Ximo Puig refuerza su núcleo duro tras la renuncia de Compromís a mover 'consellers'

No habrá remodelación profunda del Gobierno valenciano. El 'president' de la Generalitat, el socialista Ximo Puig, ha optado por el momento por aparcar su deseo de hacer un cambio importante en el llamado Consell del Botànic para afrontar el tramo final de la legislatura antes de las elecciones autonómicas de 2023. Los socios en el Botànic de Compromís han descartado realizar sustituciones o movimientos en sus áreas y agotarán lo que queda la legislatura con Mónica Oltra como vicepresidenta y 'conselleira' de Política Inclusiva, Rafael Climent como 'conseller' de Economía, Mireia Mollà en Agricultura y Vicent Marzà al frente de Educación y Cultura.

La decisión de este último y de la coalición valencianista de no mudarse a la portavocía del grupo parlamentario han cegado la vía de una crisis de calado, tal como deseaba el barón socialista, que tiene cada vez más argumentos para estirar al máximo la legislatura. Ha encargado informes jurídicos que avalan incluso demorar un mes la convocatoria electoral autonómica parta hacerla coincidir de nuevo con las municipales en mayo de 2023. Una última consulta a la Junta Electoral en las semanas antes de apretar el botón rojo de la disolución de las Cortes Valencianas será el último trámite consultivo.

Todavía no está descartado que Puig pueda mover alguno de sus 'consellers' hasta entonces. Si es así, es algo que ocurrirá en las próximas semanas. Pero, por ahora, ha optado por un retoque fino con una reestructuración del área de Presidencia cuyo detonante ha sido la renuncia como secretaria autonómica de Comunicación y Prospectiva de Beatriz Gallardo. La catedrática de Lingüística de la Universitat de València ha cesado a petición propia tras un año y medio en el puesto. No había sintonía ni encaje con la estructura de fontanería del Palau de la Generalitat y ha optado por regresar al ámbito académico. Uno de los proyectos que llevaba entre manos, el de la sede de Euronews en Alicante, se queda en el cajón.

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Alfrex Boix, hasta ahora secretario de Promoción Institucional y Cohesión Territorial, asume el área de Gallardo. Su departamento se rebautiza como Secretaría Autonómica de Promoción Institucional, Comunicación y Prospectiva, del que pasan a depender las direcciones generales de Promoción Institucional de Fernanda Escribano; Relaciones Informativas, de Pere Rostoll, y de Análisis y Políticas Públicas, con Ana Berenguer al frente.

Las competencias sobre política municipal serán asumidas por una nueva secretaría autonómica de Cohesión Territorial y Políticas contra el Despoblamiento para la que Ximo Puig ha recuperado a la 'exconsellera' de Agricultura, Elena Cebrián. Estuvo en el Consell entre 2015 y 2019 como independiente por la cuota de Compromís, pero se alejó de los valencianistas y mostró mucha más afinidad con los socialistas. La decisión de reforzar el área de despoblamiento y política municipal está claramente dirigida a elevar la coordinación con los alcaldes a menos de año y medio de las elecciones locales.

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El Consell también aprobó el cese de Antonio Torres como director general de Relaciones con las Cortes y el nombramiento en su lugar de Ana Domínguez, que hasta ahora era asesora de Asuntos Parlamentarios en la Conselleria de Política Territorial, Obras Públicas y Movilidad que dirige Arcadi España. Domínguez es de los cuadros jóvenes socialistas que Puig y España están promocionando internamente. Ya fue nombrada vicesecretaria de Igualdad en el Congreso del PSPV-PSOE de Benidorm y ahora da otro paso al ascender a una dirección general muy vinculada a la cocina de Presidencia y la relación con los grupos políticos del Parlamento autonómico.

Por su parte, Torres será designado en los próximos días director general de la Ciudad de las Artes y las Ciencias en sustitución de Enrique Vidal, que ocupaba desde 2015 el puesto en la sociedad pública que gestiona el complejo diseñado por Santiago Calatrava.