Una Harley o un dúplex de lujo: a subasta los bienes de uno de los 'capos' de las cajas gallegas

Fue toda una sorpresa que Javier García de Paredes anunciara en 2011 su salida de NovaCaixaGalicia, la entidad que pilotó la transformación de las antiguas cajas gallegas en un banco. A sus 51 años, en pleno proceso de transformación hacia lo que luego sería Novagalicia y después Abanca, su director general adjunto, cabeza visible de la antigua Caixa Galicia en la fusión, anunciaba su decisión de prejubilarse, en lo que parecía un sacrificio para no dificultar el proyecto. Incluso se filtró que renunciaba a una subida de sueldo. "No encaja en la imagen de tiburón de las finanzas. No tiene ambición ni afán de protagonismo", ensalzaban sus allegados. Ahora se sabe que se fue con una indemnización irregular de 5,6 millones que tendrá que devolver y que su patrimonio no es precisamente el de un altruista sacrificado por el bien del sistema financiero.

El abogado afincado en A Coruña, que tomó el relevo de José Luis Méndez cuando este se jubiló con 30 millones de euros como director general de Caixa Galicia —después de conducirla a la ruina—, fue absuelto por la Audiencia Nacional del delito de administración desleal en el juicio que acabó con la entrada en prisión de otros cinco exdirectivos de la entidad por las prejubilaciones millonarias. Sin embargo, el Juzgado de lo Social número 3 de A Coruña le obligó a reintegrar a la entidad 5.580.000 euros por la indemnización que cobró a su salida de la empresa, una deuda por la que han peleado Abanca —el banco creado con los restos de Novagalicia tras absorber 8.000 millones de euros del Estado— y el FROB, el antiguo Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria.

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La jueza estimó en 2017 la demanda presentada por el FROB y la actual Abanca contra el número dos de NovaCaixaGalicia y su esposa, y aceptó la nulidad del contrato de alta dirección de García de Paredes, que, según sostiene, "nace viciado" por haber sido aprobado por el consejo de administración de la entidad "sin tener un pleno y cabal consentimiento de su contenido". Las irregularidades eran "palmarias", señaló la resolución judicial, tanto por la "falsedad de la causa del contrato" como por el "dolo y el error" en que incurrió NovaCaixaGalicia, al sustituir dos hojas del contrato sin informar del cambio.

Desde que se publicó la sentencia del juzgado coruñés, Abanca y el FROB porfiaron en su intento de recuperar al menos parte de ese dinero, lo que ha permitido conocer cómo era el nivel de vida de uno de los antiguos capos de las cajas. El hombre que no quería pasar por un tiburón de los negocios, mano derecha de Méndez en Caixa Galicia, vio cómo en septiembre de este año salía a subasta un lujoso dúplex en el centro de A Coruña con vistas al mar, valorado en 767.228 euros. El inmueble, situado en la avenida Linares Rivas —una de las más exclusivas de la ciudad—, ocupa la totalidad de la planta 4ª y parte del fondo izquierda de la 5ª, unidas por una escalera interior, y cuenta con una superficie útil de 178 metros cuadrados.

La pasada semana, el Boletín Oficial del Estado publicaba seis nuevos lotes de bienes de García de Paredes. En la lista, figuran una moto de la marca Harley-Davidson, un Audi, otro coche de la marca Volkswagen, una vivienda y una finca en Ribadeo (Lugo) de 1.275 metros cuadrados. También se incluye en la subasta otra finca de 121.692 euros ubicada en la misma localidad y sobre la que se levanta una vivienda de más de 240 metros cuadrados, así como una moto Vespa. El precio de salida de las pujas resulta en todo caso inferior al total de la deuda.

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El exdirectivo de Novagalicia Banco fue demandado por el FROB con el argumento de la nulidad de su contrato, después de ser absuelto por la Audiencia Nacional en el juicio de 2015 contra la cúpula directiva de la entidad. Otros nombres propios de las cajas fusionadas salieron peor parados. Fue el caso de José Luis Pego, Óscar Rodríguez Estrada, Gregorio Gorriarán, Ricardo Pradas y Julio Fernández Gayoso, máximo dirigente durante 45 años de Caixanova. García de Paredes fue absuelto al retirar la Fiscalía su acusación en la fase de informes, cuando se ofreció a reintegrar la cantidad cobrada. Los directivos habían cobrado conjuntamente indemnizaciones por importe de 18,9 millones de euros, de los que quedaban obligados a devolver cerca de 14.

Para determinar si la prejubilación de García de Paredes era o no irregular, el FROB y Abanca presentaron sus reclamaciones ante el Juzgado de lo Social de A Coruña. En el juicio, que se celebró en 2016, el banquero reiteró su oferta de reintegrar "en torno a cuatro millones de euros" cobrados irregularmente. Según su defensa, el ex director general adjunto no había intervenido en la confección del contrato de alta dirección ni en la redacción de su carta de salida de la entidad, como tampoco en la liquidación que firmó en su momento. Sus pretensiones quedaron en nada. El juzgado consideró probado que dos hojas del contrato, en las que se establecían las condiciones de la indemnización, habían sido sustituidas sin informar del cambio a la comisión de retribuciones y nombramientos ni al consejo de administración de la entidad.

La jueza de lo Social lo consideró una "falsedad de la causa del contrato, dolo y error" de la comisión de retribuciones y del consejo de administración cuando rubricó el documento. La sentencia apuntaba además que ni siquiera se pudieron calibrar las consecuencias de la prejubilación del ex director general adjunto, toda vez que los gestores, "incumpliendo las obligaciones normativas interpuestas, no proporcionaron una información clara, comprensiva y completa sobre su naturaleza y sobre sus características".