares, unas 15.000 viviendas nuevas por año. Los hogares han crecido a un ritmo que duplica el ritmo de crecimiento de la población residente. Antes, entre el año 2000 y el 2011, los extranjeros residentes de nacionalidad europea pasaron de 47.000 a 181.000, con una tasa de crecimiento anual de 12,9%, representando el 59% de la población extranjera en Canarias.

Los residentes de nacionalidad americana pasaron de 15.000 a 77.000, con una tasa de crecimiento anual del 15,8% y representan el 25% de la población extranjera. Los extranjeros residentes de origen africano pasan de 7.000 a 32.000, creciendo al 14,3% anual, y los de nacionalidad asiática pasan de 6.000 en el año 2000, a 16.000 en 2011, creciendo al 8,4% anual. A partir de 2008 el crecimiento de la población ha sido más lento y también el de hogares, siempre con tasas de crecimiento superiores a las de la población y con nuevos formatos de convivencia que han dejado atrás a las abuelas del baby boom canario.