El Estado se ahorra 173 millones en ayudas previstas para CaixaBank, BBVA y Abanca

No todo son malas noticias para el FROB (Fondo de Reestructuración), el fondo encargado de rescatar bancos españoles. El organismo presidido por Paula Conthe vio mejorar las perspectivas durante 2021 en tres de las entidades donde todavía arrastra ayudas públicas del rescate de 2012, lo que le permitió cancelar pérdidas previstas de 175 millones de euros, según figura en sus últimas cuentas anuales.

Se trata de ayudas que el fondo público había estimado que iba a tener que hacer frente y que ha liberado durante 2021 en los esquemas de garantías de Banco de Valencia, que se quedó CaixaBank; Catalunya Banc, propiedad de BBVA, y NCG Banco, la actual Abanca. Fuentes próximas al FROB explican que estos ahorros han llegado por un exceso de prudencia contable que había tenido el fondo en el pasado.

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EFE

El mayor ahorro se ha producido en Banco de Valencia. Según las cuentas del fondo de rescate, "se ha estimado conveniente liberar provisión por importe de 155,523 millones de euros". El FROB vendió esta antigua filial de Bankia a CaixaBank en 2012 con un coste para el Estado de 5.498 millones y un esquema de garantías en la cartera de pymes y autónomos que podría cubrir pérdidas por hasta 4.300 millones.

Afortunadamente para el Estado, estos créditos de Banco de Valencia han evolucionado mejor de lo previsto en la última década. Frente a la penúltima estimación que calculaba que estas garantías costarían al FROB 449 millones, el fondo ha rebajado la factura prevista 283,6 millones, de los que ya ha pagado 140 millones.

Cajas catalanas y gallegas

En el caso de Catalunya Banc, de BBVA, el ahorro de provisiones que ha llevado a cabo el FROB es de 9,1 millones: 6,5 millones por el nuevo balance que se ha hecho durante 2021 y 2,6 millones en facturas que se han pasado al Fondo de Garantía de Depósitos (FGD), que pagan todos los bancos. El Estado vendió las antiguas cajas catalanas (Caixa Catalunya, Manresa y Tarragona) a BBVA en 2014, asumiendo un coste 11.270 millones, el mayor en relación con el tamaño de la entidad, más un esquema de garantías que se estima en unos 540 millones.

Mientras, el fondo de rescate ha liberado dotaciones por valor de 8,2 millones procedentes de las antiguas cajas gallegas (NCG Banco): 5,8 millones por pérdidas de más que había calculado y 2,4 millones en coste que se traslada al FGD. Este rescate costó 8.269 millones tras su venta a Banesco y conversión en Abanca. Junto a ello, se calcula que las garantías adicionales ascenderán a unos 340 millones.

Estas buenas noticias no fueron suficiente para que el FROB evitara las pérdidas en 2021. El fondo de rescate registró unos números rojos de 1.352 millones de euros en 2021, eso sí, menores que los 3.639 millones de 2020. Al igual que el año anterior, esto se debe al ajuste contable negativo derivado de la fusión de Bankia y CaixaBank.

El FROB destacó que estos resultados no tienen ningún impacto en el déficit ni en la deuda pública española, y que tampoco reflejan la positiva evolución registrada por el valor de mercado de la participación estatal en ambas entidades; primero en Bankia y después en CaixaBank, que aumentó un 122%.