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Primero Benifest, ahora los Goya: la izquierda valenciana le coge el gusto a la política 'show'
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TRES MILLONES DE INVERSIÓN

Primero Benifest, ahora los Goya: la izquierda valenciana le coge el gusto a la política 'show'

Generalitat, Ayuntamiento y Diputación de Valencia se gastan tres millones en los dos eventos bajo el paraguas de la 'promoción turística', aunque el aprovechamiento político es evidente

Foto: Chanel (c), con el 'president' Ximo Puig, tras ganar el Benidorm Fest. (GVA)
Chanel (c), con el 'president' Ximo Puig, tras ganar el Benidorm Fest. (GVA)

Sábado noche. Faltan apenas unos minutos para que arranque la final del Benidorm Fest y el 'president' de la Generalitat accede al recinto del Palau Municipal d'Esports L'Illa de Benidorm. En ese momento, un grupo de los asistentes del público comienza a corear: "¡Ximo, Ximo!". Las fotos posteriores en redes sociales privadas revelan una nutrida asistencia de cuadros y cargos socialistas al festival. La razón: la Generalitat, que semanas antes de la celebración temía una imagen de vacío en el graderío y la platea, había repartido un importante número de invitaciones en el entorno del PSPV-PSOE, medios de comunicación y la Administración valenciana.

Finalmente, han sido miles las personas que de una forma u otra trataron de hacerse sin suerte con una de las entradas en los sorteos organizados por la corporación pública RTVE y los medios colaboradores. La recuperación del festival musical de la meca turística de los rascacielos, que no se celebraba desde 2006, ha desbordado todas las previsiones de sus promotores, incluidos los dos principales patrocinadores, la Generalitat, con casi un millón de euros de inyección económica, y el ayuntamiento de la ciudad, gobernado por el Partido Popular, que aportó otros 200.000 euros.

Colomer: "La estrategia era rejuvenecer la imagen de Benidorm y ha sido un acierto"

Aún enrarecido y emborronado por la polémica sobre las votaciones, el Benidorm Fest ha terminado por cubrir ampliamente los objetivos que se habían marcado las administraciones que han apoyado su financiación. Al menos, eso señala el secretario autonómico de Turismo, Francesc Colomer, que explica que la idea de rescatar el certamen era asociar la ciudad y la Costa Blanca a un usuario más joven, ligado al universo digital y comprometido con la diversidad. En definitiva, captar al fan de Eurovisión para un destino tradicionalmente vinculado a un turismo de mayor edad o a los británicos. "La estrategia era rejuvenecer la imagen de Benidorm y, sinceramente, ha sido un acierto. Más de lo que pensamos en su momento", señala este alto cargo, de cuyo presupuesto ha salido el dinero para el certamen. Audiencias e impactos en medios y redes sociales dan cobertura a esa posición.

placeholder Joan Ribó, Ximo Puig y Mariano Barroso, en la presentación de los actos ligados a la ceremonia de los Goya.
Joan Ribó, Ximo Puig y Mariano Barroso, en la presentación de los actos ligados a la ceremonia de los Goya.

El propio Puig ha anunciado la reedición del convenio con RTVE para 2023. Según publicaba 'Las Provincias', la Generalitat baraja ampliar las actividades ligadas al festival el año que viene, para exprimir durante una semana su convocatoria, como ocurre con el Festival de San Remo, de donde sale también el representante italiano. La próxima edición podría contar incluso con alguna forma de colaboración de la televisión autonómica À Punt, cuyo director general, Alfred Costa, declinó habilitar para esta edición de 2022 una suerte de preconcurso previo para llevar al Benidorm Fest una canción candidata con sello valenciano.

Los gobiernos de izquierdas han pagado dos millones para los Goya, tras el millón del Benifest

"El Benidorm Fest ha sido un éxito avalado por los espectadores, más de 10 millones, y sobre todo por el ambiente que se ha creado en la ciudad. La idea era apostar por un festival que al final genere energías positivas, y eso es lo que ha significado para Benidorm y para la imagen y la proyección de la Comunidad Valenciana", ha dicho el barón socialista. El espaldarazo público, aplaudido por las organizaciones empresariales del turismo, ha llegado en un momento delicado para el Botànic en su relación con el sector, que este mismo jueves mostraba con la campaña #NoTasaTurística su rechazo frontal a los planes del Botànic de aprobar una figura impositiva para los visitantes y dejar su habilitación en manos de los municipios.

Pese a los mensajes de celebración de la inyección pública en el Benifest, no todos piensan igual en el Consell del Botànic. Fuentes ligadas a Compromís se preguntan si una vez realizada la inversión de impulso es necesario mantener la aportación de fondos públicos o incluso ampliarla, como ya se está barajando. "¿De verdad Benidorm necesita más promoción?", dicen algunos altos cargos, que ven un uso político del certamen en beneficio de la imagen del presidente autonómico.

El problema para los más críticos con el posible aprovechamiento político de los fondos de promoción turística es que los socialistas no han sido los únicos en salir en la foto de un gran evento cultural o popular de estas características. La izquierda valenciana se ha abonado a la promoción de eventos de cultura popular con proyección nacional. Este miércoles, apenas cuatro días después de la final del Benidorm Fest, el alcalde de Valencia, Joan Ribó (Compromís), la vicealcaldesa socialista, Sandra Gómez, Ximo Puig y otros altos cargos municipales y autonómicos presentaban junto al presidente de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España, Mariano Barroso, los actos que van a acompañar a la ceremonia de entrega de los Premios Goya, prevista para el 12 de febrero en el Palacio de Les Arts en Valencia.

La elección de la ciudad como anfitriona no es un gesto gratuito de la Academia. El consistorio, a través de su agencia Visit Valencia, ha abonado un canon de dos millones de euros para albergar la gala, de los cuales 1,5 millones los ponen a partes iguales (750.000 euros) el ayuntamiento y la Generalitat y los 500.000 restantes salen de la caja de la Diputación de Valencia, cuyo presidente, el socialista Toni Gaspar, también estuvo en el posado de presentación de los 12 'cabezones' gigantes que se han repartido por los distintos puntos de la ciudad. Proyecciones cinematográficas en la Filmoteca, dos exposiciones, una de ellas protagonizada por el cineasta valenciano Luis García Berlanga con motivo del año del centenario de su nacimiento que la Generalitat decretó en 2021, charlas y conferencias forman parte del programa de actividades paralelas organizadas alrededor de la ceremonia de los Goya.

De nuevo, la pregunta. ¿Está justificado el uso de fondos públicos para atraer este tipo de eventos, tan tentadores para la fotogenia política? Francesc Colomer insiste en que sí. Lo de los Premio Goya lo incardina en una estrategia más amplia para asociar la imagen de Valencia a la cultura y la cinematografía, como ocurrió también con la gala de Estrellas Michelin de España y Portugal que acogió la ciudad el pasado mes de diciembre, uno de los eventos gastronómicos del año. "Estamos construyendo un relato de posicionamiento turístico en que la ciudad de Valencia sale en el mapa de la cultura", insiste.

Sábado noche. Faltan apenas unos minutos para que arranque la final del Benidorm Fest y el 'president' de la Generalitat accede al recinto del Palau Municipal d'Esports L'Illa de Benidorm. En ese momento, un grupo de los asistentes del público comienza a corear: "¡Ximo, Ximo!". Las fotos posteriores en redes sociales privadas revelan una nutrida asistencia de cuadros y cargos socialistas al festival. La razón: la Generalitat, que semanas antes de la celebración temía una imagen de vacío en el graderío y la platea, había repartido un importante número de invitaciones en el entorno del PSPV-PSOE, medios de comunicación y la Administración valenciana.

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