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De capos a intermediarios: así cedieron el testigo los narcos gallegos a las mafias del Este
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EL MAYOR ALIJO DE COCAÍNA

De capos a intermediarios: así cedieron el testigo los narcos gallegos a las mafias del Este

En el 'negocio' gallego de la droga, ya mandan las mafias balcánicas y han cambiado los métodos clásicos: el mayor alijo de cocaína de la historia llegó en barco a Vigo entre atunes congelados

Foto: La Policía ha incautado en una semana 11 toneladas de cocaína en Galicia y Valencia. (EFE/Policía Nacional)
La Policía ha incautado en una semana 11 toneladas de cocaína en Galicia y Valencia. (EFE/Policía Nacional)
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En el turbio negocio del narcotráfico, los roles también cambian. Los antiguos capos gallegos de la ría de Arousa han pasado de mandar a ser intermediarios en el trasiego de la droga —fundamentalmente cocaína— a expensas de las mafias balcánicas. Los clanes de Europa del Este lo controlan ahora todo, desde la importación a la distribución y el blanqueo y se han aliado directamente con los colombianos como proveedores en origen para traer al Viejo Continente más polvo y más puro que nunca, explican a El Confidencial fuentes policiales de la brigada de estupefacientes en Galicia.

Apellidos célebres como Miñanco, Oubiña o sagas como las de los Charlines, todopoderosos en las décadas de los ochenta y noventa hasta que la operación Nécora les puso encima el foco, han cedido el testigo del negocio a clanes mafiosos del este, muchos de Albania, pero también de Serbia, Croacia o Bulgaria. El paso por Galicia es instrumental dentro de la cadena logística para el desembarco y transporte.

Foto: Operación Nécora: Oubiña, Miñanco y Charlin.

Es una de las conclusiones de la Unidad contra la Delincuencia y el Crimen Organizado (Udyco) de la Policía Nacional tras incautarse en las últimas horas del mayor alijo intervenido nunca en Galicia: son 7.500 kilos de cocaína camuflados en el lomo de cientos de atunes congelados en un buque frigorífico atracado en el puerto de Vigo en la operación Tonara. El pescado estaba marcado con hasta cuatro sellos diferentes para identificar al clan al que pertenecían y qué organización criminal europea debía recibir la droga. "Es la mayor cantidad de droga intervenida nunca en tierras gallegas y una de las más importantes en la historia del narcotráfico español y europeo", destacó la Policía.

Fue un operativo con dos patas conectado con otro en Valencia (Xirivella), en colaboración con el Servicio de Vigilancia Aduanera (SVA) de la Agencia Tributaria. Allí, en el marco de Fulgor, los agentes requisaron otros 2.500 kilos ocultos en el doble fondo de un contenedor. Dos operaciones en paralelo contra dos clanes balcánicos con varios nexos en común. Mafias del Este, droga colombiana en grandes cantidades y España como puerta de entrada a Europa en buques contenedores. En total, 20 detenidos (5 en Galicia y 15 en Valencia), 11 toneladas —y varios cientos de millones de euros— fuera del mercado del narcotráfico tras meses de investigación y seguimiento de las cargas en muchos frentes. "Hemos detectado que blanquean en criptomonedas", señaló Francisco Andrés, de la Agencia Tributaria.

Nunca tanta droga junta

La estampa de todos los fardos intervenidos (9.100) apilados en 1.825 lotes de cinco fajos, ocupando el patio de la comisaría central de Madrid, da la medida del tonelaje que manejan estos clanes del Este, que han cambiado las reglas del juego del narcotráfico: más cantidad, más pura y mayor riesgo (y beneficio). "Se pasaron de la raya. Nunca habías visto tanta droga junta", introduce la Policía Nacional en sus redes sobre el operativo Tonara-Fulgor.

¿Cómo opera el cártel de los Balcanes? Antonio Martínez, comisario jefe de la Brigada Central, lo explica: “Son auténticas cooperativas criminales”. No siguen el liderazgo clásico jerárquico y comparten las responsabilidades y asumen más riesgos. Los clanes del Este se surten directamente en Latinoamérica —Colombia y México—, cruzan el Atlántico y desembarcan en España en distintos puertos gallegos aprovechando las antiguas redes y la soltura con la que los narcos made in Galicia solían descargar y mover los envíos en pequeñas planeadoras por los recodos de las rías gallegas y encriptar las comunicaciones en alta mar.

Foto: Vista general del puerto del Aldán, en el municipio pontevedrés de Cangas de Morrazo, en cuyo litoral la Guardia Civil ha interceptado un submarino cargado con unos 3.000 kilos de cocaína. (EFE)

La droga se camufla de las formas más pintorescas: lo intentaron con un narcosubmarino —un artefacto tan rudimentario como atrevido apresado en la ría de Aldán en 2019—, construyen sus propios buques o camuflan la droga en palés de plátanos o en cargas de azúcar.

Los alijos de los clanes gallegos eran más modestos. El desembarco de los clanes colombianos endureció las represalias y ajustes de cuentas, pero los clanes del Este han dado un salto cuantitativo en tonelaje y pureza, apuntan fuentes del caso. La droga intervenida en Galicia procedía de Colombia, pero todo apunta a que se embarcó en Ecuador y cruzó el Atlántico hasta el puerto olívico a través de una empresa de comercio internacional al por mayor de pescado y marisco congelado de A Coruña. Al frente, un empresario coruñés: B.P.S., sin antecedentes, y que ha sido arrestado en el marco del operativo.

Su negocio, Mare Azzurro SL, era un entramado familiar de empresas con la misma sede social donde se mezclaba el pescado con la compra venta de fincas rústicas y la construcción. Su dueño ya estaba bajo la lupa policial hacía años por el intenso y extraño flujo de contenedores que iban y venían de Sudamérica a distintos puertos españoles. "Ya había sido inspeccionado en cargas anteriores", explican fuentes del caso. Un exceso de confianza en sus métodos de transporte y distribución los llevó a fletar —o contaminar, como refiere a Udyco— uno de los fletes con la mayor carga de cocaína de la historia.

El alijo ya estaba localizado. Se rastreó su traslado hasta la nave de Cambre y fueron detenidos todos los que participaban en su descarga. Los cuatro quedaron en libertad tras prestar declaración en comisaría porque no constaba que supieran que estuvieran descargando algo más que atún. La droga intervenida en Galicia tendría un precio aproximado de mercado de unos 250 millones de euros, con las fiestas de Navidad tirando de la demanda de la cocaína. Además de Galicia o Valencia, los clanes balcánicos también han tocado el puerto de Algeciras (Cádiz), con 9,5 toneladas en agosto en fardos con la esvástica nazi.

En el turbio negocio del narcotráfico, los roles también cambian. Los antiguos capos gallegos de la ría de Arousa han pasado de mandar a ser intermediarios en el trasiego de la droga —fundamentalmente cocaína— a expensas de las mafias balcánicas. Los clanes de Europa del Este lo controlan ahora todo, desde la importación a la distribución y el blanqueo y se han aliado directamente con los colombianos como proveedores en origen para traer al Viejo Continente más polvo y más puro que nunca, explican a El Confidencial fuentes policiales de la brigada de estupefacientes en Galicia.

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